Un hombre, 23 personalidades diferentes y un trastorno. Con motivo del estreno de la película “Múltiple”, analizamos el trastorno que padece el protagonista de la película, denominado “trastorno de identidad disociativo”, comúnmente conocido como “trastorno de personalidad múltiple”. Es una enfermedad muy poco común que genera controversia debido a los pocos estudios y casos que se ven en la realidad, pero algunos profesionales de la psiquiatría son firmes defensores

El trastorno de personalidad múltiple se conoce actualmente, según la clasificación del DSM5 (Manual diagnóstico y estadístico de los desordenes mentales), como “trastorno de identidad disociativo”.
Se caracteriza por la presencia de dos o más estados de personalidad distintos junto con episodios recurrentes de amnesia. La perturbación de la identidad implica una discontinuidad importante del sentido del yo y del sentido de la entidad, acompañado de alteraciones relacionadas del afecto, el comportamiento, la conciencia, la memoria, la percepción, el conocimiento y el funcionamiento sensitivo-motor.
La película sobre 23 personalidades
El guionista, director y productor M. Night Shyamalan, quien revolucionó el cine de terror con “El sexto sentido”, crea un thriller psicológico con “Múltiple”, donde explora la misteriosa y fracturada mente del hombre.

Su historia está basada en “algo real” pero lo lleva “más allá”. Se ha documentado a conciencia antes de dar rienda suelta a su imaginación, asistió a clases de psicología en la Universidad de Nueva York en las que se trataba esta enfermedad; además para escribir el guión, estudió los casos mejores documentados y habló con varios psiquiatras que trabajan con este tipo de pacientes para conocer sus comportamientos. Así no sólo desarrolló el papel de Kevin, el protagonista, sino que ayudó a crear el de la doctora Fletcher.
La película cuenta la historia de Kevin (James McAvoy), un hombre que posee 23 personalidades distintas, entre estas, está Barry, un futuro diseñador de moda; Dennis, un obsesivo-compulsivo; Hedwig, un niño juguetón de nueve años, y Patricia, una mujer de mucha autoridad y extrañamente amable.
En un brote de histeria secuestra a tres adolescentes y deberán averiguar qué personalidades pueden ser de utilidad para escapar y cuáles podrían poner en riesgo su vida.
Para hacer frente a su enfermedad, Kevin recibe la ayuda de la Doctora Fletcher (Betty Buckley), una psiquiatra que ha dedicado su vida a la defensa de las personas con esta patología.
Kevin tendrá que luchar por sobrevivir contra todas sus personalidades y la gente que le rodea, a medida que las paredes de sus compartimentos mentales se derrumban.
Controversia de opiniones
La existencia de esta degeneración genera controversia en cuanto a la existencia o no de esta enfermedad. La clasificación internacional de la Organización Mundial de la Salud afirma que es raro, sin acuerdo sobre sus manifestaciones clínicas.
Sin embargo, la Asociación Americana de Psicología lo recoge claramente en su clasificación, dentro de los estas alteraciones en el manual DSM5. Garantizan que se caracteriza por ser una interrupción en la integración normal de la conciencia, la memoria, la emoción, la percepción y el comportamiento. Suelen aparecer por fuertes traumas en la infancia.
Para tratar este tema hemos consultado a Julio Bobes, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, quien asegura que “no existe el desorden de personalidad múltiple, pueden haber otros rasgos de personalidades en la forma de ser de las personas, pero no es una enfermedad“.
“Hay personas que son difíciles de encajar en un sólo tipo porque los rasgos no son sólo de uno y porque esos van mutando. Según el año evaluado, hay más presencia de unas cosas y años más tarde, predominan otras, eso hace que se piense que no haya manera de encajarlos en un grupo y por eso hace tiempo se formuló la posibilidad de que se admitiese la categoría de estos“, expone Julio Bobes.
“Existen subtipos, unos nueve, pero es imposible que haya 23 tipos de personalidades en una persona, eso es una licencia que se ha tomado el director cinematográfico, sentencia el doctor Bobes.

