Son muchas las personas que desconocen que tienen asma y otras muchas que la padecen y restan importancia a la influencia de esta patología en su calidad de vida. Pero sin ir más lejos, y según diferentes estudios, el asma condiciona la vida sexual y está ligada a la depresión y la ansiedad

El asma condiciona la vida sexual y conlleva ansiedad
Pacientes crónicos con medicación. EFE/Nyunt Win
  • 30 de abril, 2018
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO

En España hay unas cinco millones de personas afectadas, pero la mitad desconocen que padecen esta dolencia que no tiene cura y que abarca a todas las edades, desde los cero a los cien años.

Así lo ha manifestado a EFEsalud la doctora Lorena Soto Retes, alergóloga del Servicio de Neumología y Alergia del hospital de la Santa Creu i Sant Pau, tras presentar la campaña #Graciasxtanto, dedicada a todos los que colaboran a tratar, investigar y difundir esta patología.

Impulsada por la Fundación Lovexair y la farmacéutica Novartis, con ocasión del Día Mundial del Asma, 1 de mayo, la iniciativa persigue concienciar a toda la sociedad de la importancia de saber más sobre esta dolencia, caracterizada por la inflamación y obstrucción de los bronquios.

¿Pero qué es exactamente el asma? Según la Organización Mundial de la Salud, se trata de una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra.

Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche.

Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones.

Asma sin alergias

Existen tratamientos que controlan los síntomas y mejoran la calidad de vida, sin embargo, y según la doctora Soto Retes, la patología tiene un infradiagnóstico de casi el 50% y un mal control de los síntomas hasta en un 70% de los casos.

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Foto cedida por Interner Advantage

De acuerdo con esta facultativa , el asma no tiene porque ser de origen alérgico: "es verdad que hay una gran proporción, entre un 60 y un 70% que serán alérgicos pero el resto puede tener asma y no serlo".

A veces se confunde con resfriados comunes o rinitis alérgica ya diagnosticada.

"Pero no hay que aceptar como normal que a veces te falta el aire, el tener como una opresión en el pecho, el que parece que hay un silbido en el interior, o tengo una tos seca muy pesada, casualmente después de la noche, o después de una risa. Son indicadores que deben llevarte a consultar un médico".

Ansiedad y depresión

Una reciente encuesta realizada por Novartis a 1.333 pacientes reflejó que el 94% de los que padecen asma alérgica grave (incluyendo niños y adultos) son incapaces de controlar su enfermedad completamente.

La mitad de los pacientes encuestados reconocieron además que la dolencia afecta negativamente a su autoestima.

Y casi al 50% se le había diagnosticado alguna patología psicológica a causa del asma: ansiedad en un 40%; y depresión en un 28 por ciento.

Según la doctora Soto, la ansiedad y el asma es el "pescado que se muerde la cola", porque a veces no se sabe que ha comenzado primero.

Además si el paciente no lleva un buen control de la enfermedad ni un tratamiento adecuado, "ello puede incidir en mayor estrés y  mayor ansiedad".

Vida sexual

El asma condiciona también la vida sexual. Las mujeres asmáticas presentan una mayor limitación sexual respecto a las sanas y los hombres asmáticos tienen una significativa mayor disfunción eréctil frente a los sanos.

Así se deduce de un estudio publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) que concluye que la cuarta parte de los pacientes atribuyen sus problemas sexuales al hecho de tener asma.

Los estudios que evalúan la calidad de vida sexual de los pacientes con asma son escasos o tienen diseños o metodologías también limitadas.

“No obstante ya habían encontrado que el coito puede desencadenar una exacerbación del asma que requiera acudir a un servicio de urgencias, hospitalización o incluso ventilación asistida”, explica el doctor  José Gregorio Soto, neumólogo, miembro de SEPAR y primer firmante del original.asma

Se trata de un estudio observacional, transversal y multicéntrico que ha reclutado a 272 pacientes y voluntarios sanos mayores de 18 años de las consultas externas de siete hospitales terciarios españoles, elegidos de forma consecutiva.

Probablemente, y según el citado facultativo, “la falta de control de la enfermedad sea uno de los factores que más contribuyen a la existencia de esta disfunción”.

