España ha reducido en los últimos años sus tasas de tabaquismo y obesidad, pero las cifras continúan por encima de la media de la UE. Una situación que se ha puesto de manifiesto en el Informe sobre el estado de la Salud de la UE 2017. Este trabajo destaca como ejemplo positivo a España por contar con equipos multidisciplinares en atención primaria, entre otros aspectos

España, entre los países de la UE con más tasas de tabaquismo y obesidad
EFE/ Marcelo Sayão
  • 29 de noviembre, 2017
  • BRUSELAS/EFE/REDACCIÓN SALUD

España ha reducido en los últimos años sus tasas de tabaquismo, que han pasado del 32 % en 2000 al 23 % en 2014; sin embargo, son cifras que continúan por encima de la media de la UE, al igual que las de obesidad y sobrepeso y en este caso no solo en adultos, también en adolescentes.

Así lo pone de manifiesto el Informe sobre el estado de la Salud de la UE 2017, elaborado con datos de la oficina europea de estadísticas Eurostat y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fundamentalmente, un estudio que incide en la importancia de la prevención, la atención integral, la calidad del personal sanitario y en situar al paciente como protagonista del sistema.

Este Informe analiza la situación en materia de salud en los Estados miembros y en el caso de España subraya la eficacia de la atención sanitaria de acuerdo con las bajas tasas de mortalidad tratable, es decir, de las muertes prematuras que se pueden evitar con una asistencia sanitaria oportuna.

Según apunta la Comisión Europea, gran parte de los costes sanitarios, hasta un 80 por ciento, está destinado a infecciones no contagiosas, pero "prevenibles en gran medida", ligadas a factores de riesgo como el tabaquismo, el consumo de alcohol, dietas poco saludables o falta de actividad física.

"La UE no lo está haciendo bien cuando se trata de estos factores", sentencia el estudio, que cita que uno de cada cinco adolescentes padece obesidad o sobrepeso en la Unión y que Europa es la región con la tasa de consumo de alcohol más alta del mundo.

Así, los expertos concluyen que el 30 % de la carga financiera asociada a gran cantidad de enfermedades se atribuye a estos factores de riesgo (tabaquismo, el consumo de alcohol, dietas poco saludables o la falta de actividad física).

En concreto, las muertes asociadas a estas enfermedades se traducen en unas pérdidas potenciales anuales de 115.000 millones de euros.

Asimismo, el informe pone de manifiesto que los hogares españoles pagan directamente una proporción cada vez mayor de los servicios sanitarios de forma que el gasto directo como porcentaje del gasto sanitario pasó del 20% en 2009 al 24% en 2015, mayor que el 15% que la media de la UE.

El documento recuerda que la esperanza de vida en España es la más elevada de los países de la UE (83 años frente a 80,6) y que más del 70 % de la población asegura tener buena salud (la media de la Unión Europea es del 68 %).

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EFE/Manuel Bruque

Si bien las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares son de las más bajas de los Estados miembros, suponen la principal causa de muerte y son el 30 % del total, seguidas del cáncer con el 27 % y, en concreto, es el de pulmón el que más fallecimientos suma, "lo que refleja las consecuencias a largo plazo de las elevadas tasas de tabaquismo".

Sobre este aspecto, apunta que alrededor del 23 % de los adultos fumaba en 2014, una reducción con respecto al 32 % del año 2000 pero las tasas de tabaquismo siguen entre las más altas de la UE "y suponen unas de las principales causas de muerte prematura".

El porcentaje de hombres fumadores (26 %) es mayor que el de las mujeres (19 %).

También se han reducido las cifras de tabaquismo en el caso de los adolescentes de 15 años del 28 % al 9 %, y se encuentran entre las más bajas de Europa.

Lo que sí se han incrementado son las tasas de obesidad y sobrepeso, especialmente entre adolescentes, y superan las de la media de la UE.

Entre los chicos y chicas de 15 años la tasa ha pasado del 16 % en 2002 al 20 % en 2014 superando al 18 % de la media de la UE. Las cifras son algo mayores entre los chicos (24 %), que entre las chicas (15 %).

En 2014, uno de cada seis adultos sufría obesidad, mientras que en 2001 era uno de cada ocho.

El informe destaca una "diferencia sustancial" en las tasas de obesidad según el nivel de educación, de forma que quienes lo tienen más bajo cuentan con más del doble de probabilidades de sufrir obesidad que aquellas que lo tienen más alto.

Según el documento, la obesidad entre los adultos se debe "en parte" a los bajos niveles de actividad física , aunque entre los jóvenes el nivel es "relativamente alto" comparado con el de otros países de la UE.

Por otra parte, hace mención a los prolongados tiempos de espera para la cirugía no urgente, como la de cataratas "que están muy por encima" de países como Italia y Portugal debido a que "la demanda de este tipo de procedimientos ha aumentado más rápidamente que la oferta".

Destaca que existen "pruebas sustanciales" del uso "excesivo" de las intervenciones quirúrgicas pero añade que o bien se debe a una "grave insuficiencia" en la prestación de servicios en regiones con las tasas más bajas en operaciones o a que hay autonomías que las hacen mientras que otras las consideran innecesarias.

La inversión sanitaria en la UE "no es suficiente"

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EFE/Jesús Diges

Del mismo documento se desprende que la UE invierte un 80% en el tratamiento de enfermedades y un 3% en la prevención sanitaria, un porcentaje que "no es suficiente", según señaló el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis en la presentación del informe.

"Después de años de crisis financiera en los que numerosos ciudadanos han sufrido una falta de protección social, hay que racionalizar esta protección social", afirmó y se refirió a factores como la alimentación o el ejercicio físico y su relación con la situación social.

Según el informe, un 27% de los pacientes europeos acude a urgencias por una atención primaria "inadecuada". Por ello, el documento incide en la necesidad de promover una atención primaria "sólida" en los países, que permitiría "orientar eficazmente a los pacientes" y evitar "gastos innecesarios".

El texto destaca como ejemplos positivos los casos de España, donde los centros de atención primaria están compuestos por equipos multidisciplinares, y Portugal, que mejoró su sistema en 2016.

El informe también aporta datos sobre los profesionales sanitarios, que representan un 8,5 % del total de la fuerza laboral de la UE, con 18,6 empleados, un sector que creció un 13% entre 2008 y 2016 con 2,1 millones de nuevos empleos.

De acuerdo con las previsiones de los expertos que han elaborado el informe, crecerá aún más de aquí a 2025, con 1,8 millones de puestos nuevos previstos, un 7,8% más.

Sin embargo, apunta retos para el sector entre los que destaca el envejecimiento de la población, también entre los empleados del sector, con un incremento de los trabajadores de más de 50 años en los últimos ocho años del 27,6 % al 34,1 %.

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