“Hablar de cáncer prostático es hablar de uno de los temas de salud que más preocupan a los hombres, incluso sin que la mayoría de ellos tenga muchos conocimientos sobre la próstata. Poner el foco médico en su envejecimiento y masculinidad afectará, por tanto, a la sexualidad, lo más íntimo de su hombría”, opina la Dra. Carmen González Enguita
De cáncer prostático y hombres, una magistral consulta de urología
“Y con el pensamiento centrado en el futuro del varón, destino que debe estar alejado de la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil, ¿qué podemos hacer l@s especialistas para evitar, por un lado, que sufran el perverso cáncer de próstata y, por el otro, para tratar la evolución tumoral maligna si llegan a padecerlo?, plantea la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
EFEsalud y su cirujana uróloga de referencia, la doctora González Enguita, han elaborado un videoblog multimedia sobre cáncer prostático que ofreceremos en dos capítulos, uno hoy y otro semanas después, con el fin de informar y divulgar acerca de las células que crecen de forma descontrolada en este órgano tan pequeño con forma de castaña situado debajo de la vejiga, delante del recto; una glándula sexual cuya misión reproductiva es fundamental.
Contra el cáncer prostático, en Movember… y durante todos los meses del año
En “Movember“ se conmemora a diario la prevención y tratamiento del tumor prostático. Esta asociación nació en Australia en el año 2003 a iniciativa de un grupo de jóvenes que decidieron dejarse el bigote para apoyar a un amigo que padecía cáncer de próstata.
Desde entonces, múltiples iniciativas extendidas por muchos países colaboran con centros de investigación, fundaciones, asociaciones u organizaciones de salud con el fin de trabajar en temas de salud de los hombres, siendo el cáncer de próstata su dedicación primordial.
La próstata con tumoración maligna, que poco o nada tiene que ver con la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP), es uno de los problemas médicos mas relevantes en la población masculina.
“Es una enfermedad oncológica que afecta básicamente a varones mayores de 65 años, pero no solo”, acota la uróloga; quien nos ofrece algunos de los datos más destacados:
- Es el tumor más frecuente en los hombres, con más de 33.000 casos nuevos anuales en países como España, lo que corresponde a una ratio de 1 por cada 6 varones.
- Aún así, no es el tumor que provoca una mayor mortalidad en los hombres, ya que se sitúa en este apartado por detrás del cáncer de pulmón y el colorrectal.
- El 90% de los casos se diagnostican en fases potencialmente curables (enfermedad localizada), siendo el 60% de bajo riesgo o riesgo intermedio. Solo el 10% de los casos se encuentran en fases avanzadas, de los cuales entre un 5% y un 7% desarrollarán metástasis.
- El impacto de los tratamientos radicales consolidados que podemos ofrecer para la curación afectan a la calidad de vida cotidiana, fundamentalmente incontinencia urinaria y disfunción eréctil; y esto, junto a la necesidad de curación, les preocupa mucho a los hombres.
- Tienen unas tasas de curación esperanzadoras, incluso aquellos pacientes que no terminarán curándose: viven durante muchos más años de lo que podrían anhelar otros pacientes con otra enfermedad tumoral gracias a los recientes avances terapéuticos. También, señalar que en estos casos los pacientes tienden a llevar una vida autónoma e independiente.
- Destacar que no existe una única enfermedad de cáncer de próstata, sino que hay determinadas variables que deben de ser abordadas de formas diferentes. Sera misión del especialista en urología el determinar el tipo y las características del tumor según el momento del diagnóstico, la localización y la significación clínica de la enfermedad en cada caso.
“A este respecto, y hablando de la significación clínica, hoy en día se ofrece una vigilancia activa para casos concretos donde el hallazgo-diagnóstico de tumor reúne las características necesarias solo para ser vigilado. Requiere una vigilancia constante y minuciosa del cáncer mediante analítica, estudios de imagen y biopsias. Si los resultados de los estudios cambiasen en algún momento se modificarían las opciones de tratamiento para intentar curar el cáncer”, determina.
Cabe señalar, siendo una enfermedad de largo recorrido, que van a aparecer en escena, en torno al paciente y en diferentes momentos, profesionales de la salud como médic@s especialistas de hospital y de Atención Primaria, personal de enfermería, psicó-oncolog@s, trabajadores y trabajadoras sociales o de atención paliativa.
“Un largo etcétera de disciplinas con personas entregadas que pueden, incluso, llegar a abrumar la atención del paciente. Entre todos, cada un@ desde su área de conocimiento, mediante trabajo en equipo, se cubrirán todas las necesidades del paciente”, argumenta.
“Y el paciente no debe olvidar que es trascendental que tenga un papel activo en su enfermedad, que se haga oír, y que le escuchemos, no solo para la toma de decisiones sobre su salud, sino, y sobre todo, para que sea él quien dirija las acciones y persevere en el control más absoluto posible de su enfermedad”.
Diagnóstico precoz del cáncer de próstata, mejor ahora que luego
El objetivo médico frente a la enfermedad del cáncer prostático es encontrar el tumor “cuanto antes”, en las etapas o estadios tempranos; ya que en estos casos se pueden ofrecen muchas más opciones terapéuticas y se mejorará radicalmente el pronóstico de la enfermedad.
