Vista fatigada, estrés, dolores musculares, dificultades técnicas, problemas para compaginar la vida laboral y familiar… son solo algunas de las consecuencias del teletrabajo. Sin embargo, es posible conseguir que la rutina laboral en casa sea saludable y no afecte al bienestar de nuestro organismo. Julio Maset, doctor del laboratorio farmacéutico Cinfa, propone algunas pautas útiles para acabar con el llamado “tecnoestrés laboral”

Recomendaciones para teletrabajar de manera saludable
Una mujer realiza teletrabajo en su casa mientras su hija juega a su lado. EFE/Enric Fontcuberta
  • 14 de septiembre, 2020
  • MADRID/EFE/NOEMI ROJIN
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La pandemia COVID-19 ha provocado que se pongan en marcha nuevos modelos laborales como el teletrabajo, una alternativa que ha ido creciendo en los últimos meses.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 4,8 % de los españoles trabajaban mediante esta fórmula en 2019. Sin embargo, durante las primeras semanas del confinamiento ese porcentaje aumentó hasta el 34 po ciento, según el estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), realizado sobre la base de encuestas y datos del INE.

“Esta situación puede brindar ventajas, pero también requiere establecer ciertas condiciones de espacio, equipamiento y organización para evitar riesgos a nuestra salud”, indica el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.

Maset recomienda mantener una postura adecuada para evitar dolores musculares y articulares en el cuello, cervicales, espalda, muñecas y piernas.

La fatiga visual “por la fijación prolongada de la vista en la pantalla” es también muy habitual, indica el experto. A esto hay que añadir el sedentarismo provocado por pasar demasiadas horas delante del ordenador.

Otro aspecto a tener en cuenta son los problemas psicológicos fruto de las dificultades de compaginar la vida laboral y personal. “Está siendo muy compleja la conciliación del cuidado de personas mayores o hijos con el trabajo por las interrupciones continuas y las dificultades de compartir espacio o el uso del ordenador”, expone.

El estrés de las tecnologías

El desconocimiento de la tecnología o las dificultades técnicas para poder trabajar también pueden provocar ansiedad y derivar en lo que se conoce como “tecnoestrés laboral”.

“En el empleo presencial, cuando no se conoce una herramienta informática o falla podemos recurrir al compañero o al departamento indicado. Pero encontrarse en casa sin apoyo inmediato puede ser una importante fuente de ansiedad”, explica el doctor.

Por ello, el “tecnoestrés” ha cobrado más  importancia entre los trabajadores desde el inicio de la pandemia. Una situación que se ve incrementada por un mayor desajuste entre la necesidad de utilizar la tecnología en el ámbito laboral y los recursos, conocimientos o tiempo disponibles.

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EFE/Niklas Ruege

Para el experto de Cinfa, la exigencia actual de estar conectados al móvil, ordenador o tableta fuera del horario de trabajo agudiza aún más los niveles de estrés.

Según el VII Estudio CinfaSalud “Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés” realizado en 2017, ya siete de cada diez españoles aludía a la imposibilidad de desconectarse de la tecnología como un factor de estrés.

“No debemos olvidar que el tecnoestrés ha cruzado el ámbito laboral y ha ocupado el escolar”, denuncia Maset. La incertidumbre sobre este curso escolar, clases online, conflictos cuando el ordenador familiar es compartido o la conexión a Internet son factores que han provocado que este tipo de estrés comience en edades tempranas.

Diez pautas para un teletrabajo saludable

Con el fin de minimizar la huella de esta situación en la salud de la población, Cinfa propone una serie de pautas:

  1. Organizar bien la rutina laboral o de estudio: Es importante establecer horarios regulares, pero con cierta flexibilidad
  2. Separar el espacio de trabajo: en la medida de lo posible es recomendable un espacio amplio y lo más aislado posible del resto de la casa. Que sea tranquilo, con luz natural y alejado de fuentes de ruido. Si los dispositivos son compartidos es necesario delimitar bien su tiempo de uso.
  3. Cuidar la ergonomía del mobiliario: la mesa debe ser ancha y debe estar elevada entre 65 y 68 cm. Lo ideal es que la silla tenga cinco apoyos rodantes en el suelo, apoyabrazos y respaldo reclinable.
  4. Adoptar una buena postura: debe ajustarse el respaldo de la silla para que la espalda se mantenga erguida y se forme un ángulo recto con los muslos, así como entre el brazo y el antebrazo. El teclado y el ratón también deben procurar que la postura de trabajo sea cómoda. En caso de notar agarrotamiento muscular es aconsejable levantarse y realizar estiramientos.

    Una mujer realiza teletrabajo en su casa mientras su hija juega junto a ella. EFE/Enric Fontcuberta
  5. Proteger la visión con una pantalla adecuada: la pantalla debe estar situada a unos 40-55 centímetros de distancia de los ojos y la imagen debe ser nítida. Es preferible no sentarse frente a una ventana ya que puede dificultar la adaptación ocular al brillo de la pantalla.
  6. Cuidar la iluminación de tu entorno de trabajo: si es posible que sea luz natural.
  7. Buena climatización de la habitación: que esté bien ventilada y a una temperatura agradable.
  8. Realizar pausas regularmente: es recomendable realizar pausas cortas y frecuentes. Deben estar dedicadas a descansar la vista y a caminar un poco. También es útil programar la merienda o el almuerzo para evitar picar en cada descanso.
  9. Descansar la vista de manera periódica: se recomienda parpadear con frecuencia durante el trabajo y realizar descansos de cinco a diez minutos por cada hora de esfuerzo visual.
  10. Desconectar tras el trabajo: no se debe prolongar el horario de trabajo durante la noche o los fines de semana. Después del trabajo es importante invertir tiempo en ocio, familia o en ti mismo. Una buena idea es planear una actividad física para evitar el sedentarismo.