El “flushing” es un enrojecimiento de la cara, transitorio o permanente, que puede provocar incomodidad a quien lo padece y que se produce por una vasodilatación de la circulación facial en personas predispuestas genéticamente. Los demartólogos emplean el láser o la luz pulsada para combatirlo y mejorar estéticamente.

Rosácea láser lucha contra el rubor de la piel facial
EFE
  • 20 de diciembre, 2013
  • MADRID/EFE-REPORTAJES/PURIFICACIÓN LEÓN

Montserrat Salleras, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Sagrado Corazón de Barcelona y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que esta vasodilatación, que puede ser espontánea, sin motivo aparente, en la mayoría de los casos es una respuesta a estímulos como el calor o el frío; la exposición solar; la fiebre; comidas copiosas, calientes o picantes; las emociones; el alcohol; el tratamiento con ciertos fármacos o la menopausia", comenta la doctora.

La doctora Salleras precisa que el “flushing” también es propio de ciertas enfermedades como la rosácea, una enfermedad dermatológica que se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación de la piel, en especial en la  frente, la nariz, las mejillas y la barbilla.

También se puede tener ardor y una leve hinchazón, además de surgir delgadas líneas rojas bajo la piel debido a que los vasos sanguíneos se agrandan , describen los expertos del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos.

Asimismo, puede haber un enrojecimiento constante y granos en la piel que pueden llegar a ser dolorosos.

"Tener los ojos y los párpados inflamados, la nariz hinchada y la piel engrosada también son síntomas de la rosácea", señala el instituto estadounidense.

Las causas de la rosácea no están del todo claras, pero algunas investigaciones recientes muestran que el origen de esta enfermedad podría ser bacteriano.

En este sentido, investigadores de la Universidad Nacional de Irlanda exponen en un artículo publicado por la revista “Journal of Medical Microbiology” que el origen de la rosácea podrían ser unos pequeños ácaros que se encuentran en la piel.

“De un 5 a un 15% de la población padece rosácea”, subraya Ramón Grimalt, dermatólogo, profesor de Dermatología en la Universidad de Barcelona y coordinador de Dermatología en la Universidad Internacional de Cataluña.

Según indica el especialista, las personas más predispuestas a padecer esta enfermedad son "las de piel muy blanca, pelo rubio y ojos claros. La rosácea también se da en personas de piel morena, pero en estos casos cuesta más reconocer sus formas mínimas", detalla.

Láser, cremas y maquillaje

El tratamiento cosmético para el “flushing”, ya se deba a la rosácea o a cualquier otra causa, es el camuflaje. Para ello, como señala la doctora Salleras, "se emplean cremas de tonalidades verdosas y maquillajes que cubran".

“Existen también descongestivos tópicos, que son refrescantes, pero hasta la llegada de la brimonidina no había un tratamiento tópico realmente eficaz”, comenta.

La dermatóloga aclara que la brimonidina es un medicamento que cierra los vasos sanguíneos y que, aplicado por la mañana en crema, evita el enrojecimiento durante doce horas aproximadamente. “Actúa a los treinta minutos de su aplicación y no tiene efectos secundarios de relevancia, ni efecto rebote”, asegura.

También hay tratamientos con medicamentos por vía oral pero, según manifiesta la dermatóloga, los fármacos orales “hasta la fecha han obtenido beneficios discretos”.

Respecto a las técnicas estéticas para combatir el “flushing”, Salleras considera eficaces los tratamientos con láser o luz pulsada que, con varias sesiones “mejoran mucho la evolución del proceso y cierran los vasos sanguíneos faciales de forma permanente”.

La especialista explica que con cualquiera de las dos técnicas se necesita una sesión mensual durante tres o cuatro meses. El precio suele rondar los 300 o 400 euros por sesión y la piel queda enrojecida durante unas 48 a 72 horas.

La dermatóloga recomienda protegerse del sol a que quienes se sometan a este tratamiento y considera que siempre es mejorar hacerlo en invierno.

Antes de optar por un tratamiento u otro, la doctora aconseja consultar con un experto. “El dermatólogo es el especialista idóneo para realizar el diagnóstico y decidir el tratamiento tópico, oral o láser”, destaca.

En lo relativo a los cosméticos, la especialista advierte de que una persona con “flushing” "debe evitar todos los cosméticos agresivos como "peelings" o exfoliantes y aquellos que llevan ácidos, como el glicólico o el retinoico".

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