“No existen síntomas específicos de la enfermedad en fases tempranas, por lo que si aparecieran, y suelen ser síntomas en relación con la micción -orinar-, será el especialista quien determinará el contexto clínico de lo que está sucediendo”, aclara la doctora González Enguita.
El tacto rectal se convierte así en el camino estándar de la exploración física.
“La situación de la próstata es muy accesible a través del recto, y la información que aporta el tacto con con los dedos es muy valiosa: identificamos las características anatómicas de la glándula (consistencia, forma, tamaño, superficie, la existencia de irregularidades, etc.)”, detalla la cirujana.
Pero será una prueba sanguínea la que identifique el Antígeno Prostático Específico (PSA), proteína producida por las células de la glándula prostática, la clave de la disminución de la mortalidad por este cáncer desde que se descubrió en los años 70 del siglo XX.
“Es recomendable que los hombres se realicen una determinación de PSA partir de los 50 años. Aquellos varones con antecedentes familiares de cáncer de próstata (padre, tíos, hermanos), o de raza negra, deben de comenzar antes sus controles de PSA, idealmente alrededor de los 45 años”, informa.
No obstante, las cifras elevadas de PSA no deben convertirse en una obsesión para el varón, sino solo un motivo de consulta con el médico, quien siempre nos ofrecerá los mejores consejos.
“Existe una inquietud basada en los niveles altos de PSA de un análisis sanguíneo. Su nivel por encima de 4 ng/ml puede expresar el desarrollo de un cáncer en la próstata, de ahí el temor. Debemos tranquilizar a la población diciendo que, si bien es verdad que puede ser un marcador tumoral, hay diversidad de situaciones y procesos benignos prostáticos que lo pueden elevar”, explica
“Por ejemplo, los niveles altos de PSA -continúa- pueden obedecer tanto a un tacto rectal previo, como a una eyaculación, a una prostatitis, a una infección urinaria, a un cálculo en la vejiga o a llevar el paciente una sonda vesical. Son múltiples las situaciones patológicas de la próstata, por lo que es preciso una correcta interpretación de ese marcador de PSA”.
En los últimos años, la investigación en diagnóstico precoz se ha centrado en la búsqueda de otros biomarcadores, los denominados marcadores moléculogenéticos. Son determinaciones que se realizan a través del análisis de la orina.
Estos análisis permitirían:
- Orientar a qué paciente Biopsiar para evitar el sobrediagnóstico y sobretratamiento. Creemos que es una obligación ética y científica de la comunidad urológica y del sistema de salud reducir el numero de biopsias innecesarias en pacientes con PSA elevado.
- Determinar el riesgo individual de un CaP clínicamente significativo -etapa del cáncer de próstata-. Intentar definir mejor los tumores prostáticos cuya agresividad puede representar un riesgo de vida para los pacientes. El fin es aproximarnos a una medicina de precisión.
- Ayudar a l@s especialistas a tomar las mejores decisiones en cada caso y circunstancia.
“La mala noticia es que hasta la fecha ninguno de estos biomarcadores ha sobresalido por ser mejor uno que otro, además de que están lejos de ser incorporados a la práctica clínica habitual por no tener datos, todavía, muy concluyentes y por el alto coste de los mismos”, expone la uróloga.
¿En qué consiste la biopsia de próstata y la Resonancia Nuclear Multiparamétrica de Próstata?
Según las cifras resultantes de las diferentes pruebas de PSA, el urólogo decide con qué frecuencia repetirlo o si precisa algún estudio complementario como una biopsia de próstata o una Resonancia Nuclear Magnética -ondas de radiofrecuencia bajo estructura magnética- Multiparamétrica de Próstata (RNM-Próstata).
La biopsia de próstata, que consiste en analizar tanto el tejido prostático como las células que se obtienen de la próstata mediante un procedimiento de punción, ha evolucionado mucho en los últimos años con la aparición de la RNMultiparamétrica (m-RNM).
La RNM-m informa sobre aspectos de la forma y aspecto de la próstata y también de su función gracias a la difusión de las moléculas de agua o de la perfusión de la sangre con medio de contraste, que se inyecta entre las células normales y las células enfermas de la próstata.
Permite mostrar la localización más probable del tumor en el 85% de los casos.
“Fusionando las imágenes de la mRNM con las que se obtienen de la ecografía prostática realizada en el momento de la Biopsia (en tiempo real), ECO-mRNM, la punción transperineal de las áreas señaladas en la RNM, permite obtener las muestras del tumor con resultados mucho más asegurados”, dice.
Este procedimiento diagnóstico se lleva a cabo:
- Con sedación profunda y de forma ambulatoria.
- No presenta los riesgos de infección propios de la biopsia transrectal convencional, al no puncionar la próstata a través del recto.
- Permite un mejor acceso a zonas más difíciles, especialmente la zona anterior y del ápex.
- Realiza la punción de las zonas sospechosas (diana) con mayor precisión.

SEGUNDO CAPÍTULO: “Tratamientos robóticos, energéticos y farmacológicos contra el cáncer de próstata”.
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