El presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Joaquín Poch, repasa en una entrevista con EFEsalud la situación actual de la sanidad, los retos y problemas de la salud; el estado de la investigación científica; el papel de la institución que representa y la formación de los profesionales de este sector.

Los retos de la salud: envejecimiento, enfermedades crónicas y sostenibilidad
Real Academia Nacional de Medicina/ Fotografía cedida por la RANM
  • 14 de julio, 2014
  • MADRID/EFE/PAZ OLIVARES

Después de casi dos siglos vagabundeando por la ciudad de Madrid, llegó el año 1908 y la Real Academia Nacional de Medicina aún no tenía sede fija. Por aquel entonces, era presidente de la institución Carlos María Cortezo. A su vez, era también el médico personal del rey Alfonso XIII. Entre ambos se decidió llevar a cabo la construcción del edificio situado en el número 12 de la madrileña calle de Arrieta.

Hoy, cien años después de su inauguración en 1914, EFEsalud ha hablado con el presidente de la Academia, el profesor y doctor Joaquín Poch, quien cumple dos años en este cargo, para hacer un repaso de la situación en la que se encuentra la salud, el sistema sanitario y la formación de los profesionales en este ámbito dentro de nuestras fronteras.

¿Qué papel juega la Real Academia Nacional de Medicina en el terreno de la investigación?

No se trata de un organismo investigador como tal, pero sí es un lugar en el que se alberga una enorme cantidad de investigadores. Es más, prácticamente el 100% de los académicos que integran el cuerpo de la institución son grandes expertos dedicados a la investigación en sus respectivas áreas.

Asimismo, acoge a expertos de otros ámbitos que no son estrictamente académicos cuando tienen algo importante que mostrar. Unas veces se dirigen ellos a nosotros, pero otras es la propia Academia la que les invita a que expongan sus estudios, ya que es muy sensible con temas de avances científicos.

Nuestra aspiración es que cualquier aspecto importante que se produzca dentro de las fronteras de la medicina tenga su reflejo en nuestras aulas.

¿Qué importancia tiene como institución?

Joaquín Poch, presidente de la RANM. Efesalud.com
Joaquín Poch, presidente de la Real Academia de Medicina/ Foto cedida por la RANM

Todas las Reales Academias tuvieron su origen en el siglo XVIII, ya que fueron un resultado de la Ilustración. Con el tiempo, han ido perdiendo protagonismo en determinados ámbitos, pues han sido sustituidas por sociedades nacionales o regionales de las diferentes especialidades. A pesar de ello, también han ido cobrando una mayor importancia.

Es un consultor de primer grado para el Estado, para las administraciones de la justicia y, sobre todo, es un lugar que reúne personas con el máximo prestigio dentro de la medicina y un organismo de encuentro de la excelencia médica.

La nuestra es custodia de una biblioteca médica histórica, que es probablemente la segunda más importante del país después de la de la Universidad Complutense. Hay libros de un mérito y valor incalculable. Asimismo, dentro de los proyectos que tenemos, está el de la continuación de su gran diccionario de términos médicos, que va a tener una segunda edición en un diccionario panhispánico.

También tenemos la Fundación de la Academia, que cuenta con un museo de historia de la medicina haciendo exposiciones puntuales, tanto de instrumental médico como de documentación.

¿Cuál es la situación actual de la sanidad española?

El estado de la atención sanitaria es el resultado de una medicina moderna, digna de los países más importantes y adelantados científicamente del mundo entero. Es un sistema que se puede equiparar con la francesa, la alemana, la inglesa, la italiana o la norteamericana.

Es cierto que nuestra sociedad tiene luces y sombras, pero la sanidad es uno de los grandes logros, tanto si hablamos de la privada como de la pública.

¿Hay una buena formación de los profesionales de la medicina? 

Es una formación correcta que tiene cada vez un contenido práctico más importante, y este es un elemento extremadamente motivador para los estudiantes. Cuando se ve que lo que está escrito en los textos tiene un reflejo en la realidad clínica del día a día, se estudia con más ánimo. Además, sin ningún tipo de duda, la formación de posgrado MIR es una de las “joyas de la corona” de la sanidad española. Se trata de una formación excelente y muy rigurosa en la selección de los estudiantes.

Pocos son los países que disponen de un sistema tan bien reglado y garantizado de la formación clínica de los residentes.

¿Cuáles son los mayores problemas de salud hoy?

Las enfermedades cardiovasculares, la cronicidad y el cáncer. A medida que aumenta la edad de la población, este tipo de problemas son cada vez más frecuentes e importantes.

La medicina no es nunca ajena al contexto en el que se vive y, dentro de la ecuación de salud del ser humano, esta es una de las patas de apoyo. La salud depende muchas veces de la ingeniería y de la economía sanitaria que haya en un país.

¿Cómo ha evolucionado la Real Academia de la Medicina a lo largo de la historia?

Ha tenido la misma evolución que la medicina en la sociedad española, es decir, ha tenido altibajos. Un denominador común ha sido el prestigio de sus miembros; aunque es evidente que no todos los grandes médicos han pertenecido a nuestra institución, sí todos los académicos han sido grandes especialistas en medicina. Siempre ha sido un lugar donde se comunicaban las grandes primicias de la medicina y este es el hilo conductor de la actividad académica a lo largo de casi tres siglos.

Por nuestros asientos han pasado figuras como Cajal, Marañón o Jiménez Díaz.

¿Cuáles son los retos del futuro de la medicina?

  • Abordar los grandes retos del envejecimiento de la población
  • Control de la natalidad
  • Aumento de las enfermedades crónicas
  • Sostenibilidad económica del sistema sanitario
  • Aparición de nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento
  • Avances en biomedicina
  • El cuidado de los más mayores va a ser un debate muy importante y la geriatría como especialidad médica va a tener un desarrollo potencial.