Aseguran saborear las palabras, ver la música o sentir el color de las personas. Aunque su forma de percibir puede resultar un tanto peculiar para la mayoría de los mortales, no se trata de personas enfermas ni con superpoderes. Tienen sinestesia, una conexión inusual entre áreas cerebrales que provoca una alteración de los sentidos.

La sinestesia es un cóctel de sentidos
EFE/Fuerzabruta
  • 20 de agosto, 2014
  • MADRID/ EFE/ GEMMA HERNÁNDEZ

Sinestesia significa mezcla de sentidos.  Una alteración que se produce por las relaciones involuntarias entre estímulos y respuestas a causa de una conexión inusual entre dos zonas del cerebro. La sinestesia más común es la de vincular letras o número a colores. Así, una persona podría ver, por ejemplo, la letra T de color verde. En este subtipo el estímulo es letra T y la respuesta es el color verde.

El psicólogo Emilio Gómez Millán, profesor titular del departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada y director de un grupo de investigación especializado en la sinestesia, explica que hay un gran número estímulos (nombres, caras, palabras completas, sonidos, emociones, música…) y respuestas (temperaturas, sensaciones gustativas fantasma, formas visuales cambiantes…)

Sinestesia: un mundo por descubrir

El psicólogo Andrés Orive, miembro de la Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual, señala que no existe una clasificación cerrada y que se intuye que hay muchos tipos de sinestesia por descubrir. Entre las que ya se conocen se encuentran estos subtipos:

  1. Léxico-gustativa: las palabras tienen un sabor. Por ejemplo, la palabra “mesa” sabe a limón.
  2. Tacto-espejo: el sinésteta siente dolor al tocar a otra persona.
  3. Personificaciones de números y letras: por ejemplo, el número 8 puede ser simpático y elegante.
  4. Ideaestesia o la asociación entre sentidos e ideas: Los sonidos agudos son inteligentes o las personas altas más simpáticas.
  5. Sinkinesias: acciones como pasos de danza o estilos de natación que se asocian a respuestas.
  6. Una letra, número, nombre o emoción se asocia a un color: el nombre Sara es de color azul.
  7. Música-color: al escuchar música se ven colores y líneas que se mueven.
  8. Persona-color: asociar una persona con un color o temperatura.
  9. Vinculada al calendario: Los meses del año o días de la semana  se ven en configuraciones circulares, en zig-zag…

Experimentada por todos

El psicólogo Gómez Millán aclara que todos poseemos zonas asociativas entre los distintos sentidos en la corteza cerebral y que la sinestesia es el “modo normal de funcionamiento del cerebro, a través de las zonas de asociación sensorial, donde los distintos sentidos se comunican entre sí”.

Al leer todos experimentamos sinestesia, al ver formas escritas escuchamos una voz interna; hay una comunicación entre las zonas visuales y auditivas del cerebro, explica el experto.

sinestesia
EFE/ DOMINIC FAVRE

Gómez Millán apunta que todos nacemos con un cableado cerebral que cambia al entrar en contacto con la experiencia. Por ello, estas conexiones no funcionales desaparecen, otras permanecen y otras aparecen por aprendizaje. En el caso de los sinestésicos, se “mantienen muchas de estas conexiones innatas aparentemente arbitrarias en la edad adulta”.

El neurólogo Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología, señala que la sinestesia puede aparecer en algunas personas después de haber tenido una lesión cerebral. Aunque “la mayor parte de los pacientes tienen la sinestesia desde el nacimiento e incluso existen familias en las que el fenómeno se transmite, podríamos entenderlo como hereditario”, añade.

Un pequeño don

La posibilidad de hacer asociaciones inusuales puede ayudar a casi todas las manifestaciones artísticas como la pintura, la música o la literatura, afirma el doctor Carlos Tejero. El pintor Wassily Kandinsky o el escritor Vladimir Nabokov, entre otros, son ejemplos de imaginación potenciada por la sinestesia.

Según explica el psicólogo Emilio Gómez Millán,  la mayor parte de los sinéstetas se encuentra contento con esta alteración y “la cultivan, forma parte de su personalidad y está asociada a los placeres mentales”.

Muchos la viven como una especie de don, ya que los sinéstetas tienen una mayor creatividad e inteligencia intuitiva, beneficios aún discutidos por la comunidad científica, remarca .

Posibles inconvenientes

Durante la adolescencia muchas personas con sinestesia se dan cuenta de que su forma de percibir es diferente y hasta ese momento consideran que todo el mundo lo hace como ellos, señala el psicólogo Andrés Orive. Cuando el sinésteta descubre la discrepancia entre su forma de sentir  y la del resto del mundo, éste puede experimentar pequeñas molestias emocionales.  Por otro lado,”suelen tener ciertos problemas con las operaciones aritméticas”,  apunta Gómez Millán.

Algunos sinéstetas pueden tener dificultades para desenvolverse en determinadas situaciones, pero fuera de ellas llevan una vida completamente normal. Un ejemplo son los trabajos donde el ruido de fondo pueda provocar una sensación de visión extraña. No obstante, “más o menos todos tenemos limitaciones identificables, que nos llevan a guiarnos en ambientes que reconocemos como más favorables”, matiza el neurólogo Carlos Tejero.

.-Efesalud