El trasplante de córnea es el más antiguo de todos y se lleva haciendo en España desde 1940. Hay 23 bancos de ojos y 180 hospitales acreditados para este tipo de intervenciones. Tres expertos y un paciente nos recuerdan que un nuevo donante es un nuevo milagro.

Trasplante de córnea, mirar de otra manera
EFE/Eduardo López
  • 9 de junio, 2014
  • MADRID/EFE/PAZ OLIVARES

Como si de una lentilla se tratase, la córnea es un tejido transparente del globo ocular que ayuda al ojo a enfocar y a protegerlo de gérmenes, polvo y otras partículas dañinas. El trasplante de córnea o queratoplastia está indicado en aquellas enfermedades que la lesionan, haciéndola opaca y causando la pérdida de visión.

Desde la creación de la ONT, en España se han realizado cerca de 60.000 trasplantes de córnea. De ellos, 3.477 en el pasado año. En 2013, en España se obtuvieron 5.062 córneas, gracias a la generosidad de 2.653 donantes, según datos de la organización.

El primer trasplante de córnea se realizó en 1940 en la Clínica Barraquer de Barcelona. En España existen 180 hospitales acreditados para realizar este tipo de trasplantes y 112 centros autorizados para la obtención de córneas, distribuidos por todas las comunidades autónomas.

EFEsalud profundiza en el trasplante de córnea con el doctor José Manuel Benítez del Castillo, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; las doctoras Anna Vilarrodona, directora técnica del Banco de Tejidos de Barcelona, y Pilar Balado, responsable del Banco de Tejidos Oculares del Hospital Gregorio Marañón de Madrid; y con Felipe Llanes, paciente que se sometió a esta cirugía.

¿Cómo es el antes?

Cuando una persona fallece, si no es donante, se puede valorar para que lo sea. En el caso de la córnea, se evalúan los antecedentes médicos del fallecido, ya que, a diferencia de otros tejidos, puede que haya tenido alguna enfermedad y eso no contraindica que se pueda llevar a cabo el trasplante. “Hay casos muy concretos de patologías que haya tenido el donante con las que no se puede hacer la cirugía, como el cáncer en sangre”, explica la doctora Vilarrodona.

A partir de ahí, se le pregunta a la familia si la persona tenía la voluntad de donar o no. “En España, en principio, todos somos donantes, salvo que hayamos expresado en vida que nos oponíamos”, dice la especialista del Banco de Tejidos de Barcelona. Una vez se haya obtenido el consentimiento de la donación, se toma una muestra de sangre para hacer un cribado y se lleva a cabo la extracción de la córnea.

Este tejido se evalúa en el banco de ojos y, si es adecuado, si el cribado es correcto y si la historia médica es apta, se hace el trasplante.

“Hay alguna negativa a la hora de donar tejidos, pero, dentro de estos, puede que este sea el tejido que la gente menos se niega a donar. Muchas veces la negativa es por desconocimiento y porque no se sabe que es un proceso que se hace de manera rápida y con el máximo respeto”, afirma Vilarrodona.

trasplante de cornea riesgos
EFE/Abir Sultan

Con respecto a otros trasplantes, para el de córnea se tiene más tiempo a la hora de llevar a cabo la intervención. De hecho, si se pone una solución especial para mantener las condiciones y las características de la córnea, se puede llegar a almacenar hasta un mes.

“En el caso de un trasplante urgente y que en una comunidad autónoma no haya, pedimos el tejido a otras comunidades”, apunta la doctora Balado.

“Una vez que la recibimos, no hay que donarla ese mismo día, sino que nos da tiempo a seleccionar el paciente adecuado para ello, teniendo en cuenta la urgencia y la preferencia”, añade.

Causas por las que se interviene

Si la enfermedad por la que se hace el trasplante afecta a las capas más superficiales del ojo, se hace lo que se llama un trasplante lamelar anterior, que quita una serie de capas. En cambio, si afecta a las capas profundas de la córnea, se hace entonces un trasplante lamelar posterior. “Dependiendo dónde está la enfermedad, se hace un tipo de trasplante u otro porque son técnicas quirúrgicas totalmente diferentes”, aclara el oftalmólogo del Hospital Clínico San Carlos.

