Conocer los mecanismos de la metástasis -cuando las células tumorales viajan desde su lugar de origen hacia otros órganos del cuerpo- es uno de los caballos de batalla de la ciencia para frenar un proceso que causa el 90% de las muertes por cáncer. La mirada va más allá de la célula maligna y llega a todo el complejo microambiente en el que se desenvuelve.

El complejo microambiente que ayuda a crecer a la metástasis
Metástasis. Foto: CIEMAT

Ese microambiente tumoral, también llamado ecología tumoral, es el ambiente en el que conviven las células malignas junto a otras  células del sistema inmune, del sistema sanguíneo y del estroma (la trama que en un tejido sostiene las células).

Por eso, desde la ciencia y la Medicina, “ya no se investiga solo la célula maligna, sino todo ese conjunto de células distintas que intervienen en el crecimiento tumoral”, explica a EFEsalud el doctor Joan Albanell, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

“La terapia anti-angiogénica (dirigida al sistema sanguíneo) y, sobre todo, la inmunoterapia son los primeros pasos que demuestran la importancia de modificar el microambiente para tratar las metástasis. Ahora estamos investigando abordajes de tratamiento combinados para aumentar las posibilidades de erradicar la metástasis”.

Además, en el viaje por el torrente sanguíneo desde su lugar de origen hasta colonizar otro órgano, las células tumorales sufren falta de oxígeno, estrés oxidativo o procesos inflamatorios. Las que lo superan se convierten en células capaces de asentarse en órganos a distancia y, en un microambiente propicio, iniciar las metástasis.

La heterogeneidad de la metástasis

Otro de los retos es la heterogeneidad de la metástasis ya que puede presentar células muy distintas en distintas lesiones de un mismo paciente y eso supone que una terapia puede ser eficaz para un subgrupo de células pero no para otros.

Esta heterogeneidad, otra complicación a la hora de enfrentarse a la metástasis, se puede observar en la actualidad gracias a las nuevas tecnologías de secuenciación y a la biopsia líquida, ya que a la circulación sanguínea llegan retazos de los distintos tipos de células.

“Ya hemos diseñado ensayos clínicos en los que se incorpora la biopsia líquida para guiar el tratamiento, que nos ayuda a entender mejor la metástasis para poder así aplicar las terapias potencialmente más efectivas”, apunta el también jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y de HM CIOCC de Barcelona.

metástasis
Metástasis hepáticas que afectan a ambos lóbulos. Imagen cedida

La vía de regeneración de las heridas

Uno de los avances más recientes es el del equipo del investigador español Joan Massagué, director del Instituto Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York , que ha puesto de relieve que la capacidad de los cánceres para hacer metástasis depende de su facultad para activar las mismas vías que de manera natural utiliza el cuerpo para la reparación de las heridas.

Se trata de investigación básica realizada en modelos experimentales de cáncer de colon que puede abrir una nueva vía terapéutica contra la metástasis.

Según explica el oncólogo Joan Albanell, cuando se origina una lesión en el epitelio, en este caso digestivo, la regeneración se produce a través de un mecanismo en el que interviene decisivamente la molécula L1CAM.

En el artículo de Massagué, publicado en la revista “Nature Cancer”, se describe por qué y cuándo los tumores activan la citada proteína que dota a un subgrupo de células de la capacidad de alcanzar otros órganos y empezar a desarrollar la metástasis utilizando el mismo mecanismo de regeneración de las heridas.

“Esta investigación refuerza a la molécula L1CAM como diana terapéutica, una forma novedosa de sumarse a las terapias que ya existen para prevenir la metástasis” una vez que el tumor localizado ha sido intervenido quirúrgicamente y después se trata con otras estrategias terapéuticas para evitar las metástasis.

Para el oncólogo Joan Albanell, también este avance podría servir para investigar este nuevo abordaje, junto a la terapia convencional, en pacientes que ya han desarrollado metástasis.

“Podría potenciar la eficacia de la quimioterapia al dirigirse a las células que contienen esa proteína y presentan características propias de las células madre, las que tienen más capacidad de regenerar el tumor, y suelen ser más resistentes a la quimioterapia”, apunta el especialista de SEOM.

La realidad de la metástasis es que hoy por hoy es incurables en la mayoría de casos, si bien esto está cambiando en algunos casos gracias a avances como la inmunoterapia. Por eso, conocer sus mecanismos y desvelar sus incógnitas se convierte en uno de los objetivos de la investigación.