La psicoterapia puede ser tan efectiva como los fármacos en el tratamiento de la depresión, un trastorno que se ha convertido en la mayor causa de mala salud y de discapacidad en el mundo con 322 millones de personas afectadas, tal y como ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante el Día Mundial de la Salud, 7 de abril

El Día Mundial de la Salud 2017 se centra en la depresión y la OMS incide en el mensaje de que esta enfermedad se puede prevenir y tratar.
La depresión está caracterizada por tristeza constante, incapacidad para trabajar o estudiar, disminución del apetito y del sueño, y una sensación general de falta de esperanza, todo esto durante un periodo de más de dos semanas.
Es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos y quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, traumatismos psicológicos) tienen más probabilidad de sufrirla. La puede padecer cualquiera y no es un signo de debilidad.
La Cruz Roja se ha sumado a la campaña de sensibilización de la OMS y advierte de que esta enfermedad puede convertirse en “un problema de salud serio”, especialmente cuando es de larga duración y de intensidad moderada a grave, causando gran sufrimiento y alterando las actividades laborales, escolares y familiares. Incluso, en su afectación más extrema y en el peor de los casos, llevar al suicidio.
“Si no puedes más, SUÉLTALO. Depresión. Hablemos” es el lema de la campaña de Cruz Roja, cuyo objetivo es sensibilizar sobre la importancia de la prevención y detección precoz con actividades en la calle, charlas o entrega de material divulgativo.
Y entre otras cosas, la ONG aconseja hacer ejercicio, mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente, tomarse tiempo para apreciar la vida, aprender cosas nuevas, alejarse de ruidos y luces intensas, apoyarse en amigos y familiares y convertir el tiempo libre en una prioridad.
Las cifras de la depresión
La tasa mundial de esta enfermedad ha aumentado en un 18 % en una década -según datos actualizados de la OMS- y aunque su relación con los rápidos cambios que experimentan las sociedades no está del todo clara, sí lo está su vínculo causal con el alcoholismo, el suicidio y el consumo de drogas.
Cada año se suicidan más de 800.000 personas en el mundo, lo que convierte este trastorno en la segunda causa de muerte en el grupo de edad de 15 a 29 años.
Entre el 70 y el 80 por ciento de estos suicidios, especialmente en países de ingresos altos, corresponden a personas que padecían desórdenes mentales, con la depresión como el más común; mientras que en los países en desarrollo se trata de uno de cada dos casos.
En una rueda de prensa para exponer los últimos datos sobre la depresión, el director del Departamento de Salud Mental de la OMS, Shekhar Saxena, lamentó que, de manera general, los sistemas sanitarios nacionales sigan prestando tan poca importancia y recursos a esta enfermedad.
Si en los países ricos se destina el 3 % del presupuesto sanitario a la salud mental, en los países en desarrollo se invierte apenas el 1 %, precisó el especialista.
Sin embargo, el costo para la economía mundial es de 1 billón de dólares anuales, calculados en función de los gastos sanitarios que genera, la pérdida de productividad, por el ausentismo laboral; y de potencial, cuando los afectados son niños o jóvenes.
La psicoterapia
Según la OMS, tratar la depresión con psicoterapia y antidepresivos, o la combinación de ambos, es coste-efectivo: por cada dolar invertido se recuperan cuatro dólares en los resultados de salud y la capacidad para trabajar.

Si bien la depresión se asocia con cambios en el cerebro, “esto no significa que la única manera de tratarla sea con medicinas, ya que está probado que la posibilidad del enfermo de hablar de su problema es igualmente útil”, señaló Saxena.
Sostuvo que para ello no es indispensable contar con un psicólogo o psiquiatra, sino que basta con enfermeros u otro personal sanitario adecuadamente entrenado.
Colectivos de riesgo
Las personas con depresión no sufren solas, pues se trata de una patología que suele afectar gravemente al entorno familiar.
Saxena indicó que estadísticamente las mujeres sufren más de depresión (5,1 % de la población, frente a un 3,3 % en el caso de los hombres), por razones que no están completamente claras.
Entre las razones que se evocan más frecuentemente está la presión que las mujeres sufren por su doble responsabilidad en el hogar y como trabajadoras, y el impacto de los cambios en sus funciones reproductivas, aunque la diferencia también podría deberse al hecho de que los hombres reportan menos ser víctimas de depresión.

La depresión infantil y en adolescentes constituye un campo de investigación en el que todavía no se ha avanzado lo suficiente, reconocieron los expertos.
Una de las mayores dificultades radica en diferenciar cuando el estrés, la ansiedad o depresión “son síntomas comunes de la fase de crecimiento” que corresponde a la adolescencia, o van más allá y son señales de depresión, explicó el experto de la OMS, Marc Van Ommeren.
La ciencia tampoco es categórica, por el momento, con respecto al impacto del acceso a la tecnología, el abuso de las pantallas y la utilización de las redes sociales, aunque la tendencia al aislamiento que pueden generar y al acoso virtual pueden ser factores importantes de depresión.
Otros aspectos a los que los especialistas aludieron al comentar la depresión infantil fueron las altas exigencias escolares que padecen algunos niños y las relaciones con sus amigos.
Cruz Roja y la OMS recuerdan que la mayoría de estos enfermos no son correctamente diagnosticados y que entre los obstáculos para una atención eficaz están la falta de recursos y de personal sanitario capacitado, la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta.
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