La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, relaciona las pruebas analíticas y diagnósticas más habituales durante el último trimestre del embarazo: factores de coagulación sanguínea, cultivo de la flora anal y vaginal para buscar el estreptococo, que podría causar septicemia, neumonía o meningitis …

Antes de dar a luz a tu bebé, últimas pruebas analíticas y diagnósticas

Antes de dar a luz a tu bebé, últimas pruebas analíticas y diagnósticas

  • 24 de abril, 2019
  • Gregorio Del Rosario

La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, relaciona las pruebas analíticas y diagnósticas más habituales durante el último trimestre del embarazo: factores de coagulación sanguínea, cultivo de la flora anal y vaginal para buscar el estreptococo, que podría causar septicemia, neumonía o meningitis en el recién nacido, y una última ecografía donde se observará la colocación del bebé o el flujo del cordón umbilical, nexo de la vida materno-fetal.

“Cuando contamos las pocas semanas que le quedan a una mujer embarazada para dar a luz, es el momento de hacer algunas pruebas que descarten una complicación innecesaria de última hora. Realizamos de nuevo una analítica de sangre y orina, como en los anteriores trimestres, pero en esta ocasión solicitaremos, también, el factor de  coagulación para determinar el tiempo que tarda la sangre en coagularse y evitar una posible hemorragia o un tapón trombótico, más aún si la mujer padece alguna enfermedad previa relacionada”, dice Rosabel.

Dos ejemplos negativos de alteración en la coagulación:

Tener factor alto de coagulación puede ocasionar un trombo en las piernas de la futura mamá, peligro que aumenta con el sedentarismo o la obesidad. Motivo por el cual es muy importante mantener la actividad, con paseos tranquilos en ambientes poco o nada cargados de humos, contaminación o elementos alergénicos.

A las mujeres que sufren alteraciones de la coagulación no se les puede administrar la anestesia epidural, ya que existe riesgo de sangrado al introducir el la aguja que guiará al catéter entre dos vértebras para alcanzar el espacio epidural (antes de la membrana que recubre la médula espinal).

En busca de la bacteria estreptococo

Entre las semanas 35 y 37 del embarazo se procede a efectuar un cultivo de la flora anal y vaginal de la mamá para buscar la bacteria estreptococo B (EGB), un germen habitual que no entraña peligro en las relaciones sexuales, pero que durante el parto podría ocasionar graves consecuencias al bebé: septicemia -infección en la sangre-, neumonía -infección pulmonar- o meningitis -infección en el cerebro-.

“Si localizamos este tipo de bacteria estreptococo al final de la gestación, la mujer deberá ser tratada durante el parto con antibióticos intravenosos para evitar complicaciones en el bebé, incluso la muerte, a pesar de que la gran mayoría de los bebés que se infectan no llegan a enfermar”, expone la matrona Rosabel Molina.

Última ecografía previa al parto

“En la semana 37 el feto estará totalmente formado y se considerará a término, por lo que será en la semana 33 o 34 de la gestación cuando valoraremos dónde está insertada la placenta, la cantidad de líquido amniótico, el nivel de flujo sanguíneo del cordón umbilical, clave en la oxigenación y alimentación fetal, o la posición del bebé en el útero, determinante para la preparación del parto”, dice.

Además, se comprueban malformaciones no diagnosticadas, el peso fetal, la frecuencia cardíaca, la respiración o los movimientos corporales.

“La mujer será nuevamente informada de todos los procedimientos que se llevarán a cabo para el nacimiento de su bebé durante estas últimas semanas, y firmará todos los consentimientos informados necesarios, como el de asistencia al parto o cesárea, si se ha programado; el de donación de sangre de cordón umbilical, si lo desea; o el de inducción al parto -provocación con fármacos u otras técnicas-, si procediese”, informa.

“También, es el momento de que nos entreguéis vuestro plan de parto y resolváis las últimas dudas. Hacia la semana 39 os citaremos para evaluar la vitalidad y bienestar fetal a través de los latidos cardíacos, que se denomina monitorización fetal o monitoreo, como se dice en los países latinoamericanos”, concluye la matrona Rosabel Molina Olías.