No es una enfermedad pero las causa. Se trata del ruido, un problema que afecta a la mayoría de la población en España, ya que está expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud. Lo advierte la Sociedad Española del Sueño (SES).

La mayoría de la población en España, expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud
“Performance” de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Murcia por los problemas para descansar de los que viven en una zona de copas. EFE/Marcial Guillén

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es no superar 45 decibelios por la noche y 60, durante el día. En España el 60 % del la población está expuesta durante el día a niveles de ruido que exceden los limites recomendados por este organismo.

Es un dato que cita la SES, en el Día Internacional de la Concienciación sobre el ruido, a partir de datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística.

En Europa, según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) se calcula que unos 6,5 millones de personas padecen trastornos crónicos del sueño como consecuencia de la exposición al ruido.

Y según la AEMA, precisamente, en España la contaminación por ruido provoca cada año más de 1.000 muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones derivadas, asegura la SES.

El ruido mientras dormimos

Desde la SES, la doctora María Ángeles Bonmatí subraya que el ruido nocturno impide la relajación y desconexión necesarias para conciliar el sueño.

“Nos puede sacar de él de forma abrupta o lo mantiene en fases superficiales, lo que hace que la calidad del sueño se deteriore como consecuencia de los cambios en su estructura: tardamos más en conciliar el sueño, despertamos antes de lo que necesitaríamos, o pasamos menos tiempo en sueño profundo y en fase REM”, explica Bonmatí, miembro del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES.

Durante el sueño, aunque la persona está “desconectada” sigue percibiendo los sonidos ambientales con lo que reacciona fisiológicamente a ellos.

Ruido España
EFE/Matias Mart’in Campaya

Bonmatí, quien es investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), explica que el efecto del ruido durante el sueño depende de su duración o el número de veces que se produzca.

“También, por supuesto, influye la sensibilidad de cada persona. Es importante destacar que, en ocasiones, puede que ni seamos conscientes de que lo que está perjudicando nuestro sueño es el ruido”, incide la investigadora.

Impacto del sueño

A corto plazo, el ruido en el sueño se manifiesta en la alteración del estado de ánimo, estamos más irritables, con más somnolencia durante el día y rendimos menos a todos los niveles, tal y como sostiene la SES.

Los efectos de dormir menos y peor a causa del ruido a largo plazo pueden ir desde el padecer alteraciones metabólicas, cardiovasculares, psiquiátricas y neurológicas, entre otras.

Pero, además, una exposición continuada al ruido nocturno “puede conducir a problemas de insomnio, agravando aún más el problema”, incide la experta, quien hace hincapié en que aguantar el ruido durante el día se asocia con un aumento de la presión arterial y del estrés, unido al empeoramiento del estado de ánimo.

“Es importante que los ciudadanos comprendan la importancia del sueño y el descanso de los vecinos y, además, que las instituciones protejan un bien escaso como el silencio”, abunda Bonmatí.

Medidas que protegen la salud

A juicio de la investigadora de la SES, la situación mejoraría “de forma notable” si a la hora de planificar los usos del entorno se tuviera como prioridad la protección del sueño.

En este sentido, la experta cita varias medidas eficaces para reducir el ruido y mejorar el descanso:

  • Evitar el uso de maquinaria ruidosa de limpieza viaria, especialmente en horario nocturno.
  • Sustituir los vehículos ruidosos de transporte público por modelos eléctricos y vigilar que los privados cumplan con la normativa.
  • Reducir el horario y el número de mesas de hostelería en zonas habitadas, exigiendo a sus responsables que no interfieran con el descanso de los vecinos.
  • Reducir el volumen permitido en locales con música y evitar el funcionamiento nocturno en zonas habitadas.
  • Evitar la organización de espectáculos ruidosos en zonas cercanas a viviendas habitadas, especialmente en horario nocturno.

“Son muchos los ciudadanos que están viendo perjudicados su sueño y su salud como consecuencia del uso inadecuado del entorno urbano durante la noche”, insiste la experta de la SES, quien aboga por una una sociedad “más empática y cívica”, capaz “de respetar el descanso de sus convecinos, y unas instituciones conscientes del problema y que protejan el entorno necesario para el descanso”.

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