Es uno de los frutos secos con más aporte de fibra y energía, junto a nueces y piñones. Debido a su contenido en minerales, vitaminas, ácidos grasos, proteínas y micronutrientes saludables, el pistacho es el tentempié ideal para quienes realizan un gran esfuerzo físico o desarrollan actividades intelectuales que requieran concentración

Tomados regularmente y con moderación, estos sabrosos frutos secos ayudan a prevenir el cáncer y la diabetes, a perder peso, a bajar el colesterol, a combatir el estrés y a mejorar el estado cardiovascular.
Según el chef español Darío Barrios, el pistacho puede prepararse de diversas formas, “servidos crudos a modo de ‘snack’, en ensalada, con arroz o como una pasta”, ya que su textura “es muy agradable”, y además es el protagonista de sabrosas recetas, como los pistachos al curry, con pimentón dulce, con ajo y tomillo, a las hierbas o ahumados.
Además de por su exquisito aceite dulce, que se emplea en platos de alta cocina, helados y pastelería, son ricos en grasas saturadas.
Estas semillas, originarias de Oriente, se cultivan hoy en los países de la región mediterránea europea, Estados Unidos, India y México, fundamentalmente.
Según un trabajo reciente publicado en la revista ‘Hypertension’, el consumo de pistachos es saludable por muchas razones. Los investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania en Estados Unidos, efectuaron el ensayo con adultos no fumadores que siguieron dietas bajas en grasas y con diferentes cantidades de pistachos.
Así, comprobaron que aquellos participantes en cuya alimentación se incluían estos frutos secos experimentaban reducciones en la presión arterial, la resistencia vascular periférica y la frecuencia cardiaca en situaciones de estrés agudo.
Los resultados de este estudio demuestran que los alimentos que comemos influyen en las respuestas fisiológicas a la tensión nerviosa, como el aumento de la presión arterial, que se produce por acontecimientos que no siempre podemos evitar, como el estrés laboral, un plazo corto para realizar un trabajo o hablar en público, según ha explicado la doctora Sheila West, una de las autoras.
Virtudes cardioprotectoras
Según la doctora Penny M. Kris-Etherton, otra de las investigadoras, “estos resultados demuestran que los pistachos también tienen efectos beneficiosos sobre otro factor de riesgo cardiovascular, ya que nuestros estudios anteriores indican que añadir este fruto seco a una dieta sana reduce las concentraciones de colesterol LDL (nocivo), de un modo dependiente de la cantidad, y aumenta las concentraciones de antioxidantes en la sangre”.
Por otra parte, un estudio de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona , en el que participaron 50 voluntarios con niveles altos de glucosa en la sangre y, por lo tanto, una alta probabilidad de desarrollar diabetes en un futuro, ha determinado que el consumo de pistachos disminuye el riesgo de padecer dicha dolencia.
Los autores del estudio, que proseguirá hasta 2014, parten de la hipótesis de que consumir pistachos reduce los niveles de glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina y, disminuyendo el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, una de las enfermedades crónicas más comunes en casi todo los países del mundo.
Dicha hipótesis se van confirmando, y demuestra que las propiedades nutricionales de los pistachos los hace susceptibles de tener un potencial regulador de la glucosa y de la insulina, según los investigadores de la URV.
El objetivo de este estudio “no es hacer un tratamiento de la diabetes. Es a nivel preventivo en aquellas personas con la glucosa alterada que hace pensar que, con el tiempo, acabarán desarrollando diabetes del tipo 2”, ha explicado Mónica Bulló, investigadora principal del proyecto ’Epiderm’.
Cada participante pasa por una fase nutricional, durante la cual sigue una dieta mediterránea que se les aconseja y, tras un periodo de 15 días de descanso, continúa la misma dieta, a la que se incorporan 57 gramos de pistachos diarios, la mitad salados y la mitad naturales. Antes y al final del tratamiento se le analizan una serie de indicadores biológicos relacionados con la diabetes.
Tan exquisitos como nutritivos
La doctora Nieves Palacios, experta del Centro de Medicina del Deporte de Madrid, destaca “las propiedades nutricionales del pistacho”, ya que una ración de 30 gramos (unas 50 unidades de este alimento) contiene “160 calorías, 3 gramos de fibra, 6 gramos de proteínas, 7 gramos de grasas monoinsaturadas y 4 gramos de poliinsaturadas, pero ninguna grasa saturada”.
Además de antioxidantes, como las vitaminas A y C, y el selenio, una ración de este fruto seco aporta el ocho por ciento del valor diario recomendado de magnesio y potasio y otros minerales como el hierro, que ayudan a ” prevenir las alteraciones vasculares”, apunta Palacios.
Según esta experta en Endocrinología y Nutrición, el pistacho “ayuda a controlar los niveles de colesterol, la inflamación y la salud de los vasos sanguíneos y, consumidos en la cantidad recomendada de 42,5 gramos diarios, consigue que no suban los triglicéridos y haya un buen perfil de lípidos en el organismo”.
Asimismo, el consumo de pistachos contribuye “a impedir la oxidación celular al luchar contra los radicales libres, lo que retrasa el envejecimiento, y su contenido en fibra insoluble, hace que se retrase el vaciado gástrico, se obtenga sensación de saciedad y se favorezca el tránsito intestinal”, según la experta.
La doctora Palacios también recomienda a los deportistas que incluyan los pistachos en su dieta porque “cubren sus necesidades energéticas y previenen el daño muscular”.
Por otra parte, científicos de la Universidad del Este de Illinois (EE.UU) han comprobado que comer pistachos entre comidas, ayuda a adelgazar, porque tiene un efecto psicológico visual ya que, al observar las cáscaras vacías tras pelar el fruto seco, le recuerda al consumidor “todo” lo que ha comido y lo induce a ingerir menos.
Además, consumir pistachos a diario podría mejorar los síntomas de la disfunción eréctil, por el efecto de sus grasas saludables y esteroles naturales, según un estudio del Centro de Investigación Atatürk de Ankara (Turquía), y podría reducir también el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, porque contienen un tipo de vitamina E conocida como gama-tocoferol, que ofrece protección contra ciertos tumores, según otro trabajo del Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas (EE.UU).