Fuma el 25% de la población mundial, el tabaco provoca el 95% de los casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica en España, fallecen 50 personas al día… pero dejemos las cifras a un lado, de momento, y dispongámonos a realizar un ejercicio educativo para demostrar los efectos del humo y la nicotina en nuestros pulmones con “la prueba de la pajita de J. Walsh”

Broncodilatar para “vivir con la EPOC”
  • 10 de septiembre, 2013
  • BARCELONA/ EFE/ GREGORIO DEL ROSARIO

Vaya usted a la cocina o pídale al barman una “pajita” para sorber refresco, pero que tenga un calibre menor (no valen las que se utilizan para que el niño se tome la leche). Meta uno de los extremos en la boca y cierre los labios, de tal manera que solo pueda inspirar y espirar a través del otro extremo del canuto.

A continuación, presione las aletas de su nariz hasta que no pase el aire por las fosas nasales. Ahora, respire por la pajita… siga respirando… unos segundos más… ya puede abrir la boca y extraer la pajita… recupere el aliento…

Si usted ha seguido estos pasos  de forma correcta -y no ha hecho trampas- habrá podido experimentar los síntomas que padecen los enfermos de EPOC cuando intentan respirar y sus bronquios están obstruidos: falta el aire y ahogo.

Esta prueba tan sencilla, que ha puesto en práctica el presidente de la COPD Foundation, John W. Walsh, durante una rueda celebrada en el marco del Congreso de la European Respiratory Society (ERS) en Barcelona, persuadió a todos los asistentes, médicos y periodistas, si cabía alguna duda,  de que medio minuto “sin aire” es suficiente para sentir que se te va la vida.

J. W. Walsh y López Campos. EFE / GRB

Broncodilatador ídem oxígeno

“Imaginaos que la ‘pajita’ duplica su diámetro… (ahora sí vale la pajita del niño), nos propone el doctor José Luis López Campos, neumólogo del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), el aire entrará con mayor facilidad y desaparecerá casi por completo la sensación de disnea o ahogo”.

Éste es el escenario de los broncodilatadores, cuyo objetivo principal es mejorar la función pulmonar a corto, medio y largo plazo si el tratamiento se administra de forma correcta y la adherencia al medicamento por parte del enfermo de EPOC se cumple a rajatabla.

“Pero lo primero de todo es que el paciente vaya al médico, ya que la enfermedad es poco conocida entre la población y los síntomas se atribuyen a la edad o al hábito de fumar. Cuando una persona acude a la consulta suele ser por dos motivos: aumenta el ahogo o sufren una agudización de los síntomas”.

Y como la EPOC empieza a dar la cara pasados los cuarenta años y es crónica, los pacientes “no se alarman, se adaptan a las circunstancias”. Los broncodilatadores llegan entonces como un mensaje vital: “se puede vivir con la enfermedad si dejan de fumar“.

Pulmón sano, libre de EPOC. EFE / GRB

López Campos lo ve a diario en su consulta. Para este médico los broncodilatadores “son muy buenos y están consistentemente probados.  A las pocas semanas o meses de tratamiento le cambia la cara al paciente. Empieza a hacer una vida normal”.

Compuestos como el tiotropio o el glicopirronio forman parte de esos medicamentos “que los pacientes de EPOC necesitan para respirar”. El doctor López Campos los valora en su justa medida y defiende sus virtudes, sobre todo si consiguen ventajas para el paciente como evitar la disnea a primera hora de la mañana, cuando el enfermo inicia la actividad diaria, en el menor tiempo posible.

En unos meses, además, los neumólogos dispondrán de un nuevo medicamento que utiliza una combinación de dos broncodilatadores, “que es mucho mejor que usar solo uno”, puntualiza el doctor López Campos.

“El compuesto QVA149  de Novartis, dosis fijas de indacaterol y glicopirronio, tiene un efecto sinérgico para el paciente: menos síntomas, menos necesidad de medicación de rescate y mayor calidad de vida”

Y  los ensayos clínicos también ofrecen resultados prometedores a la hora de reducir el número de exacerbaciones -agravamientos de la enfermedad-. “Es la primera vez que un broncodilatador consigue esto. Es un hallazgo muy novedoso y muy importante para los enfermos de EPOC“, concluye.

A más espirometrías, menos gravedad de EPOC

Pero el doctor López Campos insiste una y otra vez en la necesidad de extender  la espirometría por todo el país, una prueba “sencilla” que debe efectuar el personal de enfermería en los centros de salud y con la que se conseguiría diagnosticar a una gran parte del 78% de la población afectada, españoles y españolas entre 40 y 80 años que padecen EPOC y no lo saben.

“Si una persona es fumadora o ha sido fumadora y empieza a sufrir falta de aire, lenta instauración, tos, expectoración, presión torácica o ruidos en el pecho, es importantísimo que acuda al médico de cabecera”

Fotografía cedida por Novartis

 

Datos para abrir la boca de par en par

  • Fuman 1.000 millones de personas, un 25% de la población mundial.
  • La OMS prevé ocho millones de muertes a causa del tabaco en 2030. En la actualidad fallecen entre 5 y 6 millones de personas por fumar.
  • El tabaco provoca cáncer en todos los tejidos humanos que entran en contacto con el humo.
  • El tabaco está relacionado con 25 enfermedades.
  • El tabaco provoca el 90% de los casos de cáncer de pulmón y un 95% de EPOC en España, donde fuma el 18% de la población, a pesar de las leyes antitabaco de 2006 y 2011.
  • El 10% de la población española padece EPOC y alrededor del 78% no está diagnosticada. Un 73% no está tratada de forma adecuada.
  • En España fallecen 50 personas al día por la EPOC, un 74% hombres.
  • Se estima que cerca de 630.000 mujeres españolas padecen EPOC y 540.000 no están diagnosticadas.
  • El tabaco es la sustancia adictiva que más consumen los jóvenes después del alcohol.
  • El coste anual por paciente en el Sistema Nacional de Salud se aproxima a los 27.500 euros.
  • La EPOC nos cuesta alrededor de 3.000 millones de euros al año.

Los neumólogos, como el doctor López Campos, advierten y advierten de que la EPOC es un importante problema de salud, que tiene un nivel alto de infradiagnóstico e infratratamiento y que el perfil del paciente se ha rejuvenecido y mujerizado… a la EPOC le gustan las mujeres jóvenes.

Y si advierten y advierten, a lo mejor es porque los médicos conocen la EPOC a fondo y además piensan en lo que les dicen sus pacientes, como uno que le espetó a López Campos: “ustedes respiran sin pensar y yo tengo que pensar para respirar”.