Los excesos de las vacaciones, el alcohol, la inactividad, la comida salada y beber poca agua pueden resultar muy perjudiciales para tus riñones y todo lo que es malo para tu riñón lo acaba siendo también para tu corazón.

De cara a las vacaciones, la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) ha difundido un decálogo para un verano renal saludable, en el marco de su programa #CódigoRiñón, con el que pretende promocionar hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir las enfermedades renales.
De paso recuerda que la enfermedad renal crónica es conocida como la “epidemia silenciosa”, y que su prevalencia aumenta cada año y la padecen ya 4,5 millones de españoles.
En entrevista a Efesalud, el doctor Emilio Sánchez, de la junta directiva de la S.E.N, señala que el riñón parece que es “como poco importante y es super importante y además está vinculado a los problemas cardíacos”.
“En verano, las cosas a veces se ponen más difíciles, sobre todo porque los riñones funcionan cuando el estado de hidratación corporal es el adecuado, si nos falta agua en el cuerpo los riñones funcionan mal”, apunta.
El 60% del peso corporal de cualquier persona es agua, y cuando hay déficit de agua, pueden empezar los problemas.
En verano hace más calor, “nos cuidamos menos, comemos fuera, nos saltamos la dieta del resto del año, y las vacaciones están para disfrutar pero no tenemos que dejar de prevenir o estar pendientes”, aconseja este especialista.
En opinión de la presidenta de la S.E.N, María Dolores del Pino, “hay una cierta legitimación social de los excesos en vacaciones, frente a la que debemos cobrar conciencia, porque los excesos no dan la felicidad y sí pueden resultar bastante nocivos para la salud de nuestros riñones”.
Epidemia silenciosa
Del Pino sugiere aprovechar el descanso y la mayor disponibilidad de tiempo para justamente lo contrario, “para planificarnos mejor con las comidas, llevar una dieta más saludable y baja en sal, y hacer mucho más ejercicio”.
Los nefrólogos subrayan que hay muy poca cultura social sobre lo que es bueno y malo para los riñones, bastante menos que sobre salud cardiovascular, cuando la realidad es que la salud de los riñones y del corazón están íntimamente relacionadas.
De hecho, a medida que la función renal disminuye, el riesgo de morir por fallos del corazón aumenta, hasta tal punto que la causa habitual de muerte en los pacientes renales son los problemas cardiovasculares más que la insuficiencia renal en sí misma. E inversamente, la presencia de factores de riesgo cardiovascular triplica el riesgo de presentar enfermedad renal.
Y a pesar de este desconocimiento social, las enfermedades del riñón tienen un impacto enorme en la calidad de vida de las personas, así como en el propio sistema sanitario.

La Enfermedad Renal Crónica (cuando los riñones no pueden ya cumplir su función) es conocida como “la epidemia silenciosa” por su gran y creciente prevalencia en la población.
Aproximadamente 4.5 millones de personas padecen ERC en España, de las cuales unas 56.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), y este supone ya el 4% del presupuesto de la Atención Sanitaria Especializada en nuestro país.
En la última década, la ERC ha crecido en nuestro país un 20%, asociada al envejecimiento de la población y al incremento de la prevalencia de sus factores de riesgo como la enfermedad cardiovascular, la diabetes melitus, la hipertensión arterial o la obesidad, vinculados a estilos de vida poco saludables.
Para revertir el desconocimiento social de la enfermedad, y su condición de “epidemia silenciosa”, la S.E.N ha puesto en marcha #CódigoRiñón, una iniciativa para que toda la población “empiece a hablar el lenguaje del riñón” y se conciencie de la enorme relevancia que tiene para su calidad de vida cuidar de la salud de sus riñones.
Vacaciones, el decálogo de tus riñones
La presente campaña de sensibilización estival forma parte de este programa y contiene, en concreto, la siguiente lista de recomendaciones:

- En verano perdemos por la sudoración mucho líquido que hay que recuperar. Y recuerda: ¡la sed sólo se quita con agua!
- No te lo permitas todo por ser vacaciones. Acuérdate de tus riñones, y modera la ingesta de bebidas alcohólicas.
- En verano y siempre, evita el tabaco. Que las vacaciones no te estropeen los logros del resto del año.
- Aprovecha que tienes más tiempo para planificar mejor tus comidas y comer más sano. Tome mucha fruta y verdura y combínalas en tus comidas principales con pan, pastas y arroces.
- ¿Estás en la playa? Aprovecha y come más pescado que carne. Alterna las proteínas del pescado blanco o azul con huevos y legumbres.
- Si sales a comer a la calle, vigila la sal. Que la sal de la vida esté en tu ocio y en tus relaciones, no en tu comida. Sobre este condimento, el doctor Emilio Sánchez recomienda evitar tomarlo en cantidades excesivas, “pero tampoco hace falta no comer nada de sal cuando uno esta sano”. Reducir su consumo, explica, es el factor prevenible más importante para la hipertensión arterial. Se trata de la “medida más sencilla y no tiene efectos secundarios”. “La sal retiene líquidos, hace que un paciente pueda entrar en insuficiencia cardíaca, que se hinche …” y las comidas se pueden condimentar con otras especies, y con aceite, vinagre…
- Por algo le llaman el oro líquido: siempre, siempre, aceite de oliva, que se ha demostrado es muy cardiosaludable.
- Descansar no es (solo) tumbarse al sol. El ejercicio físico no sólo es compatible con el descanso, sino que te ayudará a sentirte mucho mejor.
- ¿Eres de los que dicen que te gusta andar, pero no tienes tiempo? Pues aprovecha tus vacaciones. No tienes excusas para una hora diaria de paseo, y a buen ritmo.
- ¿Quieres aprovechar el verano para adelgazar? Pues hazlo, pero con una dieta sana y equilibrada. ¡Nunca tomes suplementos dietéticos sin ser indicados por un profesional!
Y finalmente sobre este último punto, el doctor recuerda que cualquier persona que coma con sentido común , que tenga acceso a una alimentación rica en frutas y verduras no necesita ningún suplemento.
“A veces nos encontramos cansados a principio de primavera o del otoño, o porque tenemos estrés por el trabajo o la familia y creemos que lo vamos a arreglar con suplementos, y no valen para nada cuando uno se alimenta bien”.

Además, apunta, hay algunas sustancias que en exceso nos van a producir daños:
”Hay que alertar sobre los suplementos de proteínas, una costumbre muy introducida ahora, sobre todo la gente joven que busca estar guapa, musculada y para conseguirlo toman suplementos proteínicos , y comen cantidades ingentes de pollo, ternera…”
Todo esto es “toxico para el riñón y no sería la primera persona que por consumir estos productos acaba teniendo insuficiencia renal o llegando a diálisis”.
Estos suplementos se venden en los gimnasios “sin ningún control y queremos alertar para que no se consuman sin supervisión médica”.
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