La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en la lista de medicamentos esenciales la polipíldora desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y los laboratorios Ferrer que reduce la mortalidad un 33 % en pacientes tratados tras un infarto.

Las listas de medicamentos esenciales, que se actualizan cada dos años, son registros de medicamentos que la OMS considera requisitos mínimos y que todo sistema de salud debe tener disponible, ha recordado el CNIC en una nota.
Esta polipíldora cardiovascular incluye tres principios activos (ácido acetil salicílico, ramipril y atorvastatina) y genera mayores niveles de adherencia que si se tomasen los medicamentes de forma separada.
Este fármaco ha demostrado ser eficaz en la prevención de eventos cardiovasculares tras un ataque al corazón, disminuyendo la mortalidad en un 33 %, según el estudio Secure publicado hace un año en The New England Journal of Medicine (NEJM).
“Los resultados del SECURE revelaron, por primera vez, que la polipíldora cardiovascular desarrollada por el CNIC y Ferrer logra reducciones clínicamente relevantes en los eventos cardiovasculares recurrentes en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio”, subraya Valentín Fuster, investigador principal del estudio y director general del CNIC.
Actualmente, la polipíldora, que ha evolucionado a lo largo de los años, se comercializa en 25 países y se está analizando la viabilidad de ampliar su distribución a otros territorios adicionales, entre los que destaca Estados Unidos.

Polipíldora: prevenir eventos cardiovasculares reincidentes
La polipíldora “podría convertirse en una parte integral de las estrategias para prevenir eventos cardiovasculares en pacientes que han sufrido un infarto y que actualmente ya están siendo tratados con los monocomponentes por separado”, asegura el cardiólogo, también director del Mount Sinaí Heart y director médico del Hospital Mount Sinai de Nueva York.
“Este enfoque -añade- tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedad recurrente y muerte cardiovascular“.
Según el doctor e investigador, al tratarse de “una estrategia que aúna tres de los tratamientos basales en este tipo de pacientes”, esta polipíldora “ha demostrado su valor, ya que el aumento de la adherencia implica que los pacientes están siendo tratados durante más tiempo y, gracias a ello, tienen un menor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares”.
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