De suero fisiológico y de gel cohesivo. De estas sustancias son ahora los implantes mamarios, y a decir de los especialistas, algunos de ellos son infinitamente más seguros que los que se utilizaban hace años, como los famosos PIP franceses, unas protésis con gel de silicona de mala calidad que se rompían con  facilidad

Implantes mamarios: ¿Cómo son ahora?
  • 26 de mayo, 2016
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO

Emilio José Moreno González, médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y Jefe Asociado del Servicio de Cirugía Plástica Reparadora y Estética del Hospital Quirón de Madrid explica los últimos materiales con los que trabaja su equipo y lo importante que es que la paciente esté bien informada.

Este especialista se decanta por  los implantes de gel cohesivo, tipo 3, ya que garantizan que en caso de rotura el gel va a permanecer dentro de la cubierta.

Esto quiere decir, según Moreno, que en caso de que haya un accidente o el implante se rompa por cualquier motivo “nunca vamos a tener silicona desperdigada por el cuerpo de la paciente”, y lo segundo que garantiza ese gel es que el implante no tiene porque romperse.

Lo cual, indica, no quier decir que sea un implante que vaya a durar para siempre.

El especialista ha reconocido a EFEsalud que cada vez se ven más casos de cirugía relacionadas con roturas de implante:

“Son implantes que se pusieron hace 25 años y que no eran de la calidad actual y van llegando a su término. Como a muchas pacientes no se les advirtió de la necesidad imperiosa de su sustitución, nos encontramos con implantes que tienen 20/ 25 años y que tenían que haber sido recambiados en 10 o 15 años. Es un problema creciente”, señala.

Además y a diferencia de antaño, hoy en día la resonancia magnética en manos expertas detecta la rotura de implantes con eficacia muy elevada.

Cuando un implante tiene un gel que no es cohesivo tipo 3, la recomendación debería ser un cambio a los 10 años, pero para el tipo 3 no existe una fecha en la que se tenga que cambiar el implante si o sí, asegura este experto.

Aunque, advierte, hay que seguir un protocolo de control clínico durante los primeros 15 años , revisiones anuales o bianuales y a partir de los 5 años un control radiológico, pero mientras que el implante se manifieste íntegro en la resonancia magnética , sabemos que el gel no se va a ir a ningún sitio podemos permanecer sin sustituir la prótesis.

La técnica

Habitualmente en aumentos convencionales, la técnica que más se utiliza, indica el especialista, es vía surco submamario: cuatro o cinco centímetros en función del tamaño de la protésis, y la cicatriz queda debajo de la mama.

Hoy en día el aumento convencional es la estrella, es el más demandado.

Las pacientes que lo piden suelen tener entre 25 y 40 años. Las más jóvenes aún no han tenido hijos y tienen poca mama, y las más mayores son mujeres que ya han sido madres y quieren arreglarse los pechos tras la lactancia.

En edades superiores, entre 60/70 años, no existe esta demanda, y es más frecuente la reducción mamaria, inclusos pacientes que han llevado implantes, solicitan esta reducción porque quieren más comodidad, menos exuberancia, más discreción.

Para estos casos, explica el doctor Moreno, hay unas cirugías específicas para retirar los implantes previos, colocar la mama en su sitio y sustituir el volumen que aportaba la prótesis por grasa de la propia paciente mediante injerto.

Complicaciones de las que preocuparse

 head surgeon and director of Mediburg Clinic Balazs, performs an operation to exchange breast implants of a patient in Szent Istvan Hospital in Budapest, Hungary, 28 February 2012. The operation was performed because the implants used by the patient grew old. EPA/PETER KOLLANYI **HUNGARY OUT**
EPA/PETER KOLLANYI

Durante las primeras horas son las hemorragias, la complicación de cualquier cirugía, aunque en cirugía plástica son poco frecuentes, un 1%, y en ningún momento van a poner en riesgo la vida del paciente.

Lo que sucede es que aumenta el dolor del postoperatorio, y puede tener trascendencia respecto al resultado.

Luego están las infecciones, también comunes a cualquier infección. El equipo del doctor Moreno tiene un protocolo de actuación en el que el índice de infecciones es cero, asegura.

Pero en el aumento mamario, hay una complicación que es muy importante y que, a juicio de este especialista, debe conocer toda paciente que es la contractura capsular.

Esta contractura es una de las causas más frecuentes de cirugía secundaria junto a la rotura.

Por esta y otras razones, el doctor Moreno defiende que la información es importantísima y los pacientes deben saber que implante les están poniendo, cuales son las alternativas y que conozcan que no todos los implantes son iguales: ”los hay muy buenos y muy malos y algunos como los PIP, que siempre hemos sabido que eran malísimos y el que los ha usado lo ha hecho por una cuestión puramente económica”.

En cuanto a los implantes de suero, si estos se rompen y hay un escape, este se reabsorbe sin problemas para el organismo.

Estos últimos implantes, según el doctor Moreno, tienen una duración de 10 /12 años, lo que obliga a cambiarlos porque se acaban rompiendo, aunque su rotura sea inocua.

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