El método más exclusivo para identificar y registrar el nacimiento de niñas y niños consiste en colocar una pulsera a la madre, otra a su bebé, más la pinza de cordón umbilical, con un número y código de barras idénticos, a la vez que se extraen dos muestras de sangre, materna y del cordón umbilical, para análisis genéticos en el caso de dudas presentes o futuras

La identificación “inequívoca y con derechos” del bebé recién nacido

La identificación “inequívoca y con derechos” del bebé recién nacido

“Es más, la identificación del recién nacido es un derecho reconocido a nivel internacional por Naciones Unidas. Y como derecho humano constituye una prioridad dentro de las políticas de mejoras en seguridad de la asistencia sanitaria mundial”, dice el Dr. Manuel Sánchez Luna, neonatólogo jefe del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo).

“En los últimos años -recuerda-, ha mejorado sustancialmente la identificación del recién nacido gracias a la generalización del uso de pulseras codificadas, al fomento de la no separación madre-hijo durante la estancia hospitalaria y a la asignación de un historial sanitario individualizado a todos los recién nacidos, y no solo a los bebés que requieran un ingreso en UCI o cuidados intermedios”.

Dr. Manuel Sánchez LunaUn bebé al nacer es una persona con nombre, apellidos y todos sus derechos salvaguardados

Según la estrategia indicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la atención sanitaria debe contar con sistemas implementados que hagan énfasis en la responsabilidad principal de los trabajadores al verificar la identidad de los pacientes, que fomenten el uso de al menos dos identificadores de la identidad y que estandaricen los enfoques para la identificación del paciente entre los distintos establecimientos dentro de un sistema de atención sanitaria”.

En consecuencia, para el comité de Estándares de la Sociedad Española de Neonatología, un sistema de identificación fiable y seguro del recién nacido, al menos hasta el alta hospitalaria, debería cumplir los siguientes requisitos:

  • Identificar de forma exclusiva al bebé en el momento del nacimiento, ya sea en el paritorio o en quirófano… siempre antes de cualquier posible separación madre-hij@.
  • No interferir en el vínculo maternofilial.
  • Verificar la correlación positiva entre la madre y el neonato durante toda la estancia hospitalaria… y hasta su alta.
  • Sistema de identificación que debe permanecer a lo largo del tiempo, con absoluta fiabilidad, y permita resoluciones diligentes frente a cualquier tipo de duda, presente o futura.

“Las limitaciones en la obtención tanto de la huella digital como plantar son bien conocidas, pues la baja calidad de la toma física de dichas impresiones por parte de personal sanitario no cualificado en estas labores impide que ambos registros tintados, por sí solos, consigan valor identificativo en más del 70% de los casos”, subraya el neonatólogo.

“De hecho, desde hace dos décadas, la Academia Americana de Pediatría desaconseja el uso universal de la huella plantar y dactilar como método único de identificación del recién nacido, dado su alto riesgo de confusión”, añade.

Tampoco han demostrado su eficacia aquellos sistemas que utilizan brazaletes identificativos, con el nombre de la madre y la fecha y hora de nacimiento del bebé tanto en la muñeca materna como en la zona del tobillo del recién nacido.

“Existen riesgos ciertos de pérdida de pulseras holgadas, cambios accidentales de pulseras o imposibilidad de lectura de los datos que se incorporan en las mismas”, apunta.

El Codificador Neonatal para la identificación única del bebé

“Incorporado en la mayoría de los centros sanitarios, este procedimiento ha mejorado los sistemas de identificación, pero tampoco es infalible. Consta de pulsera de la madre y del recién nacido, ambas con cierre inviolable, pinza de cordón y pegatinas para la historia clínica y en algunos casos para la documentación civil”, recalca el presidente de seNeo.

Todas las piezas son complementarias a través de un mismo número y un código de barras idéntico y exclusivo para cada recién nacid@ (en partos múltiples, cada bebé tendrá su propio código).

Con el fin de cerrar el paso al equívoco accidental se han desarrollado, a la vez, sistemas biométricos electrónicos y dispositivos de radiofrecuencia para la geolocalización en las pulseras de la madre y el bebé.

Pero sin duda ha sido la huella genética (“gold standard“) la que ha venido a cerrar el círculo de la infalibilidad.

Dr. Manuel Sánchez Luna“El análisis de ADN permite estudiar polimorfismos genéticos. Puede obtenerse de diferentes tejidos o fluidos corporales, como la saliva; pero la muestra suele proceder de la sangre del cordón umbilical. Es un proceso muy estricto que se inicia previa autorización de la madre y siempre con la presencia de la propia madre, el padre, algún representante de la familia autorizado o un responsable legal, según el caso”, informa el Dr. Sánchez Luna.

Las muestras, recogidas con el único fin de garantizar y comprobar la identificación madre-hij@ si existiese alguna incidencia o duda relacionada, no se pueden utilizar para pruebas de paternidad o cualquier otro tipo de estudio e investigación.

El tiempo de conservación y custodia de las muestras oscila, hoy en día y en España, entre uno y cinco años; pero cabe la posibilidad de que esta franja alcance periodos de hasta 15 años en biobancos.

El Dr. Manuel Sánchez Luna envía así un mensaje de tranquilidad: “En todas las maternidades de España se genera una trazabilidad clara y segura de la identificación del bebé desde que nace hasta que es dado de alta hospitalaria y regresa a su casa”.

Ninguna incidencia puede propiciar un fallo del sistema. Utilizar el doble proceso de identificación, codificador neonatal y huella genética, garantiza al 100% los derechos del bebé“, concluye el presidente de la Sociedad española de Neonatología.