Una mirada global de la transexualidad necesita múltiples lentes. Por eso, Madrid acoge desde hoy y hasta el sábado 6 de julio el 2º Congreso Europeo de Transexualidad, organizado por la Unidad de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) de la Comunidad. Expertos nacionales e internacionales comparten los últimos avances médicos y la compleja perspectiva social que abarca este tema

“Lo que pretendemos es un abordaje científico, psicológico y sociológico sobre el tema de la transexualidad”. Así resume el objetivo central del congreso el endocrinólogo Antonio Becerra, coordinador de la UTIG y presidente del Comité Organizador de este encuentro, que sigue la línea que comenzó el año pasado con la celebración de la primera versión en Turín.

Becerra dijo en declaraciones a EFEsalud que las actividades coinciden con el sexto aniversario de la unidad de la Comunidad de Madrid, en la que llevan “más de 800 pacientes transexuales atendidos”.
“Esta UTIG se abrió en 2007 y la componen distintos servicios médicos y quirúrgicos de los hospitales universitarios Ramón y Cajal y La Paz”, como reseñan los organizadores en un comunicado de prensa.
La unidad se ha especializado en esta terapia que “dura toda la vida” con una visión multidisciplinar.
El congreso
Las jornadas de este año se inician en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid con una “Conferencia Internacional sobre Transexualidad y Andrología”, con el fin de, en palabras de Becerra, “definir mejor los aspectos de la transexualidad que merecen ser tenidos en cuenta a la luz de crecientes evidencias científicas”.

Manuel Ródenas, abogado y coordinador del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid, explica que el abordaje del tema tiene dos caras: “una es la sanitaria, en la que entran los avances y las prácticas que se vienen realizando en este campo, y la otra es el aspecto social y jurídico que hay detrás de las demandas y reivindicaciones sociales que las personas transexuales tienen aún pendientes”.
Así, ginecología, cirugía, farmacología, psiquiatría, psicología, sexología, ética, jurisprudencia, sociología, entre otras disciplinas, se dan cita para analizar la transexualidad desde todas sus aristas.
Expertos de primera línea
El doctor Joss Megens, coordinador de la Unidad de Género de Ámsterdam, es uno de los especialistas más esperados por la comunidad científica española. Becerra explica que su visión es relevante porque tiene “32 años de experiencia” trabajando el tema.
Otro de los invitados que destaca Becerra es el especialista Guy T’Sojen, coordinador de la Unidad de Género de Gante, “un endocrinólogo que ha trabajado 15 años en este sentido”.
Asimismo, entre una veintena de invitados locales, menciona al otorrinolaringólogo Ignacio Cobeta, experto en técnicas para modificar el timbre de la voz, un área que para Becerra es una auténtica novedad: “el abordaje de la voz desde un punto de vista multidisciplinar, su cambio en personas transexuales, de masculino a femenino”.
La otra cara
Además de los especialistas, pacientes y familiares de pacientes toman la palabra en las otras jornadas de transexualidad madrileña que se llevarán a cabo el sábado en la Casa de Vacas del Parque de El Retiro.
Este espacio servirá para evidenciar los “Aspectos Éticos, Sociales y Jurídicos de la Transexualidad”, como se llama la conferencia que se centrará en la esfera legal, que Ródenas define como un campo en el que “todavía hay muchas demandas para que se aprueben medidas contra la discriminación y a favor de la inclusión en el mercado laboral”.
Agrega que a pesar de que “en los últimos años ha habido algunos avances en lo social, siguen existiendo muchísimas peticiones en España y en otros países del mundo” por parte del que califica como el “colectivo social con más riesgo de exclusión”.
Las expectativas
Este 2º Congreso Europeo de Transexualidad se ha trazado metas claras. Para Becerra es crucial avanzar en la prevención de las prácticas de riesgo, que son múltiples.
Se refiere a las que “hicieron clásicamente todas las personas transexuales, como inyecciones de silicona líquida libre, intervenciones quirúrgicas parciales y sin control, la automedicación y hasta operaciones de vaginoplastia o faloplastia en manos no excesivamente expertas”.
Enfatiza que “la sanidad pública ofrece un protocolo riguroso, clínico, científico y contrastado para que estas prácticas de riesgo disminuyan al mínimo”.
Para él es fundamental entender que “la transexualidad no se cierra con el tratamiento hormonal y quirúrgico, sino que tiene que ser a largo plazo, para toda la vida”, porque conlleva consecuencias biológicas y psicológicas que requieren atención especializada para evitar consecuencias y complicaciones.
“El primer hueco que espero llenar, como coordinador de la UTIG y como presidente de este comité organizador es normalizar, insisto en la palabra, normalizar el abordaje científico de la transexualidad, puesto que necesita profesionales sanitarios de distintas disciplinas para que las técnicas sean las más adecuadas y con el menor efecto adverso posible”, concluye.
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