Asimismo, el doctor presenta las causas por las que se lleva a cabo una intervención:

  • Queratocono: la córnea, en lugar de ser esférica, es cónica.
  • Edema corneal: el paciente tiene una patología que hace que la córnea esté encharcada, deja de ser transparente y se pierde la visión.
  • Herpes: la córnea se vasculariza y se llena de vasos sanguíneos.
  • Distrofias corneales: enfermedades hereditarias que afecten al endotelio.

Riesgos del trasplante de córnea

Una de las posibilidades es que en la intervención haya un riesgo de que se produzca astigmatismo. “Si el paciente ve torcido, hay que corregirlo con lentillas o gafas, pero si es más grave, hay que volver a operar”, comenta José Manuel Benítez.

Como en todos los trasplantes, el rechazo está presente, ya que nuestro sistema inmunológico intenta eliminar algo que está reconociendo como algo extraño. “Normalmente, los trasplantes de córnea tienen menos nivel de rechazo que los de otro tipo, aunque eso dependerá de la causa por la que se haga el trasplante”, subraya el experto.

Anna Vilarrodona: “No se deforma ni altera la fisonomía de la cara, y eso es algo que preocupa a muchos pacientes antes de entrar en quirófano”.

Recuperación del trasplante de córnea

Después de una intervención de este tipo, el médico le da instrucciones al paciente para que tenga en cuenta el riesgo de que el organismo rechace el transplante. Los síntomas son el enrojecimiento del ojo, dolor o peor visión. La persona tiene que acudir bastante a la consulta durante los primeros meses para comprobar que la herida se haya cerrado, los puntos estén bien y vigilar el astigmatismo.

 “El trasplantado se convierte en un asiduo en la consulta del oftalmólogo”, apostilla el doctor Benítez.

trasplante de cornea postoperatorio
EFE/J.M.Aragón

Las pautas que se le dan al recién operado no son otras que mantener reposo y tranquilidad, no tocarse el ojo, seguir el tratamiento que se le ha prescrito y acudir a urgencias en caso de la aparición de los síntomas de rechazo.

En cuanto al tratamiento, si se ha hecho el trasplante por queratocono, que tiene un bajo riesgo, normalmente a ese paciente le dan antiinflamatorios y corticoides en gotas.

En cambio, si el afectado tiene la córnea vascularizada, existe un riesgo altísimo de rechazo y, además del tratamiento convencional para bajar la posible inflamación, se le da un tratamiento de inmunosupresores por vía oral para bajar las defensas.

Un ejemplo a la vista

Felipe Llanes se sometió hace seis años a un trasplante de córnea en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

¿Cómo fue el proceso de recuperación?

Tuve que estar quieto un mes, sin leer para no forzar el ojo, sin hacer ejercicio físico. Tenía muy poca actividad, escuchando música, escuchando libros leídos por un profesional y sin ir a trabajar. Los puntos, curiosamente, no me los quitaron, sino que dejaron que se fueran rompiendo solos, con lo cual, de vez en cuando, tenía que ir a urgencias. Pero mientras no se rompiera ninguno, me olvidaba del ojo.

¿Ha recuperado la visión después del trasplante de córnea?

Prácticamente sí, aunque me ayudo con gafas.

¿Se han cumplido sus expectativas?

Se han cumplido del todo. Si hay suerte y el organismo no rechaza el trasplante, la operación es toda una delicia.

¿Cada cuánto acude a consulta?

Aproximadamente, dos veces al año.

Hay muchas veces que una persona va al contenedor de vidrio y ve un trozo de vidrio que a lo mejor vale 3 céntimos, pero las córneas para mucha gente son diamantes. No tendría que haber ning

una duda en donarlas. Es un trasplante muy agradecido.

.-Efesalud