España continúa siendo un país libre de transmisión endémica de los virus del sarampión y rubeola en 2019, un año en el que, entre el 1 de enero y el 21 de julio, se han confirmado 233 casos importados de la primera de las enfermedades.

Los casos de sarampión confirmados en lo que va de año son importados o secundarios a éstos y la transmisión se ha interrumpido con facilidad, según el Ministerio de Sanidad, que asegura que no se ha detectado ningún caso de rubeola.
Según Sanidad, la OMS le ha hecho llegar al Ministerio una carta en la que se certifica el estado de eliminación del virus de la rubeola, que se consiguió por primera vez en España en 2015, y el del sarampión, que se obtuvo un año después.
La ministra en funciones, María Luisa Carcedo ha agradecido el trabajo realizado por los profesionales sanitarios y las comunidades autónomas para “mantener este importante logro” y ha valorado las altas coberturas de vacunación alcanzadas en España, gracias al calendario común de vacunación a lo largo de toda la vida.
La #OMS ha verificado que #España continúa un año más en estado de eliminación de #sarampión y #rubeola. Se trata de un éxito de todo el Sistema Nacional de Salud en su conjunto. Mis felicitaciones a l@s profesionales sanitari@s y a las #CCAA por su trabajo e implicación #SNS pic.twitter.com/q43nMnqGU5
— Luisa Carcedo (@luisacarcedo) August 16, 2019
Así se manifiestan el sarampión y la rubeola
El sarampión y la rubeola son enfermedades de la infancia, altamente contagiosas, que causan mortalidad e importantes complicaciones, especialmente en adultos jóvenes.
Además, la rubeola es particularmente grave en mujeres embarazadas porque puede provocar graves malformaciones congénitas.
Para verificar el estado de eliminación de sarampión y rubeola, la OMS establece como requisitos que el país disponga de un sistema de vigilancia de alta calidad y que haya demostrado durante tres años consecutivos que no ha habido transmisión endémica.
El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus y normalmente se suele transmitir a través del contacto directo y del aire.
El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo, según la OMS.

El primer signo del sarampión suele ser la fiebre alta, que comienza unos 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días.
En la fase inicial, el paciente puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
Al cabo de unos tres días aparece un exantema, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que va extendiendo, acabando por afectar a las manos y pies.
Por su parte el virus de la rubeola se transmite por gotículas en el aire, cuando las personas infectadas estornudan o tosen. Los humanos son el único huésped conocido.
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