Cuando a un niño le duele la garganta, se hace una brecha o se le dispara la fiebre, suficiente tiene con eso como para que encima acuda con miedo al hospital, exactamente lo que pretenden evitar en el Gregorio Marañón, en Madrid, con sus visitas a las Urgencias Pediátricas, una experiencia piloto que triunfa.

"Excursión" a Urgencias para vencer el miedo al hospital
Fachada del hospital público Gregorio Marañón de Madrid. EFE/Juanjo Martín
  • 14 de diciembre, 2015
  • EFE/MADRID/ENRIQUE DELGADO SANZ

Las profesoras confiesan que en los últimos días esta veintena larga de alumnos de entre 7 y 8 años que han dedicado una mañana a conocer las Urgencias Pediátricas del hospital madrileño ya tenían ganas de ir, aunque alguno, eso sí, guardaba sus reticencias.

Nada más cruzar el umbral de la Urgencia, los niños han aprendido que, en caso de que haya que volver por allí, tendrán que dar sus datos antes de pasar a la sala de espera, donde en esta ocasión han aguardado pacientes, sanos y en silencio, a que las enfermeras y médicos de la unidad les avisaran por megafonía.

"Colegio La Rioja, puede pasar", y acto seguido, en respetuosa procesión -"porque estamos en un hospital", como les han recordado sus profesoras- han recorrido las salas de triaje, exploración o consulta y a las que, a tenor de sus caras, han perdido el miedo, si es que lo hubiera habido en algún caso.

Un proyecto para vencer el miedo

"Detectamos que los niños que venían tenían miedo, lloraban y tenían mucha ansiedad porque no nos conocían y decidimos hacer talleres de visita", explica Paula Vázquez López, coordinadora de la Urgencia Pediátrica del Gregorio Marañón, quien enumera que con esta experiencia piloto serán ocho centros educativos los que visiten el Gregorio Marañón los terceros miércoles de cada mes.

Los escolares no han perdido ripio a la hora de acercarse a los profesionales del hospital y preguntarles sus dudas, igual que tampoco han dejado pasar la oportunidad de escuchar el corazón de sus compañeros con un fonendoscopioo sacarle a otro los reflejos antes de pasar a los talleres, impartidos en otra zona del centro.

Acceso a Urgencias del hospital Hospital Sant Joan de Alicante. Efesalud.com
Acceso a Urgencias del hospital Hospital Sant Joan de Alicante. EFE/Manuel Lorenzo

"Vienen a conocer la Urgencia, a conocernos a nosotros, cómo trabajamos, los aparatos que utilizamos y de paso les hacemos tres talleres: uno de conocimiento del cuerpo humano, otro de higiene y hábitos saludables y otro de prevención de accidentes", enumera Vázquez.

Precisamente Rafael Marañón, adjunto a la Urgencia de Pediatría, es uno de los médicos que imparte uno de ellos, el de prevención de accidentes.

En esta amena lección el galeno intenta, como él mismo señala, "que los niños se vayan de aquí con tres ideas muy claras de lo que no tienen que hacer" para evitar que les tengan que visitar con algún problema de salud fruto de una caída en bici, una intoxicación o una picadura mal tratada, por ejemplo.

El timón de las visitas sobre el terreno y también uno de los talleres los lleva Laura Cervantes, enfermera especialista de la Urgencia del hospital, quien también tiene muy claro el por qué de esta iniciativa.

Talleres magistrales

"Queremos que conozcan nuestro servicio para evitar el miedo a lo desconocido", resalta la enfermera, quien ha impartido un taller magistral de anatomía a los niños en el que éstos, a diferencia de lo que hacen cuando se enfrentan a un libro o a un examen, casi se han peleado porque les preguntaran.

Quizá el secreto haya estado en que la anatomía se la han enseñado de forma interactiva con unos muñecos desmontables que nada se parecen a las fotografías de los volúmenes escolares.

Para terminar la mañana, los niños también han podido disfrutar de un desayuno saludable y han aprendido a lavarse las manos correctamente.

"Queremos una educación sanitaria para los niños y que tengan buenos hábitos, tanto de higiene como de alimentación", matiza Cervantes, antes de dejar marchar a los niños que, a buen seguro, no olvidarán estas lecciones ni que el hospital no es un sitio tan malo como lo pintan algunas películas.

"Si esto va a servir para disminuir la ansiedad o el temor cuando vengan, ya hemos ganado muchísimo", desea Vázquez quien, para tranquilidad de los niños con miedo a las agujas, confirma que en la inmensa mayoría de las consultas de estas Urgencias, "únicamente se realizan exploraciones, ni pinchar ni nada".

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