En concreto, en este estudio, una tercera parte de los pacientes atribuyeron sus problemas sexuales al hecho de tener asma.

Y existe una relación entre el tiempo de evolución de esta enfermedad y aspectos de gravedad, control y deterioro de la función pulmonar.

Tanto los varones como las mujeres fueron evaluados con distintas escalas adaptadas a su sexo sobre disfunción eréctil (International Index of Erectile Function Questionnaire o IEF) y función sexual femenina (Female Sexual Function Index o FSFI), respectivamente.

La disfunción eréctil (definida como la incapacidad persistente para lograr y mantener una erección adecuada que permita una relación sexual satisfactoria) estaba presente en el 44% de los asmáticos estudiados, frente al 25% de los voluntarios sanos del grupo control y además era más intensa en los varones asmáticos en función de la gravedad de su asma.

El estudio corrobora los hallazgos de otro trabajo previo efectuado en Nueva York, en el que los hombres asmáticos que acudieron a urgencias dijeron que la actividad sexual era la tercera que tenían más limitada después de las tareas domésticas habituales y subir las escaleras.

Estas limitaciones eran mayores cuanto mayor era la gravedad del asma y mayor la edad, a partir de 40 años.

En las mujeres asmáticas las dimensiones más afectadas fueron el deseo y la satisfacción global.

De hecho, otro estudio citado en la discusión de este trabajo se encontró que las mujeres asmáticas pueden tener afectados todos los ítems que evalúa la escala FSFI: excitación, deseo, orgasmo, lubricación y satisfacción.

Y se relacionó con problemas emocionales previos, tales como el diagnóstico de depresión y ansiedad.

Niñez y adolescencia

La niñez y adolescencia son etapas de la vida en las que los menores son más vulnerables, dado que, por un lado, ocurren numerosos cambios tanto físicos como psicológicos y, por otro, los menores deben asimilarlos en un tiempo récord.

En el marco del Día Mundial del Asma, Ángel Peralbo, psicólogo y especialista en Psicoterapia por la European Federation of Professional Psycholgists (EFPA, por sus siglas en inglés) ha asegurado que “asumir una enfermedad crónica como puede ser el asma supone un reto para el menor que tendrá que incorporarlo a su día a día”.

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EFE/Alessandro Della Bella

En esas etapas, cualquier diferencia puede ser interpretada como algo negativo por lo que, tras el diagnóstico, se debe trabajar la aceptación de la patología, entender en qué consiste el asma y las precauciones que ha de tener.

Pero sobre todo, en la medida de sus posibilidades, tiene que ser responsable con el control de la medicación y los seguimientos médicos pertinentes.

Practicar deporte

Practicar deporte no es incompatible con el asma. Si los síntomas de esta enfermedad respiratoria están bien controlados, practicar actividad física es la mejor opción para mejorar la resistencia respiratoria.

Por ello, bajo #ActúayRespira, la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias con la cadena de centros deportivos Holmes Place  y la farmacéutica Boehringer Ingelheim han organizado diferentes iniciativas para informar sobre los beneficios del deporte.

Como explica el doctor Vicente Plaza, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de Sant Pau, la combinación de asma y deporte es totalmente segura.

Tener asma no contraindica la posibilidad de practicar deporte en absoluto. De hecho, la única contraindicación que existe es si el paciente asmático está mal controlado”.

En cambio, si el asma está bajo control, el paciente debe y puede realizar ejercicio físico “porque mejora su estado de salud general y su tolerancia al ahogo, adquiriendo una resistencia física y respiratoria muy beneficiosa”.

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EFE/EPA/OLIVIER MAIRE

“Sí, advierte, existen ejercicios menos favorables para los pacientes con asma, como aquellos que impliquen inmersión, presión o bajas temperaturas".

No obstante,  la inactividad física en un paciente con asma es perjudicial, "ya que el sedentarismo suele contribuir a una situación de sobrepeso".

“Hay muchos estudios que han demostrado que los pacientes obesos tienen una peor respuesta al tratamiento, ya que el asma está peor controlado”.

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