Dentro de esta línea también se sitúa Jerónimo Saiz, jefe de servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, ya que para él “es más un tema de ficción literaria y de imaginación frente a determinadas situaciones” pero que tal y como se describe en la realidad “no tiene entidad“.
“En general es más una alteración que aparece en la literatura, en las novelas o en las películas. Se supone que es una persona que tiene dentro de sí varias identidades con voces, sexos y aptitudes y que no es consciente de la actuación de uno mientras está desarrollando el rol del otro, por tanto hay una serie de temas que no recuerda. Todo esto forma parte de un contexto que tiene que ver más con otra patología mental que es la histeria. Está muy poco visto y es no es frecuente en la patología real”, manifiesta el doctor Saiz.
Otra especialista en el campo, la psicóloga clínica y experta, Cristina Rodríguez Cahill, cuenta que a pesar de ser una enfermedad a debate, ella sí que ha tenido pacientes que han padecido esta patología.
“Las investigaciones existentes son escasas y habitualmente de caso único. Hay culturas en las que se ha descrito con mayor frecuencia, especialmente en las no occidentales”, comenta la especialista.Es cuestionado por muchos porque ha sido simulado por ejemplo, en los centros penitenciarios para rebajar o intentar eliminar la pena, y por eso afirma que “la amnesia que acompaña a esta enfermedad es tan importante, porque permite discriminar de cuando es simulado o no”.
Trastorno disociativo de identidad a fondo
La psicoterapeuta Cristina Rodríguez detalla que los afectados por esta enfermedad mental “presentan interrupciones bruscas de emociones y conductas, sin un sentido de control”. También asegura que es frecuente que sufran “fugas disociativas donde relatan haber hecho viajes o encontrarse en lugares y no recordar cómo llegaron allí”.

Algunos intentan minimizar o esconder sus cambios y las amnesias que sufren, muchos se avergüenzan y otros ni siquiera son conscientes. “Estas múltiples personalidades pueden mostrarse de forma sucesiva (lo más habitual) o de forma simultánea, es decir, al mismo tiempo, llegando a tener conversaciones entre ellas”, relata la experta.
Las personalidades “pueden no conocerse” y todas tienen sus propias características individuales, aunque suele ser habitual que haya una “personalidad primaria“. La primaria para algunos autores sería la personalidad más funcional y para otros sería la que se manifiesta con más frecuencia.
No hay un límite en el número de personalidades establecido, un estudio de Tyrer en 1989 señala que se pueden llegar a unas 30 personalidades y Cristina Rodríguez asevera que en la clínica ha llegado ver unas 10 en uno de sus pacientes.
Causas aparición
Según la experta, estos, “tienen su origen en alteraciones de los vínculos tempranos, es decir, en la relación con los cuidadores donde el desarrollo de la personalidad se constituye a través de las experiencias y aprendizajes en los que la crianza juega un papel primordial, especialmente la relación de apego, que es el primer vínculo afectivo de todo ser humano”.
Este vínculo es muy importante para el desarrollo humano porque “influye en otras capacidades psicológicas como la autorregulación emocional, la simbolización, la mentalización, la autonomía y la capacidad para tolerar la soledad“.

“Aparece habitualmente como consecuencia de traumas severos durante la infancia. La presencia de abusos y negligencia en el pasado de estos pacientes es muy elevada, en torno a un 90%“, explica Cristina Rodríguez.
La psicóloga clínica señala que en los niños no se suele manifestar, que aparece a partir de la adolescencia y lo desencadena en una gran variedad de situaciones:
- Cuando la situación traumática cesa. Por ejemplo: emancipación del hogar.
- Los hijos de esta persona alcanzan la edad en la que ella fue víctima de abuso.
- Experiencias traumáticas posteriores, aunque sean de menor intensidad, como por ejemplo un accidente o despido.
- Muerte o enfermedad del maltratador.
Cómo actuar
Lo primero es dejar claro que las personas afectadas, no son peligrosos para la población, pero sí que ellos intentan autolesionarse.
Pautas de cómo actuar :
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Sombras. EFE/Friso Gentsch Buscar información e intentar comprender lo que le sucede a la persona.
- Para un buen pronóstico es fundamental que acudan a tratamiento con terapeutas especializados en el tema. Las personas que padecen este problema, mejoran entre 7-22 veces más con tratamiento que sin él, según los estudios.
- Apoyar emocionalmente y aceptar sus dificultades es lo mejor que podemos hacer desde el entorno. El tratamiento lo deben llevar a cabo los profesionales.
.-Efesalud
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