Dietista-nutricionista y tecnólogo de los alimentos, Aitor Sánchez, un verso suelto en el mundo de la nutrición, cree que España necesita “una verdadera revolución alimentaria” cambiando la tendencia de consumo. “La situación es deplorable”, asegura al denunciar una industria alimentaria que se excede en sus funciones, intereses comerciales por encima de los fines saludables, vacíos en la legislación y falta de formación en el profesional sanitario

Cuando se conmemora, el 16 de octubre, el Día de la Alimentación, este dietista y divulgador lamenta que en España la tradicional dieta mediterránea haya sido desplazada por otra en la que no falta la bollería industrial, los dulces y los refrescos en detrimento de frutas, verduras, pescado o legumbres. “Una dieta saludable es la que está basada en materias primas, no en alimentos ultraprocesados”.
En su opinión, esta pérdida de buenas costumbres alimentarias es fruto de la falta de alineación entre las prioridades de la salud pública y las de consumo: “Las recomendaciones alimentarias no se hacen con un fin de sanidad pública, sino comercial”, denuncia este experto que ha trabajado en investigación en las universidades de Granada, Bristol (Reino Unido) y el Kalorinska Institutet (Suecia).

Y considera que esta situación se debe, por un lado, a que la publicidad de la industria alimentaria “campa a sus anchas con una ley que se incumple sistemáticamente” y, por otro, a un personal sanitario que no está formado en nutrición. “Somos de los pocos países europeos que no tienen integrada la figura del dietista-nutricionista en la sanidad pública y por eso cuando preguntamos sobre alimentación a nuestro médico de atención primaria se limita a sacar una fotocopia del cajón”.
Además, Sánchez critica que en la sanidad el enfoque es tardío, “cuando la alimentación debe tener un enfoque preventivo y de promoción de la salud. Hacemos dietoterapia y mal, las pautas que se dan no están actualizadas y, al final, lo más fácil es recetar estatinas contra el colesterol a todo el mundo”.
Un ambiente obesogénico cierra el círculo. “Las personas enferman por el entorno. Si en mi instituto hay una máquina de venta automática de productos procesados voy a comer peor, soy preso de lo que tengo alrededor. No tenemos buenos catering, ni buenos menús escolares”, señala el también confundador del Centro de Nutrición Aleris de Madrid.
Los mitos de la nutrición
Aitor Sánchez recoge esta visión en su libro “Mi dieta cojea” (Editorial Paídós), título que también da nombre su blog, y en el que ha plasmado los “mitos” sobre nutrición que “nos han hecho creer” porque, en su opinión, aunque tenemos acceso a mucha información, estamos desinformados. “Hay mucho ruido” procedente de los medios, apunta.
Estos son solo algunos de los ejemplos de mitos que comenta en esta entrevista y en su libro:
“Hay que tomar cinco comidas al día”
- “Si se fomenta hacer cinco comidas al día sin explicar qué es lo que se debe comer, la gente va a priorizar el picoteo en lugar del alimento saludable. Mejor es decir que en las tomas entre comidas hay que ingerir frutos secos o frutas”.
- “Todos comemos y cenamos y en las otras tres ingestas abundan los dulces, los cereales refinados que son una bomba de azúcar, lácteos procesados…”.
- “Los estudios que se han hecho no muestran claros beneficios de las cinco comidas frente a tres o cuatro. Existen conclusiones a favor y en contra”.
“El desayuno es la comida más importante del día”

- “El desayuno puede ser la comida más importante del día si tú quieres: unos huevos revueltos; un bol con yogur, frutos secos y plátano; una tostada con tomate o con aguacate y café con leche. Lo que no puedes decir que el desayuno sea la comida mas importante del día y sea a base de cacao soluble y galletas. Lo importante es hacer una buena elección de los alimentos”.
- “El desayuno es la ingesta sobre la que más presión publicitaria y comercial se ha ejercido. Es curioso observar cómo la publicidad ha posicionado un alimento, los cereales refinados, de manera especifica para una comida”.
“Hay que comer como dice la pirámide alimentaria”
- “Necesitamos una guía alimentaria independiente y no de sociedades que tienen claros conflictos de intereses. Solo deberían aparecer alimentos sanos sin que haya espacio para el consumo ocasional de embutido, refrescos, alcohol o snacks. La gente no llega a ver claro qué es exactamente un consumo ocasional”.
- “Además, la base de la alimentación de la pirámide debe ser la fruta, verduras, hortalizas y no los cereales, bolsas de harina, pan de molde…”.
- “La pauta general de la alimentación es que nuestra base sea frutas, verduras, hortalizas acompañado de proteínas (pescado, huevo, carnes, legumbres y queso y lácteos) y por frutos secos y aceite de oliva, grasas de calidad.
“Tan sencillo como comprar pan integral”

- “Por lo general no compramos verdadero pan integral. La industria añade al pan de harina refinada, fibra (salvado), y alegan que es integral, mientras que en otros casos los panes solo tienen un 10 %de harina integral. ¿Por qué se permite? Porque hay un vacío en la legislación”.
- “Hay que mirar los ingredientes para saber cuánto hay de harina integral, en otros países de Europa los porcentajes llegan al 80 ó 90%”.
“Hay que tomar menos grasa”
- “Si nos pasamos en la dieta no solo generamos grasa a partir de la grasa de los alimentos, también en ese exceso energético contribuyen tanto los hidratos de carbono como las proteínas”.
- “La decisión de reducir la grasa de la dieta ha sido uno de los mayores errores de la historia médica moderna, con terribles consecuencias”.
- “La tendencia en los años 80 y 90 de reducir las grasas llevó a reducir alimentos innecesariamente, como el aceite, y a fomentar indirectamente opciones sin grasa que no eran precisamente saludables, además de poco saciantes”.
- “Actualmente el consumo de azúcar añadido y el abuso de alimentos ultraprocesados constituyen la verdadera amenaza para la obesidad y el objetivo a combatir desde la salud pública”.
- “Aceite de oliva extra, aguacate, frutos secos, huevo o pescado azul son alimentos con un contenido alto en grasas de perfil saludable que no contribuyen al sobrepeso y sí previenen enfermedades”.
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