El doctor Carlos Macaya Miguel, cardiólogo intervencionista, explica en este noticiero las ventajas de implantar un dispositivo con un microprocesador, similar a un marcapasos, que resincronice un ritmo asíncrono del corazón generado por un bloqueo de rama izquierda en pacientes con insuficiencia cardíaca que todavía puedan recuperar contractibilidad ventricular

Noticiero del Corazón: “Resincronización cardíaca para desbloquear tu ritmo de vida”

Noticiero del Corazón: “Resincronización cardíaca para desbloquear tu ritmo de vida”

Desde la Fundación Interhospitalaria de Investigación Cardiovascular (FIC), el Dr. Macaya, catedrático de Medicina en la Universidad Complutense, destaca que esta terapia consigue que las dos cavidades ventriculares, izquierda y derecha, se contraigan de manera síncrona, como mínimo de forma eficiente, mejorando así la eyección sanguínea hacia el resto del cuerpo.

“Con la resincronización, el paciente aliviará los síntomas de la insuficiencia cardíaca: se reduce la disnea de esfuerzo, obteniendo una mayor capacidad de ejercicio físico; se retienen menos líquidos, favoreciendo tobillos deshinchados, a la vez que se precisan menos dosis de fármacos diuréticos; y se disminuye sustancialmente la congestión pulmonar”, expone.

La insuficiencia cardíaca (IC) es un auténtico problema de salud pública a nivel mundial.

Tanto es así que el número de casos de esta patología se ha duplicado, pasando de 33,5 millones en 1990 a 64,3 millones en 2017, según un estudio publicado en el European Journal Preventive of Cardiology, revista de la Sociedad Europea de Cardiología.

La insuficiencia cardíaca, que afecta en España al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74, se produce cuando el corazón no es capaz de bombear la cantidad suficiente de sangre rica en oxígeno. El músculo cardíaco, entonces, puede fallar, con lo que pierde fuerza y acaba dilatándose.

“En muchas ocasiones, la causa de esa dilatación no está clara; pero en otras se debe a la presencia de enfermedad coronaria, arritmias o al efecto tóxico del alcohol u otras sustancias. Es decir, muchas enfermedades del corazón acaban desarrollando insuficiencia cardíaca”, apunta el cardiólogo intervencionista.

También podemos encontrarnos en una situación de insuficiencia, aunque el músculo cardíaco conserve su fuerza normal, cuando el problema deviene de una sobrecarga del corazón: no es capaz de responder adecuadamente y entra en fallo cardiaco. La hipertensión arterial se asocia con frecuencia a este tipo de insuficiencia cardíaca.

resincronización cardíaca: Comparativa de electrocardiograma normal y con bloqueo de rama izquierda del corazón-efe

Resincronizar el motor de la bomba cardíaca

El corazón de una persona adulta es capaz de bombear y distribuir más de 200 millones de litros de sangre a lo largo de su vida.

“Para conseguir este objetivo descomunal, un milagro diario -dice Macaya-, el músculo cardíaco necesita latir alrededor de tres mil millones de veces, una vez cada segundo, más o menos”.

La sangre, más espesa que el agua, oxigenada y con energía, llega hasta la última célula del cuerpo humano a través del sistema vascular. Luego regresa al corazón para ser revitalizada nuevamente y repetir este proceso incesantemente. 

El recorrido sanguíneo se consigue con la sístole -contracción del corazón- y la diástole -dilatación del músculo cardíaco-.

Para latir y latir ininterrumpidamente, “el órgano más noble del cuerpo humano” dispone de un sistema eléctrico que genera impulsos de forma rítmica, como si fuera un diapasón musical.

El nódulo sinusal o sinoauricular, donde se crean y regulan todos y cada uno de los latidos automáticos, independientes de la voluntad del individuo, se encuentra en el interior del corazón, en la aurícula derecha.

“Es como un interruptor. Envía estímulos periódicos para contraer el músculo cardíaco de forma rítmica: 60, 70 u 80 pulsaciones cada minuto. Las células disminuyen o elevan el ritmo cardíaco cuando nuestro cuerpo lo necesita”, indica.

Su tamaño es minúsculo, de dos a cuatro milímetros, y marca un pulso más o menos cada segundo. Esta señal se conduce por todo el músculo cardíaco a través de una especie cableado biológico con el fin de alcanzar hasta la última célula encargada de la contracción cardíaca”, describe.

Dicho cableado pasa por las aurículas y de ahí a otro nódulo, que se llama auriculoventricular, para luego distribuirse por las ramas izquierda y derecha del corazón.

“Si el sistema bioeléctrico es rítmico, normal a cada edad y a cada esfuerzo, los latidos del corazón tendrán un ritmo sinusal; pero si no se generan suficientes impulsos, el sistema padecerá bradicardias, ritmo lento del corazón”, señala.

“Por el contrario -compara-, si el sistema está anormalmente excitado, tanto en el nódulo sinusal como en cualquier otra zona del músculo cardíaco, y se originan más estímulos de los necesarios, aparecen las taquicardias, ritmo acelerado del corazón. Son focos anómalos generadores de impulsos que compiten con el nodo principal”.

