Según el Estudio de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD), el sexo no seguro, en todo tipo de relaciones de pareja, es el duodécimo motivo de fallecimiento y la dieciseisava causa de morbimortalidad; situación que afecta, de forma desproporcionada, más a las mujeres que a los hombres, sobre todo a jóvenes adolescentes y niñas. El …
Sexo no seguro: las mujeres se llevan la peor parte
Según el Estudio de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD), el sexo no seguro, en todo tipo de relaciones de pareja, es el duodécimo motivo de fallecimiento y la dieciseisava causa de morbimortalidad; situación que afecta, de forma desproporcionada, más a las mujeres que a los hombres, sobre todo a jóvenes adolescentes y niñas.
El doctor Juan B. Soriano Ortiz, médico epidemiólogo del Instituto de Investigación del Hospital de La Princesa (IISP) y profesor asociado de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, conecta con efesalud.com para detallar las peligrosas consecuencias infecciosas de practicar sexo sin preservativo, como el cáncer de cérvix o cuello de útero.
“La OMS nos recuerda que salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia”, destaca el doctor Soriano.
¿Qué es el sexo no seguro?
Existen más de 30 bacterias, virus y parásitos causantes de infecciones de transmisión sexual (ITS), la mayor parte de las cuales se propagan por contacto sexual sin protección -métodos de barrera-. Pueden dar lugar a enfermedades crónicas, sida, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, cáncer cérvicouterino e incluso provocar la muerte.
En los países en vías de desarrollo económico y social este grupo de infecciones, y sus posibles complicaciones, constituyen una de las cinco razones principales por las que los adultos solicitan atención sanitaria.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se propagan generalmente de una persona a otra durante el coito sin preservativo, pero no se deben desdeñar los contactos previos o posteriores del juego sexual.
Algunas de ellas también se pueden transmitir de la madre al hij@ durante el embarazo o el parto. Otras maneras de contagio serían la transfusión de productos sanguíneos o el trasplante de tejidos humanos.
“Muchas enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden tener una presencia asintomática, en particular en las mujeres. Así pues, los hombres y mujeres cuyos compañeros sexuales acusan síntomas de infección de transmisión sexual deben acudir a una consulta, independientemente de que tengan o no signos. Cuando se diagnostica o se sospecha la presencia de una infección, se debe administrar rápidamente tratamiento para evitar complicaciones”, subraya el epidemiólogo.
Las infecciones de transmisión sexual afectan de forma desproporcionada a las mujeres, muchas de ellas jóvenes y adolescentes. Cada año, 1 de cada 20 muchachas contrae una infección bacteriana por contacto sexual, y se observan infecciones a edades cada vez más tempranas.
La concienciación y la información sobre las infecciones de transmisión sexual y la manera de prevenirlas en la adolescencia deben formar parte de todos los servicios de salud sexual.
Las infecciones de transmisión sexual son causas importantes de lesión en las trompas de Falopio y de infertilidad en la mujer. Entre un 10% y un 40% de las mujeres con clamidiasis no tratada desarrollan una enfermedad inflamatoria pélvica sintomática.
Un 30% a un 40% de los casos de infertilidad femenina obedecen a una lesión de las trompas de Falopio posterior a una infección.
Durante el embarazo, la sífilis temprana sin tratar causa la cuarta parte de los casos de muerte fetal y el 14% de los de defunción neonatal. En África, la prevalencia de sífilis entre embarazadas oscila entre un 4% y un 15%.
Una de las infecciones de transmisión sexual más mortífera es la causada por el virus del papiloma humano (VPH).
“Casi todos los casos de cáncer cérvicouterino están asociados a una infección genital por este virus. El cáncer del cuello del útero es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres, y causa cada año 500.000 casos nuevos y 250.000 defunciones. La vacuna que protege contra esta infección permitiría reducir significativamente la mortalidad asociada al cáncer cérvicouterino”, expone el doctor Joan B. Soriano.
Preservativos de hombre y de mujer… ¿Qué importancia tienen para evitar las ITS durante el sexo?
El uso apropiado y sistemático de preservativos -condones, gomas, fundas, profilácticos- se conforma como uno de los métodos más eficaces de protección contra las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el contagio por el VIH, que ocasiona el sida.
El preservativo femenino también es muy eficaz y seguro, pero no se utiliza de forma generalizada en los programas nacionales de salud sexual porque es más caro que el preservativo masculino.
“Notificar cada infección a l@s compañer@s sexuales forma parte integral de la atención de las ITS. Consiste en informar a las parejas de l@s pacientes acerca de su exposición a la infección para que puedan solicitar, a su vez, diagnóstico y tratamiento. De esa manera, es posible prevenir la ‘reinfección’ y reducir drásticamente la propagación de las diferentes enfermedades”, asevera el doctor Soriano.
La situación social o económica, y algunos comportamientos sexuales de riesgo, aumentan la vulnerabilidad de las personas ante las infecciones de transmisión sexual. El tipo de poblaciones más expuestas a riesgos de infección de transmisión sexual varía según el entorno, la cultura y las prácticas locales.
Por lo tanto, es preciso intensificar las intervenciones destinadas a prevenir y tratar dichas infecciones en esas poblaciones y trabajar, al mismo tiempo, para que se reduzcan al mínimo las posibilidades de estigmatización o discriminación en todos los servicios de cualquier Sistema Nacional de Salud.

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