A veces dejamos los problemas personales en manos de una pastilla. Es el caso de algunos de los protagonistas de “Efectos Secundarios”, una novela que convierte los diez medicamentos más vendidos en personajes de carne y hueso. Almudena Solana se detiene en lo imprevisible, aquello que va más allá de los grandes acontecimientos: las secuelas de la vida

“¿Qué mejor radiografía de la sociedad que analizar los medicamentos más consumidos?”. La novelista Almudena Solana, autora de “Efectos Secundarios” (Editorial Planeta) justifica así su decisión de transformar diez fármacos en diez personas con vidas entrelazadas.
Adiro tiene dolores de cabeza, Paracetamol sufre alzhéimer y Ventolín recurre a su inhalador para poder tocar el saxofón. “Ellos mismos son el medicamento y la persona en relación con su medicamento”, apunta Solana.
La trama atrapa al lector en una tela de araña cuyo hilo conductor es Sintrom, un observador nato que entabla amistad con un farmacéutico. Es allí, en la farmacia, donde Sintrom escucha la historia de varias personas que conviven con su medicamento “como convive un fumador con su cigarro”.
Algo más que un farmacéutico
“En las farmacias se tienen grandes conversaciones, como en las cocinas”, afirma Solana. Esta reflexión se refleja en una obra que otorga gran importancia al papel del farmacéutico.
“Los farmacéuticos hacen mucho más que dispensarte un medicamento; son esas personas que siempre están dispuestas a escucharte”.
El amigo de Sintrom conoce muy bien a las personas que entran en su farmacia. Este hecho no sorprende, ya que los medicamentos hablan sobre la vida de quienes los consumen, tal y como sucede en la novela.
“Soy un huésped en la farmacia de mi amigo. La gente le cuenta su vida en dosis, a él no le mienten (…) ¿Qué hay detrás de estos principios activos que nos mantienen a flote?”
Una historia de ficción inspirada en la realidad
“Siempre estoy con los ojos muy abiertos y me inspiro en lo que veo cada día. Todos los condimentos del cóctel están en la vida. Sólo hay que encontrarlos”, explica Solana.

“Empezó a tomar Nolotil la noche de la última cena con la que iba a ser su futura mujer (…) Nolotil cápsulas se utiliza para el tratamiento del dolor agudo posoperatorio y postraumático. En su caso, más bien podría ser para lo segundo”.
Los efectos secundarios no solo nos afectan al tomar ciertos fármacos. Todo acto tiene sus consecuencias, muchas de ellas imprevisibles, y en ellas incide Almudena Solana:
“Es un canto a las carreteras secundarias, al amor que apareció en la primera esquina cuando esperabas a otro, a ese amigo que perdona ante una decepción. Son las excepciones de la vida”.
“Cualquier pequeño golpe deja un recuerdo en mi piel”.
No obstante, toda historia de ficción requiere una base que la sustente. “Para mí la documentación es muy importante antes de dar el salto a la ficción, para así poder mentir con verosimilitud”. La autora fija sus inquietudes como punto de partida de la investigación.
Cuando los fármacos sustituyen caricias
Paracetamol recurre a una pastilla para aliviar los falsos dolores, pero no es la única. Su personaje podría representar a mucha gente que “toma Ibuprofeno cuando quizá lo que necesita de verdad son mimos. El médico les da esa caricia que no tienen alrededor”, subraya la novelista.
“Adiro, una mujer solitaria siempre acompañada por las redes sociales (…) Toma treinta comprimidos recubiertos que le secuestran parcialmente treinta dolores. A mayor dolor, toma dos o los toma igualmente aunque no sea mucha molestia”.
Solana considera que es un error dejar en manos de los demás la suerte o desdicha de cada uno. “No se puede dejar todo en manos de los medicamentos, porque eso no funciona. Hay que tomar las riendas de la vida para salir adelante”.
Prospecto vital
A veces echamos en falta un manual de instrucciones de la vida. Composición, utilidad, modo de empleo… ¿Cuál sería su enunciado? “Ánimo, puedes con ello”, sugiere Solana.
“Comparte lo que te ocurre con los que están a tu alrededor y sigue adelante. Obedece a tu médico, haz caso a tu farmacéutico y no te olvides de ti mismo”.
¿Dónde está la magia de la vida? “No tanto en manos de los que cuantifican, valoran, estipulan y hacen veredictos, sino en lo que te sorprende en cualquier momento no programado”, concluye.
Almudena Solana irrumpe en el mundo literario con “El currículum vitae de Aurora Ortiz” (2002), una novela llevada al teatro en Inglaterra (2011). Efectos Secundarios es su cuarta obra, a la que ha dedicado cuatro años de trabajo. La autora ha presentado el libro en la Real Academia Nacional de Farmacia.
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