Tanto las bradicardias como las taquicardias se diagnostican con un electrocardiograma (ECG) o un Holter.

Dr. Macaya con electrocardiograma en la mano-resincronización

El bloqueo de una rama, tanto de rama izquierda como de rama derecha, o un bloqueo completo, se considera un tipo de bradicardia del corazón.

Se manifiesta cuando el impulso eléctrico, que se origina “perfectamente” en el nódulo sinusal y discurre sin mayor problema por las aurículas y el nódulo auriculoventricular, llega al haz de His, donde el circuito se divide en dos ramas, izquierda y derecha. Aquí se bloquea, provocando un asincronismo en los ventrículos.

Para que los ventrículos izquierdo y derecho se contraigan al mismo tiempo, el impulso, procedente de las dos ramas del haz de His, debe llegar a las dos cámaras de contracción del corazón a la misma velocidad.

Cuando no es así, los ventrículos se contraen, pero uno de ellos se toma más tiempo que el otro, normalmente es más frecuente en la rama izquierda. Este retraso suele ser de una fracción de segundo y se refleja en el electrocardiograma con una variación de QRS más ancha de lo normal.

Dr. Carlos Macaya Miguel
resincronización cardíaca: comparativa electrocardiograma normal y con bloqueo de rama izquierda
Un complejo QRS de un electrocardiograma consta de tres ondas: Q, siempre negativa; R, siempre positiva y de mayor tamaño, la que identificamos claramente con la representación gráfica en forma de pico; y S, onda siempre negativa que sigue a la onda positiva (R).
La duración, amplitud y morfología de las QRS no solo determinan arritmias (bradicardias y taquicardias), sino que indican otros trastornos cardíacos.

Cuando los complejos QRS, que representan cada latido, son normales (imagen superior) se representarán gráficamente estrechos y de forma rítmica, tanto las derivaciones como las V1… son impulsos del corazón que duran menos de 100 milisegundos, una décima parte de un segundo.
Si existe bloqueo de rama izquierda, las mismas derivaciones duran hasta tres veces más y la curva de representación está ensanchada, empastada (imagen inferior). La estimulación eléctrica dura más tiempo y la contracción también, 200 ó 250 milisegundos; será asíncrona.

Los bloqueos de rama, izquierda o derecha, no producen bradicardias per se, salvo que el bloqueo sea en ambas ramas (completo).

En este último caso, la disfunción del circuito eléctrico sí puede provocar una bradicardia importante o extrema que precise un tratamiento específico con implantación de marcapasos.

Cuando solo se bloquea una de las ramas, normalmente no sucede nada insalvable, ya que la otra rama conduce los impulsos eléctricos necesarios para el buen funcionamiento del corazón.

“El paciente, incluso, puede vivir el resto de su vida, hasta ser un centenario, por ejemplo, con su bloqueo de rama”, resalta el Dr. Macaya.

En ocasiones, el bloqueo de rama, sobre todo de rama izquierda, sí es perjudicial para el corazón, más aún cuando la bomba del corazón no contrae correctamente (Insuficiencia cardíaca).

La IC es una disfunción ventricular del músculo cardíaco, patología con origen en las válvulas u otros problemas primarios del corazón. En estos casos, habrá que tratar al paciente con medicinas, diuréticos y fármacos que mejoren la contracción.

“Cabe la posibilidad, incluso, de que sea necesario llegar a realizar un trasplante cardíaco”, apunta.

resincronización cardíaca, dispositivo Abbott

Resincronización cardíaca: solución intermedia entre fármaco y trasplante

Se implanta un dispositivo denominado resincronizador, procesador inteligente parecido a un marcapasos, que se coloca en la zona inferior de la clavícula izquierda o derecha. Tendrá, como mínimo, dos cables que llevarán el estímulo eléctrico a los ventrículos a través del seno coronario.

“Estimulará primero al ventrículo derecho y milisegundos después al ventrículo izquierdo. El complejo QRS ensanchado por el bloqueo de rama (ver imagen anterior) se estrechará. No se observará una gráfica completamente normal, pero sí lo suficientemente reducida para ser eficiente”, explica el cardiólogo.

Lo que vemos con el electrocardiograma se observará también en un ecocardiograma:

“La resincronización mejora el porcentaje de contracción y, a su vez, la eyección sanguínea, aumentando del 10% al 15% el rendimiento y la eficacia del corazón, a la vez que minimiza los problemas que genera la insuficiencia cardíaca (disnea, retención de líquidos, hinchazón de piernas, congestión pulmonar, etc.).

resincronización cardíacaEste dispositivo, con un microprocesador y dos cables, no se implanta a todos los pacientes con insuficiencia cardíaca, solo a los que padecen un bloqueo de rama izquierda y hayamos comprobado que existe margen de mejora en la contractibilidad de su músculo cardíaco.

La resincronización aumenta sustancialmente la calidad de vida de las personas que sufren tanto insuficiencia cardíaca como bloqueo de rama izquierda del sistema eléctrico del corazón.

Concluye el Dr. Carlos Macaya Miguel