El prestigioso cardiólogo y director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares alerta, en un artículo para EFEsalud, del peligroso aumento de la obesidad infantil.

Valentín Fuster: Ciencia, Salud y Educación
Valentín Fuster, este verano, durante su participación en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander./EFE/Esteban Cobo
  • 26 de septiembre, 2012
  • MADRID/VALENTIN FUSTER

Un arma más contra la patología cardiovascular

Valentín Fuster

El nacimiento de un nuevo medio de comunicación especializado en salud, EFEsalud, siempre es una buena noticia, porque supone una herramienta más para luchar contra las enfermedades cardiovasculares.

Desde el punto de vista epidemiológico, la patología cardiovascular representa la primera causa de mortalidad en el mundo y desde el punto de vista económico, su tratamiento es altamente costoso para la sociedad.

Nace EFEsalud mientras se gesta el Observatorio de la Nutrición y de la Obesidad que, como sabrán, tengo el honor de presidir, como también dirijo el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

El Observatorio es una apuesta más que necesaria para encauzar el peligroso aumento que estamos registrando en España en cuanto a índices de obesidad infantil. El CNIC es un centro de referencia en investigación cardiovascular no solo en Europa, sino incluso a nivel mundial.

Hay mucho trabajo que hacer. Porque a estas alturas, cuando las patologías cardiacas están en primera posición en el siniestro ranking de causas de mortalidad en los países ricos y empezando a ocupar tal posición en los países menos desarrollados -donde predomina el consumo de hidratos de carbono, la elevada ingesta de sal y se atrincheran las compañías tabaqueras-, ya sabemos que la solución a esta epidemia mundial no va a ser fácil.

Creo, no obstante, que hay tres palabras que esconden la clave para abordar esta lucha. Estas son Ciencia, Salud y Educación (SHE, en sus siglas en inglés). Tenemos claro que la investigación o la Ciencia son la clave para promover la salud cardiovascular en los adultos y la salud integral en los más pequeños. En el CNIC tenemos como signo de identidad el lograr atraer a los mejores investigadores y, más allá, localizarlos desde los inicios de su carrera científica, desde el bachillerato, de ahí la importancia de la Educación.

Desde la Iniciativa Vive (que integra los trabajos de la Fundación SHE y la Fundación Pro CNIC, los patronos privados del CNIC) llevamos a cabo distintos proyectos dirigidos a la población, cuya experiencia trasladaré a mi cargo en el Observatorio.

Como ejemplo, la prestigiosa publicación The American Journal of Medicine publicará próximamente la primera evidencia científica de que una intervención que hemos planificado en la etapa prescolar modifica positivamente los hábitos saludables de los más pequeños y, aún más importante, influye en un mejor comportamiento de sus padres y profesores.

Esperemos que, con la difusión de tales iniciativas, los medios de comunicación aporten su granito de arena al importante problema de la enfermedad cardiovascular y sus consecuencias sociales y económicas. Entre todos, y con mucho trabajo, podemos lograrlo.