Una de cada cinco personas en España afirma haber tomado medicación contra el estrés y la depresión durante el último año, una cifra similar a la media mundial, un 18%. La salud mental es la enfermedad que más preocupa a los españoles, por detrás del cáncer, y sube 16 puntos respecto al año 2021.

Son datos del informe “Health Service Monitor 2022” que ha realizado Ipsos, empresa de investigación de mercados y encuestas a nivel mundial, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora este 10 de octubre y en el que tratan varios aspectos, uno de ellos la medicación.
Entre los problemas de salud mental de las sociedades desarrolladas destacan el estrés, la ansiedad y la depresión y para ellos la medicación es uno de los recursos habituales.
El 63% de las personas, a nivel global, afirma que se ha sentido estresada en el último año hasta tal punto de afectarle en cómo viven su día a día, un dato que baja hasta el 33% en el caso de España.
Además, 3 de cada 10 personas a nivel mundial aseguran haberse sentido deprimidos y sin fuerzas en los últimos meses. En España es 1 de cada 5 los que dicen haber estado así, el segundo dato más bajo de Europa después de los Países Bajos (16%).
Pero esto no quita para que en España 1 de cada 5 personas tomen medicación para estos problemas concretos de salud mental, en línea con las cifras de la mayoría de los países europeos.
Pensamientos suicidas y ayuda profesional
La cifra más alarmante a nivel global es que un cuarto de la población declara haber experimentado pensamientos suicidas o de autolesión.
En el caso de España, es el 11%, de nuevo en línea con la mayoría de países europeos, aunque es cierto que países como Portugal (4%), Rumanía (5%), Países Bajos (5%) presentan cifras más inferiores.
Sin embargo, solo el 16% en el mundo busca ayuda profesional, porcentaje similar al de España, un 18%.
Hablar con familia y amigos sobre las preocupaciones y problemas alrededor de la salud mental parece una opción más elegida, tanto a nivel mundial (31% de media), como a nivel España, donde casi 4 de cada 10 personas reconoce haber hablado con familiares y amigos sobre el tema en el último año, siendo el segundo país europeo que más lo hace, después de Suecia.

En términos sociodemográficos, las personas menores de 35 años, las mujeres, los no casados y quienes tienen ingresos más bajos, son los que más dicen padecer enfermedades relacionadas con la salud mental.
Más atención a la salud física que a la mental
Aunque la preocupación por la salud mental ha ido en aumento los datos indican que la salud física está más presente en la vida de la gente.
A nivel global, de media, el 58% de la población afirma pensar a menudo en su salud mental, un porcentaje que sube hasta el 70% cuando se refiere a la salud física. Unos datos muy similares a los de España, 56% y 70% respectivamente.
La percepción de la ciudadanía española es que, en el ámbito hospitalario, a la salud física (44%) se le da más importancia que a la mental (19%) y solo el 23% de la población considera que se tratan de forma equitativa.
El estudio, una encuesta a 23.507 adultos de 34 países, destaca que parece que ante los ojos de la gente se ha mejorado en este sentido respecto al año anterior, al aumentar en 7 puntos la percepción de que el sistema nacional de salud le da ahora más relevancia a la salud mental.
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