En estas jornadas han participado más de un centenar de reumatólogos, pediatras, médicos de medicina interna y inmunólogos en Granada, Sevilla y Santa Cruz de Tenerife.

  • 5 de diciembre, 2012
  • MADRID/EFE

Las sesiones han profundizado en los últimos avances relacionados con estas patologías, como la diversidad clínica y genética de los pacientes o la respuesta a determinados tratamientos, informa Novartis.

Aunque son enfermedades hereditarias, la escasa presencia de antecedentes familiares, unida a la falta de marcadores específicos dificulta su diagnóstico en la práctica clínica diaria, por lo que estos cursos buscan profundizar en su diagnóstico y cribado para facilitar su detección precoz y acortar el tiempo que pasa entre el debut de la enfermedad y el inicio del tratamiento.

Las enfermedades autoinflamatorias sistémicas engloban un conjunto de patologías poco frecuentes caracterizadas por la presencia de episodios inflamatorios agudos y recurrentes, que son consecuencia de una disregulación del control del proceso inflamatorio.

Entre ellas están los llamados síndromes febriles periódicos hereditarios, como la fiebre mediterránea familiar; los asociados a criopirinas; la fiebre periódica acompañada de estomatitis aftosa, faringitis y adenitis; el síndrome de artritis piogénica estéril, pioderma gangrenoso y acné; y el síndrome Blau.

Según la doctora Inmaculada Calvo, experta en enfermedades autoinflamatorias de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Universitario La Fe de Valencia “el síntoma más común de estas patologías es la fiebre recurrente, acompañada de inflamación de la piel, los ojos, los huesos, las articulaciones, el aparato digestivo, el sistema nervioso central y las serosas”.