Las navidades quedaron atrás, y la bajada de temperaturas facilita la reaparición de patologías propias del frío. La bronquiolitis en los más pequeños es una amenaza. De ello nos habla este segundo post de 2019 del blog “Salud y prevención”

Vigila el catarro de tu bebé para prevenir las temidas bronquiolitis
  • 17 de enero, 2019
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Las fiestas navideñas han dejado atrás reencuentros, comidas y cenas de todo tipo, regalos de Reyes o Papá Noel (según la tradición), y unos días con un sol generoso que en muchos casos nos hacía olvidar por un rato que estuviéramos en pleno invierno.

La bajada de temperaturas no se ha hecho esperar y con ella reaparecen las patologías propias de esta época del año. Además, en el caso de los niños, sobre todo cuando son más pequeños, la vuelta al cole o guardería es también un punto de inflexión ya que el contacto con sus compañeros aumenta el riesgo de caer enfermo. Todo lo malo se pega, sobre todo cuando hablamos de virus o bacterias.

En los bebés, la infección que más preocupa a los padres de niños durante el primer año de vida en estos meses de invierno es la bronquiolitis aguda, “pues puede conllevar ingresos por la dificultad respiratoria que causa”, asegura el doctor Daniel Ruiz, del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Córdoba.

“Las infecciones respiratorias suponen en invierno más de un tercio de las consultas pediátricas en atención primaria y urgencias, y provocan numerosos ingresos en esta época del año, obligar a los padres a estar vigilantes ante cualquier catarro para evitar que pueda ir a más”, añade.

Esta enfermedad puede ser causada por multitud de virus, aunque el más frecuente y el que conlleva una mayor gravedad es el virus respiratorio sincitial (VRS).

Este virus, según este especialista, tiene una facilidad especial para afectar a las células de la parte más distal del árbol bronquial en los lactantes con pocos meses de vida, provocando una importante secreción de moco, que es lo que da lugar a la dificultad respiratoria.

Los signos que nos pueden ayudar a identificar una bronquiolitis en los pequeños cuando están acatarrados pueden ser una tos persistente o cambios en la tonalidad de la tos; sensación de “burbujeo” al respirar; aumento de los movimientos de las costillas y abdominal a la hora de respirar; sensación de “pitos”; y rechazo del alimento, entre otros.

Fases de la enfermedad

Eso sí, no todos aparecen de golpe, todo depende de la fase en que se encuentre la enfermedad. El periodo de incubación suele durar 4-5 días, en los que el niño comienza con síntomas catarrales, y a los 2-4 días entrará en la fase de estado de la enfermedad.

En esta, debido a la inflamación de los bronquiolos y la excesiva producción de moco, el pequeño presentará aumento de la tos, dificultad respiratoria (incremento de la frecuencia respiratoria y aparición de hundimiento costal), comerá peor y estará irritable. La duración de esta fase es variable, aunque en la mayor parte de los casos es de unos seis días.

En caso de notar uno de estos síntomas, Ruiz aconseja acudir al pediatra o a Urgencias para poder determinar cuánto antes si nos encontramos ante una bronquiolitis, dado que el tratamiento se basa fundamentalmente en medidas de apoyo o de soporte, no siendo necesario el uso de fármacos de forma rutinaria, y cuanto antes se inicie menos riesgo de complicaciones. La duración media de la enfermedad es de unas dos semanas, pero hay menores que pueden mantenerse sintomáticos durante 3-4 semanas.

Además, el Dr. Ruiz también recomienda para evitar estas infecciones respiratorias tener en cuenta algunas medidas como evitar acudir con lactantes pequeños a centros comerciales y lugares con grandes aglomeraciones de personas; minimizar el contacto con niños en edad de guardería o escolar -lo que es especialmente difícil cuando hay hermanos mayores o están escolarizados-; y evitar el contacto con adultos enfermos.

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