El Gobierno aprueba nuevas medidas en materia de tabaco para adaptar la legislación española a la nueva directiva europea, entre las que se incluye una regulación específica para los cigarrillos electrónicos, que deberán llevar advertencias sanitarias

Regulación específica para los cigarrillos electrónicos con alertas sanitarias
Expositor de vaporizadores o cigarrillos electrónicos/Foto: ANCE
  • 11 de junio, 2017
  • madrid/efe/redacción salud

El Ejecutivo ha transpuesto la directiva comunitaria a través de un Real Decreto sobre fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y de un anteproyecto de ley que modifica la Ley de 2005 sobre prevención del tabaquismo y que antes de ver la luz verde definitiva deberá pasar por el Congreso.

El objetivo de estas nuevas normativas es proteger “la salud de los fumadores e, indirectamente, de los fumadores pasivos”, explicó el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

La directiva europea sobre el tabaco entró en funcionamiento el 19 de mayo de 2014 y pasó a ser aplicable en todos los Estados miembro el 20 de mayo de 2016, aunque sólo once países notificaron la transposición antes de dicha fecha.

De hecho, el pasado mes de diciembre la Comisión Europa urgió a España y a otros cinco Estados -a través de un dictamen motivado- a transponer la normativa y adaptar así su legislación a las directrices comunitarias.

Una de las medidas más importantes que recoge la nueva legislación es el aumento del tamaño de las imágenes impactantes en la cajetilla de cigarrillos, que pasan a ocupar el 65 % de su superficie, aunque en España las marcas comenzaron a implementar este cambio a mediados de 2016.

Cigarrillos electrónicos: más control

Otra novedad es la regulación, por primera vez, de los cigarrillos electrónicos y los líquidos de recarga, en cuyo envase tendrán que aparecer advertencias sanitarias que ocupen un 30 % de la cara exterior, informó el Ministerio de Sanidad en un comunicado.

Cartel de la semFYC de la Semana Sin Humo por el Día Mundial Sin Tabaco 2017

Además, los líquidos no podrán contener más de 20 miligramos de nicotina por mililitro y deberán venir envasados en un recipiente que no contenga más de 10 mililitros.

El decreto prohíbe la venta de productos del tabaco con aromas, vitaminas, cafeína, taurina y otros aditivos asociados con energía y vitalidad; así como con colorantes y aditivos que faciliten la ingesta o la inhalación de nicotina.

Asimismo, deberán desaparecer los paquetes de menos de 20 cigarrillos y las bolsas de picadura de tamaño pequeño.

La normativa también regula por primera vez los ingredientes y las advertencias sanitarias de las “hierbas para fumar”, un producto que se ha popularizado entre los jóvenes y que, de acuerdo con Sanidad, constituye “una puerta de inicio al tabaquismo que genera una gran preocupación a nivel sanitario”.

Por su parte, el anteproyecto de ley introduce otras novedades, entre ellas limitar la venta a distancia transfronterizas, lo que previsiblemente supondrá trabas a la comercialización a través de Internet.

Reacciones del sector tabaquero y del cigarrillo electrónico

La Mesa del Tabaco, entidad que agrupa a agricultores, transformadores, fabricantes y distribuidores, ha considerado, en un comunicado, que las medidas aprobadas por el Gobierno introducen nuevas limitaciones y restricciones en esta materia, lo que provoca que la regulación en España haya alcanzado ya su “límite máximo”.

El sector del cigarrillo electrónico ha lamentado que la nueva regulación aprobada por el Gobierno en materia de tabaco para adaptar la legislación nacional a la comunitaria imponga más cargas administrativas de lo exigido por Bruselas.

En un comunicado conjunto, la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) y la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) alertan de que estas “pesadas cargas lastrarán el crecimiento” de las cerca de 350 pequeñas y medianas empresas que componen el sector en España y amenazan su “viabilidad”.

Por este motivo, han recibido con “cautela” la normativa y han recordado que llega “con un año de retraso respecto a la fecha límite marcada por la Unión Europea (UE)”.

La nueva legislación “dota de categoría propia” al cigarrillo electrónico y se convierte en “la más estricta de todo el mundo en lo que respecta a calidad y seguridad”, según estas mismas fuentes.

“Sin duda, España regula el cigarrillo electrónico más estrictamente que ningún otro país, podemos hablar de una hiperregulación en toda regla”, ha asegurado el presidente de la UPEV, Arturo Ribes.

El sector de los cigarrillos electrónicos en España cerró 2016 con una facturación de 55 millones de euros, un 13 % más que el año anterior, por lo que continúa en la senda de la recuperación tras el desplome registrado en 2014.

El año pasado se calcula que 350.000 españoles “vapearon” al menos una vez, cifras lejanas a las que presentan países como Italia, Francia, Alemania o Reino Unido.