El cannabis es la droga ilegal más consumida en España. La cocaína, el éxtasis y el speed se llevan los primeros puestos en el ranking de consumo de drogas sintéticas. Lo que resulta alarmante es la potencia, la pureza y la adulteración de estas sustancias con las llamadas “drogas nuevas”. Un problema de salud pública y un consumo de mayor riesgo que nunca

La cocaína, el éxtasis y el speed son las tres drogas sintéticas ilegales más consumidas en los espacios de ocio nocturno. Pero lo más alarmante es que su nivel de pureza es el más alto en los últimos cinco años.
“La disminución de los adulterantes es una buena noticia, pero es un arma de doble filo porque si uno no sabe que ha aumentado la pureza, no está preparado para que aumenten los efectos”, indica Joan Colom, subdirector de Drogodependencias (Aspcat) de Cataluña.
Además, se está consolidando la adulteración de estas sustancias con drogas nuevas.
Pureza y adulteración, dos factores que aumentan la peligrosidad en el consumo de estas sustancias, unido muchas veces al desconocimiento de los componentes de las mismas y las consecuencias que conlleva. Así lo expone el último informe anual del Servicio de Análisis de Sustancias de Cataluña de Energy Control de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD).
El 84% de las muestras de MDMA/éxtasis en cristal son puras, en pastilla baja el porcentaje al 67%, en el speed, al 33% y en la cocaína al 18%, siendo la cafeína el adulterante más común.
La cocaína es, por tanto, la droga más adulterada y la que tiene adulterantes más tóxicos. Además, las nuevas drogas se consolidan como adulterantes de las sustancias ilegales más habituales.
Pero, ¿qué está pasando?
Todo apunta a que hay dos factores que pueden estar influyendo en el aumento de la pureza: la innovación de los procesos de producción y la competitividad en el mercado. Una competencia que ha aumentado con el uso de Internet, tal y como apunta el European Drug Report 2015, del European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA).
Así lo explica también Nuria Calzada, coordinadora de Energy Control en España, añadiendo que la pureza también puede deberse a“la presencia de nuevas drogas en algunos países o la ‘deep web’, un mercado online donde hay acceso a todo tipo de drogas de alta calidad y a precios competitivos”.
La ‘flakka‘ es una de esas nuevas drogas que se detecta desde hace años como adulterante de drogas sintéticas tradicionales. Se trata de un estimulante, la Alfa-PVP, patentado en 1967. Calzada apunta que, desde 2011, se ha detectado su presencia en diecinueve ocasiones, y que se vende empaquetada como incienso o fertilizante.
Pero la coordinadora subraya que no se pueden atribuir con firmeza casos de intoxicación acaecidos en España a ‘la flakka’, añadiendo que existe un mayor motivo de preocupación: el ‘Superman Rosa‘, una pastilla que se vende como éxtasis y de la que se espera confirmar que ha causado al menos ya una muerte en País Vasco.
Cannabis, la droga ilegal más consumida
Fuera de las drogas sintéticas, el cannabis es la droga ilegal más consumida en España, seguida de la cocaína.

El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, señala a EFE que el cannabis es desde 2012 la droga ilegal que más ingresos genera entre los admitidos a tratamiento por primera vez. Para el delegado, de la “epidemia de la heroína” se pasó al problema de la cocaína, pero su consumo ha ido descendiendo a medida que aumenta el del cannabis en personas muy jóvenes.
Francisco de Asís señala que las personas que piden ayuda a un centro de atención sin haber cumplido los 18 años “han empezado a consumir de media a los nueve”. Pese a que en España estos casos no llegan al centenar, son datos alarmantes.
Consecuencias del cannabis
Depende, ante todo, de la base genética y la predisposición de cada persona a manifestar problemas. Los primeros consumos pueden producir brotes psicóticos, aunque en otras personas lo que provoca es el llamado ‘síndrome amotivacional‘, “una forma de enfrentarse a la realidad cotidiana en la que las personas tienen muchísimos menos potenciales y predisposición para ocuparse de las tareas de la vida diaria”.
En la adolescencia “está perfectamente demostrado que el consumo impide la normal maduración del cerebro”, apunta el delegado.
Pero lo cierto es que el consumo de cannabis en jóvenes “ha disminuido más de un 30% en la última década y sigue descendiendo”, señala. El problema está en que, quien lo consume, lo hace con mayor riesgo y consumiendo un cannabis mucho más potente.
Esto es debido a que el tetrahidrocannabinol, la sustancia más adictiva del cannabis, está actualmente mucho más presente en esta droga. Si hace diez años las concentraciones de este componente eran del 3 o 4%, ahora alcanzan el 15% e incluso llegan a superarlo. Motivo por el cual, según el delegado, podemos decir que “ha aumentado el consumo de riesgo de cannabis aunque el número de consumidores haya disminuido”.
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