Crear un mapa europeo de los cánceres hematológicos con datos de más de 100.000 pacientes es el objetivo de la alianza Harmony. Un big data con aportaciones de las empresas farmacéuticas, de la práctica clínica y de los grupos de investigación que persigue mejorar la eficacia y acortar el camino en la lucha contra los cánceres de la sangre

Harmony: El big data europeo de los cánceres hematológicos
Logotipo de la alianza Harmony, un big data europeo del cáncer hematológico.
  • 31 de octubre, 2017
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

En la plataforma de Harmony se volcarán en pocos meses millones de datos clínicos de los pacientes, sobre la evolución de la enfermedad, sobre fármacos o, entre otros, sobre las distintas mutaciones genéticas de las células neoplásicas. Todo ello bajo un paraguas de privacidad y seguridad que protege al paciente.

“Es el primer proyecto europeo dedicado a las neoplasias hematológicas que abarca todos los campos implicados en la enfermedad integrando series de big data con datos de alta calidad”, explicaba el doctor Jesús María Hernández Rivas en el seminario para periodistas de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) celebrado recientemente en Salamanca.

Y es que el proyecto Harmony se coordina desde el Instituto de investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). El doctor Hernández Rivas, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, y el doctor Guillermo Sanz Santillana, jefe de Hematología Clínica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, están al frente.

Dos hematólogos que unieron sus respectivos proyectos para acudir a la convocatoria de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI), organismo europeo participado a partes iguales por la Comisión Europea y la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (EFPIA, en sus siglas en inglés).

Harmony: alianza público-privada

Así nació un consorcio público-privado integrado por 53 socios: empresas farmacéuticas y tecnológicas, agencias reguladoras del medicamento (como la española y la alemana); hospitales, instituciones académicas, asociaciones de médicos y de pacientes y empresas biotecnológicas de pequeño y mediano tamaño.

Además de los miembros de pleno derecho, también se espera la participación de 150 grupos de investigación cooperativa que actualmente trabajan en enfermedades hematológicas.

Harmony es la primera alianza europea de big data dedicada a los cánceres hematológicos y abrirá la puerta no solo a otros tumores, sino también a otras enfermedades, recalca el hematólogo Guillermo Sanz en una entrevista con EFEsalud.

Y es que la hematología ha sido y es pionera en los avances contra el cáncer al poder estudiar y caracterizar los distintos tipos de tumores dado el fácil acceso a la muestras, a través de un análisis de sangre o médula ósea.

Siete enfermedades, siete grupos de trabajo

Los tumores hematológicos constituyen un grupo complejo de enfermedades que afectan a la sangre, a la médula ósea y a los ganglios linfáticos. Ocupan el quinto puesto en frecuencia y tercero en mortalidad.

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Infografía: Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).

El proyecto Harmony está planteado en siete grupos de trabajo, uno por cada tipo de neoplasia: leucemia mieloblástica aguda, leucemia linfoblástica aguda, leucemia linfocítica crónica, síndromes mielodisplásicos, mieloma múltiple, linfoma no Hodgkin y las neoplasias hematológicas pediátricas.

“Aunque se trata de la principal neoplasia en la infancia, hay muchos tipos diferentes. Por eso las hemos agrupado, pero no descartamos que en un futuro se diversifiquen”, explica el médico del Hospital La Fe.

Dos de los cánceres hematológicos han quedado inicialmente fuera del proyecto: la leucemia mieloide crónica y el linfoma de Hodgkin al considerarse que los avances en los tratamientos tanto convencionales como innovadores, como la inmunoterapia, han conseguido curar a la gran mayoría de los pacientes.

“Pero ahora no solo se trata de que te cures, sino que te cures en el menor tiempo posible y que no sea necesario tomar una pastilla toda la vida. Por eso es probable que en un breve espacio de tiempo también se incluyan en Harmony”, matiza el hematólogo.

En la recta final

Harmony está a punto de pasar de proyecto a realidad. En un mes aproximadamente se iniciará el proceso de transferencia de datos a la base ya diseñada.

Los primeros datos que se van a volcar son los de al menos 5.000 pacientes con leucemia mieloblástica aguda (LMA), 1.000 de ellos procedentes de España. Este será el proyecto piloto que verifique el funcionamiento del sistema y que permitirá detectar posibles escollos.

“Creemos que en seis meses podremos tener resultados sobre la presencia de enfermedad mínima residual en la evolución de los pacientes con LMA, después de haber empezado el tratamiento, y podremos tener nueva información de cuál es el valor pronóstico respecto a la supervivencia de las distintas mutaciones moleculares”, manifiesta el doctor Guillermo Sanz.

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Imagen de leucemia aguda mieloide. Foto: Atlas del Grupo Español de Citología Hematológica.

Un cruce de datos y un análisis de resultados que va a permitir afinar las estrategias contra los tumores hematológicos siempre con la mirada puesta en el paciente.

"Es necesario armonizar los resultados, que todos hablemos un lenguaje común. Debemos incorporar esos datos a la práctica clínica y que se reflejen en el paciente", insiste por su parte el doctor Jesús María Hernández Rivas.

Y entre los objetivos de Harmony está acelerar el desarrollo de los fármacos, acortando los tiempos hasta que lleguen al enfermo y acercarnos a la sostenibilidad al poder ajustar los precios según el beneficio de cada fármaco y si es viable su financiación pública.

También se puede detectar, por ejemplo, dónde se localizan pacientes con una determinada mutación genética y “que podrían beneficiarse de entrada de un medicamento antes de entrar en un ensayo clínico normal, que llevaría años”.

"En un horizonte de medicina personalizada, con esta gran base de datos que es Harmony “podremos conocer con precisión a qué tipo de paciente le funciona un determinado medicamento y descartarlo para otros que no tendrían ningún beneficio”, apunta el hematólogo Guillermo Sanz.

Millones de datos, un gran big data, un lugar común sobre los cánceres hematológicos, cuyo análisis y resultados tendrán repercusión real en el tratamiento del paciente. Además, manifiesta el doctor Sanz, “si el proyecto tiene éxito será el modelo de investigación a seguir en el futuro con todas las enfermedades. Por ello, el IMI, lo considera ya como su proyecto estrella”.

Por eso un big data debe cumplir con las cuatro "V": VOLUMEN de datos; VARIEDAD; VELOCIDAD en manejo; y VERACIDAD en los resultados. "Incluso hay quien propone una quinta V, que esos datos aporten VALOR", concluye, por su parte, el doctor Hernández Rivas.

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