Unos 90 millones de estadounidenses tienen dificultad para comprender la información relacionada con la salud; según una encuesta, este hecho genera una mayor probabilidad de padecer enfermedades crónicas.

La alfabetización en salud varía según el contexto y el entorno
  • 31 de agosto, 2012
  • Verónica López

¿Cuántas veces ha pensado que su médico le estaba hablando en chino? Usted no es el único. Una reciente encuesta, la National Assessment of Adult Literacy, afirma que dos de cada cinco adultos estadounidenses tienen dificultad para entender la información relacionada con la salud.

La alfabetización en salud o la capacidad de leer y entender información sobre este tema, varía según el contexto y el entorno y no está relacionada necesariamente con el nivel de estudios. Según la American Medical Association los pacientes más afectados por esta “analfabetización” en salud comenten más errores con los medicamentos y tienen exceso de hospitalizaciones, además de un grado más alto de enfermedad.

El estudio también revela que el 75% de los estadounidenses que dijeron tener una patología prolongada no conocían mucho su enfermedad o como sobrellevar su síntomas. Estos datos demuestran que una deficiente alfabetización en salud aumenta las probabilidades de padecer enfermedades crónicas y disminuye la probabilidad de recibir la atención médica necesaria.

Entre los afectados estarían las personas de bajos ingresos, ancianos, personas con un nivel educativo limitado, minorías étnicas, inmigrantes recientes y personas que tienen el inglés como segunda lengua.

Material educativo para la alfabetización en salud

La empresa norteamericana Lilly ha recibido recientemente el reconocimiento nacional del Institute for Healthcare Advancement (IHA) por sus logros en la alfabetización en salud gracias a dos publicaciones educativas bilingües, es inglés y español. Los materiales “Comer para sentirse lo mejor posible” y “Estar activo para sentirse lo mejor posible”, explican la importancia de optar por alimentos sanos y mantenerse activo.

A través de imágenes en color, sencillas ilustraciones, consejos breves y un espacio para anotaciones personalizadas, estos materiales se dirigen a un público con un nivel bajo de alfabetización y brindan a los usuarios un fácil recurso para informarse sobre cómo mantenerse saludables.