El estudio de la esclerosis múltiple en España conmemora su cincuenta aniversario. Un grupo de neurólogos pioneros en diagnóstico y tratamiento en esta patología han editado el libro “50 años de la historia de la Esclerosis Múltiple en España”, una obra que recoge el pasado reciente, el presente y el futuro de esta enfermedad
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que, en los últimos años, se ha convertido en patología punteras en diagnóstico, investigación y desarrollo de terapias.
Se estima que esta enfermedad afecta a 2,5 millones de personas en el mundo; y en España se diagnostican cada año 1.800 nuevos casos y el número de total de afectados asciende a 50.000.
Coincidiendo con los cincuenta años de las primeras unidades de EM, se ha editado el libro “50 años de la historia de la Esclerosis Múltiple en España”.
Una obra que ha contado con la participación de más de 65 autores y la coordinación general de Óscar Fernández Fernández, neurólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga y miembro del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) y Guillermo Izquierdo Ayuso, de la Unidad de Investigación y Tratamiento de la Esclerosis Múltiple del Hospital Vithas de Sevilla.
El libro, presentado en la LXXII Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), realiza un recorrido histórico por la evolución de la EM en España.
Además, plasma el reconocimiento a todos los profesionales de la salud que han contribuido a su estudio, diagnóstico y tratamiento, hasta el punto de convertir a España en un referente en los avances relacionados con esta enfermedad.
El texto revisa los primeros estudios epidemiológicos realizados, pasando por las mejoras diagnósticas y terapéuticas alcanzadas, la creación de las unidades específicas asistenciales hasta llegar a la creación de la Red Española de Esclerosis Múltiple (REEM).
Avances en la Esclerosis Múltiple
El manual recoge algunos de los avances más importantes que han permitido el desarrollo de la enfermedad a nivel global.
En el terreno del diagnóstico, destaca el descubrimiento de la posibilidad de determinar la presencia de bandas oligoclonales de inmunoglobulina G.
Esta es la alteración inmunológica más útil, a día de hoy, a la hora de diagnosticar EM.
Otro avance significativo ha sido el descubrimiento de la resonancia magnética (RM), cuya aplicación permitió desarrollar su diagnóstico precoz.
Pero uno de los grandes hitos en la historia de esta enfermedad se fecha el 30 de noviembre de 1995.
La Agencia Europea del Medicamento aprobó el primer fármaco con indicación específica para la EM: el interferón beta 1-b recombinante, una terapia que marcó un antes y un después en el manejo de la enfermedad.
El manual recoge otros aspectos a tener en cuenta como la necesidad de abordar la enfermedad desde un punto multidisciplinar.
Un paciente con EM suele presentar un serie de síntomas, que en muchos casos, exceden las competencias de los neurólogos.
A esto hay que sumarle la incorporación creciente de nuevas terapias con un mecanismo de acción y seguimientos complejos que ha obligado a los especialistas a adquirir nuevas habilidades.
De la colaboración entre profesionales para abordar la enfermedad, nacieron las Unidades de EM, otro de los grandes avances.
Estas unidades son clave para los pacientes porque disponen de profesionales, en distintas áreas, que les ayudan en el manejo y tratamiento de la patología.
Futuro
El texto dedica parte de sus páginas a recopilar la información y experiencia adquirida en estos 50 años para ponerla a disposición de la nueva generación de facultativos.
De esta forma, los autores destacan la necesidad, de cara al futuro, de poner al paciente con EM en el centro de todos los esfuerzos integrando su opinión en la toma de decisiones.
Hay que tener en cuenta que los pacientes cada vez demandan más información sobre la enfermedad al neurólogo.
Esto se plasma, además, en una mayor interacción con las asociaciones de pacientes, que aportan información y empoderan a la persona con EM.
Aunque los datos actuales de empoderamiento en España están lejos de los europeos, los expertos auguran un crecimiento exponencial.
El cambio tecnológico ha permitido diseñar nuevos modelos de estudio, integrar bases de datos fuera de los ensayos clínicos y, así, perfilar mejor el efecto de los tratamientos.
Actualmente, esto ha permitido el lanzamiento de más de 15 nuevos tratamientos con un riesgo moderado o leve y se espera en un futuro muy próximo el lanzamiento de un fármaco para casos de EM de difícil gestión.
Finalmente, los autores del libro ponen de manifiesto que el futuro de la esclerosis múltiple pasa por centrarse en mantener el espíritu de acompañamiento del paciente.
Junto con la ayuda de nuevos biomarcadores, futuras terapias y la tecnología, se podrá evolucionar hacia una interacción más humanizada y fluida con los pacientes.
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