Si algo está claro es que la salud mental se ha convertido en un asunto prioritario para todos. Ansiedad, depresión, adicciones, trastornos mentales… es el momento de derribar todos los estigmas y de normalizar la salud mental, es la hora de generar el cambio. La ‘XI Carrera Solidaria por la Salud Mental’ apoya de cerca esta causa

El pasado domingo Moncloa se pintó de rosa. Miles de corredores se reunían en el Parque del Oeste con una misma meta: “tender puentes, derribar muros“, acabar con la estigmatización de la salud mental y unirse al cambio. Algunos, por solidaridad; otros, porque lo conocen de cerca.
“Vamos a derribar el muro, derribar el estigma”, resonaba en la megafonía. La voz amplificada del locutor inundaba el ambiente y animaba a todos aquellos dispuestos a dar lo mejor de sí por una causa noble.
Y es que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 450 millones personas en el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida.
Pese a ello, y aunque diversos estudios señalen su peso real en la sociedad, la salud mental sigue siendo tabú, una asignatura pendiente de la sanidad pública, algo que en muchas ocasiones se sufre en silencio y se infravalora.
Estas son las voces de los que luchan por el cambio
La XI Carrera Solidaria por la Salud Mental de la Fundación Manantial fue la gran protagonista con más de dos mil participantes, que juntos, abogan por el cambio.
“Sigue siendo tabú”
Para Victoria, la salud mental sigue siendo “un tema tabú”. Ella misma cuenta de antemano cómo al principio escondía que sufría ansiedad, no quería que nadie se enterase y tenía miedo de tener un ataque de ansiedad en público.
Con el tiempo ha ido perdiendo el miedo y normalizándolo hasta poder hablar de ello, pero considera que para muchas personas sigue siendo complicado poder hablar sobre salud mental de forma abierta y sin sentirse juzgados.
De hecho, los problemas relacionados con la ansiedad han ido ganando cada vez más peso en España. Concretamente, la OMS indica que el 6,7% de la población se encuentra afectada por la ansiedad, exactamente la misma cifra de personas que sufren depresión.
En ambas es más del doble en mujeres (9,2%) que en hombres (4%).
“Se le da peso, pero no recursos”
Ana ha sufrido depresión y ansiedad durante años. Con paciencia, tratamiento y coloquios ha conseguido salir de ese bucle.
Pero al hablar de salud mental, ella no considera suficiente alzar la voz: para hacer real el cambio hay que llevarlo a la práctica. Las redes sociales han servido en los últimos años como altavoz para los desprotegidos, una plataforma donde se han normalizado situaciones y apoyado a colectivos. Pero, ¿de qué sirve si no somos consecuentes?
En la sanidad pública se le da peso, pero faltan recursos. Hasta un año de espera para ser atendidos.

“Todos merecen tener acceso a los tratamientos”
Para uno de los corredores que prefirió mantenerse en el anonimato, lo primordial es que “todas las personas tengan acceso a los tratamientos”.
Desde hace dos meses había empezado a tratarse, puesto que padece un problema de adicciones. Participar en la carrera le ha dado más fuerzas y ganas de seguir luchando.
Para él, el primer paso es empezar a normalizar los tratamientos y sobre todo, sensibilizar a la población para que el acceso a los tratamientos y diagnósticos pertinentes sean más económicos y no solo estén al acceso de personas de alto nivel adquisitivo.
“Cambio, visibilidad y normalización”
Miriam se apoya en su familia al contar su historia. Ella sufre un trastorno mental y corre por ello, por visibilizarlo, normalizarlo, conocerlo. Es la única vía para comprender y ser comprendido.
Es paciente de la sanidad pública, igual que tantos otros. Y de la misma forma que Ana, denuncia la desprotección que existe con respecto a la salud mental. Citas cada cuatro o cinco meses y un seguimiento despersonalizado.

Tender puentes hacia la inclusión social y laboral
Una de las metas principales de la iniciativa es fomentar la inclusión laboral y social. De esta manera, todos los fondos irán destinados a diferentes proyectos de empleo que generarán trabajo para más de trescientas personas con discapacidad por problemas de salud mental.
Y es que, 8 de cada 10 personas con problemas de salud mental no tienen empleo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Y sólo el 17% de las personas con certificado de discapacidad por salud mental accede a un trabajo.

La unión hace la fuerza
Al fin y al cabo, la carrera no es más que un pequeño grano de arena para la causa, una nueva forma de visibilizar una enfermedad que crece a ritmo vertiginoso. La OMS calcula que en 2030 se convertirá en la primera causa de discapacidad a nivel mundial.
La cuestión es… ¿habrá cambiado algo para entonces?
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