Las fresas son un alimento sabroso y rico en nutrientes. Destacan sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Ahora, un estudio universitario explica que las partes verdes del fruto, los tallos y las raíces, también favorecen el desarrollo de funciones básicas del organismo

¿Todas las partes de la fresas, como la raíz y tallo, se pueden comer?
  • 31 de julio, 2015
  • MADRID/EFE/MIRIAM MUÑOZ

La fragaria vesca,  comúnmente conocida como fresa, es una fruta disponible en el mercado durante todo el año aunque destaca su consumo durante la primavera y el verano.

Estamos acostumbrados a la ingesta de este fruto como postre o merienda pero no sabíamos que si tomamos una infusión o decocción de sus partes vegetativas podemos aportar a nuestro cuerpo una serie de nutrientes esenciales.

Un estudio extraído de un proyecto de la doctoranda M. Inês Dias y liderado por la doctora Isabel Ferreira, del Instituto Politécnico de Bragança y de la Universidad de Oporto, demuestra que las raíces y los tallos de las fresas silvestres contienen nutrientes como ácidos grasos, ácidos orgánicos, azúcares solubles, o vitaminas tan esenciales como la C o la E.

Los beneficios de las fresas silvestres

Este estudio, en el que también colabora la Universidad Complutense de Madrid (UCM), revela que, en términos generales, las muestras comerciales y silvestres de la fresa presentan un perfil nutricional muy similar, aunque se han observado diferencias en función del tratamiento térmico aplicado.

EFE/MAR GONZALO

EFEsalud ha entrevistado a una de las colaboradoras y profesoras de la UCM, Patricia Morales, quien ha explicado que las partes vegetativas de las fresas silvestres, en general, cuentan con más azúcares y vitamina B9 que las cultivadas, aunque ambas son ricas en nutrientes.

El análisis determina que algunos de los contenidos minerales de las partes verdes de la fresa silvestre son magnesio, calcio, hierro y manganeso mientras que en las fresas comerciales son abundantes en potasio, cobre y cinc.

“El consumo de este tipo de extractos, mediante infusiones y/o decocciones, de forma habitual, sumado a una dieta saludable y equilibrada puede contribuir a la ingesta de nutrientes y algunos compuestos bioactivos con actividad antioxidante que ayuden a prevenir la aparición de cierto tipo de patologías crónicas”, matiza la investigadora.

Las fresas silvestres predominan en Europa y también en algunos países como Japón, Corea, Estados Unidos y su consumo contribuye a un buen estado de la salud, aunque no es posible precisar la cantidad recomendada para obtener el aporte necesario de nutrientes que necesita nuestro organismo.

Las propiedades de otras frutas y plantas

El proyecto de investigación se ha centrado en el estudio de plantas silvestres comestibles con características medicinales y/o aromáticas, como es el caso de las raíces y tallos de la fresa.

Patricia Morales señala que “hoy en día es importante ampliar el conocimiento de nuevos recursos alimentarios y los posibles subproductos derivados del cultivo y/o procesado de los alimentos”.

Por este motivo, ya son numerosos los estudios que se centran en las partes de las plantas menos consumidas que los frutos. Según la profesora del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la UCM,  se han descubierto ya otras plantas muy importantes por sus propiedades medicinales, bioactivas y antioxidantes.

Estas son algunas de los muestras más destacadas con las que ya se ha trabajado y se han obtenido resultados favorables:

  • Rosa canina (pétalos, ramas, flores y semillas)
  • Rosa micanthra (frutos, pátalos y flores fertilizadas)
  • Castanea sativa (flores y hojas de castaño)
  • Prunus avium (pedúnculos de cerezas)