El aumento de la contaminación, los cambios en la población y el incremento de la esperanza de vida han elevado el número de pacientes que sufren enfermedades crónicas. Uno de los temas tratados en la Cumbre del Clima COP25, en Madrid, ha sido el impacto del medio ambiente en la salud de los ciudadanos. En este marco, EFEsalud ha entrevistado a Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), quien ofrece la visión de los afectados en el triángulo crisis climática, salud y enfermedades crónicas

Los pacientes con enfermedades crónicas alertan de los riesgos de la crisis climática
El tráfico en las ciudades es la principal fuente de contaminación atmosférica. EFE/Juan Carlos Arias

La Cumbre del Clima COP25 ha puesto uno de los focos de atención en la relación entre salud y medio ambiente. Los pacientes de enfermedades crónicas son uno de los grupos más vulnerables a los efectos de la crisis climática.

La contaminación, cada vez mayor, y otros efectos de las crisis climática en la salud, junto con la elevada esperanza de vida y los cambios demográficos han provocado que cada vez sean más los afectados por estas enfermedades.

Las enfermedades crónicas no tienen edad, por lo que tanto personas mayores como niños pueden padecer estas patologías.

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes reúne a 28 organizaciones de pacientes para darles voz y representar sus derechos y necesidades sanitarias.

EFEsalud ha entrevistado a su presidenta, Carina Escobar.

¿Cómo afecta la crisis climática a la salud en general y en concreto a las enfermedades crónicas?

Las consecuencias del cambio climático son bastante variadas y afectan de una manera determinante a la ciudadanía en general, pero también especialmente a las personas que sufrimos alguna enfermedad crónica.

Por ejemplo, la calidad del agua con agentes tóxicos afectará más a las personas que sean más vulnerables. La calidad del aire tiene un riesgo mayor para la salud y es responsables por ejemplo, del cáncer de pulmón, asma, EPOC, neumonías, etc. Son complicaciones que se añaden a las enfermedades.

Al final, las personas con enfermedades crónicas vamos sumando años de vida y en esos años no hay una persona que tenga una sola enfermedad crónica. Vamos hacia el perfil de paciente más pluripatológico y más polimedicado que tiene muchas más necesidades y es más vulnerable, donde el cambio climático le afecta de manera determinante.

¿Hay datos o informes que confirmen este impacto en las enfermedades crónicas?

Ha aumentado, aunque no tengo el dato en sí. Tenemos pacientes con enfermedades inflamatorias inmunomediadas, donde el sistema inmune está más vulnerable, que se complican con el medio ambiente y se potencian de manera que tenemos enfermedades que se inician antes.

Se producen, por ejemplo, enfermedades en niños que antes tenían unas edades de inicio de la enfermedad y ahora se han adelantado. Eso es una consecuencia. Todas las patologías de riesgo cardiovascular se ven potenciadas por el cambio climático. Cuando las partículas tóxicas pasan al torrente sanguíneo complican la calidad de vida de las personas, no solo a nivel pulmonar o respiratorio, pueden tener consecuencias más importantes en otros órganos.

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Carina Escobar,  presidenta la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, durante un curso en El Escorial/EFE/Javier Liaño

¿Cómo veis desde la Plataforma el futuro de los pacientes con la crisis climática?

Primero, hay que visibilizar que un paciente crónico es más vulnerable y tiene más riesgos.

Tenemos que cuidar sobre todo al paciente cónico que vive en ciudades grandes y más expuesto al riesgo de contaminación.

En este caso, tenemos como población vulnerable los ancianos y los niños y yo añadiría a los pacientes crónicos porque al final se les complica mucho su enfermedad.

También tenemos que ser conscientes de esa complicación para poder adoptar medidas y que el sistema sanitario y social acompañe a estos pacientes. Y se necesitan medidas preventivas.

¿Crees que en esta Cumbre del Clima la salud ha estado suficientemente representada?

Quiero creer que sí. No estamos representados los pacientes en sí, y nos hubiese gustado, pero tenemos un posicionamiento bastante activo.

Los pacientes somos un movimiento social que hay que tener en cuenta; estamos alineados con lo que ha expuesto la ministra en funciones de sanidad, María Luisa Carcedo, en el planteamiento de estar todos implicados y buscar soluciones multidisciplinares y transversales porque la responsabilidad es de todos. La COP25 ha sido para escuchar expertos, generar conciencia y ojalá se tomen medidas y se lleven a cabo.

¿La POP tomará medidas ante esta situación de amenaza a la salud por la crisis climática?

Nosotros con el Ministerio de Sanidad trabajamos habitualmente. La Plataforma representa muchísimas patologías crónicas y todas ellas se ven condicionadas por el cambio climático.

También tratamos este tema con el Ministerio sobre todo porque hay que tener la prevención primaria de que nos afecte menos a la ciudadanía en general y evitar que genere enfermedades.

Por otro lado, hay que trabajar la prevención secundaria. En los cuidados de la salud tenemos que añadir todos los efectos del cambio climático y ser conscientes de cómo nos podemos cuidar mejor. Para fomentar esa parte con responsabilidad, que es en lo que trabajamos, es necesario saber cómo el tema medioambiental nos está afectando y que lo podamos medir porque es fundamental investigar y adoptar  medidas.