Las cinco expedicionarias del Reto Pelayo Polar y todo el equipo se encuentran en el momento más duro y difícil de la aventura contra el cáncer de mama. Las grietas y el viento no están impidiendo su avance firme y convencido hacia el objetivo marcado

Las expedicionarias del Reto Polar en el momento más duro y difícil
Imagen del Ártico/Foto facilitada por los organizadores del Reto Pelayo Polar
  • 20 de septiembre, 2017
  • GROENLANDIA/EFE/CARLOS DE TORRES
 La “enormes grietas” que se abren en el hielo del “Inlandis” groenlandés y el fuerte viento en la zona no han sido obstáculos para que la expedición Reto Pelayo Vida Polar 2017, compuesta por las cinco mujeres que superaron el cáncer, cumplieran con la quinta jornada de marcha cuyo objetivo es atravesar esta zona del Ártico.

Tras un duro comienzo con el tiempo en contra y sin poder utilizar los trineos de carga, Encarnación, Micaela, Esther, Lorena y Ana Belén llegaron e instalaron el campamento en el mar de hielo situado a 30 kilómetros de la salida, en el glaciar de Sondre Qipisarca.

Aunque la marcha de la cordada haya sido lenta por la dificultad de ir sorteando las grietas, el objetivo del día se cumplió ayer con  nota y tanto las fuerzas como los ánimos siguen intactos ante las próximas jornadas, que también ofrecerán las dificultades propias de una de las zonas más inexploradas del planeta.

“Hoy nos hemos dado una buena paliza porque el viento nos lo ha puesto muy difícil y las grietas en hielo vivo nos han obligado a tomar todo tipo de precauciones, incluso hemos tenido que recurrir a técnicas que solo se utilizan en situaciones técnicamente muy complejas”, dijo a Efe en comunicación con la base polar de Qassiarsuk el guía de la expedición, Curro González.

Según ha comentado Curro, el rendimiento de las cinco mujeres está “incluso superando” las expectativas iniciales, sobre todo teniendo en cuenta que no son deportistas profesionales y que afrontan por primera vez un reto de tal magnitud.

“Su comportamiento, tanto en lo físico como en lo técnico, está siendo genial y la capacidad de sufrimiento es ilimitado, lo que anima al resto de la expedición. A la hora de salvar las grietas con las pulkas manejan a la perfección las técnicas aprendidas hace apenas unos días”, añadió el responsable de la cordada.

Dos miembros de la expedición en pleno esfuerzo/Foto facilitada por los organizadores del Reto Pelayo Polar

Lorena Blázquez, momentos antes de montar el campamento a 700 metros de altitud, aseguró haber vivido una jornada “dura pero emocionante y con la sensación de que cada día que pasa las sensaciones son mejores”.

“Somos un equipo con mayúsculas, nos ayudamos en todo y eso será la base para cumplir con nuestro reto. Ni el viento ni las grietas ni el frío nos podrá parar”, señaló.

La expedición Reto Pelayo Vida Polar 2017 tiene ante sí el desafío de atravesar el Ártico surgroenlandés a través de cerca de 200 kilómetros a pie y 100 en kayak entre icebergs a través de los fiordos de esta zona de Groenlandia, la segunda isla más grande del mundo, solo superada en extensión por Australia.

El mensaje final será demostrar que “después del cáncer hay vida”, de ahí que las cinco valientes elegidas tengan ante sí un reto deportivo y, sobre todo, personal, que culminarán en los próximos días. El regreso a Madrid está previsto para dentro de una semana, el próximo 27 de septiembre.