La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, nos informa de los beneficios o los perjuicios que puede ocasionar el pinzamiento tardío del cordón umbilical: “Puede enriquecer los niveles de hierro en sangre del recién nacido, pero también puede aumentar su nivel de bilirrubina, …
¿Es bueno o malo el pinzamiento tardío del cordón umbilical?
La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, nos informa de los beneficios o los perjuicios que puede ocasionar el pinzamiento tardío del cordón umbilical: “Puede enriquecer los niveles de hierro en sangre del recién nacido, pero también puede aumentar su nivel de bilirrubina, con la consiguiente ictericia, y su ingreso urgente en Neonatología”.
El pinzamiento del cordón umbilical tras el nacimiento del bebé se hace de forma precoz, inmediatamente después de salir completamente por el canal de parto, o de forma tardía: “Cuando el cordón umbilical, que sigue unido a la placenta, deja de latir y cesa, por tanto, el riego sanguíneo, o transcurre, al menos, un minuto desde que el bebé ha sido extraído por la matrona”, dice Rosabel Molina.
Consecuencias positivas del pinzamiento tardío del cordón umbilical
Si el cordón no se pinza inmediatamente -clampar con instrumental quirúrgico-, el volumen de sangre que llega a recibir el bebé, muchas veces reposado sobre el tórax o el abdomen materno, aumenta entre 20 y 35 mililitros por kilogramo de peso; una transfusión sanguínea que representa hasta el 50% del volumen sanguíneo fetal.
“Esto supone la dotación extra de glóbulos rojos y hemoglobina, lo que genera alrededor de 30 a 50 miligramos de depósitos de hierro al menos durante los seis primeros meses de vida del bebé… una gran ventaja, sobre todo, en poblaciones con pocos recursos económicos y, consecuentemente, con carencias alimenticias, donde la anemia está establecida como una enfermedad endémica”, destaca.
Quienes amparan retrasar el clampaje del cordón -compresión que impide la circulación sanguínea- esgrimen su beneficio para los pulmones, intestinos, riñones e incluso la piel del recién nacido: funciones orgánicas que realizaba la gestación maternal hasta la finalización del parto a través de la placenta.
Para la propia madre, el provecho del pinzamiento tardío, destacan algunos estudios, residiría en que disminuye la posibilidad de transfusión de la sangre residual que regresa hacia la madre a través de la placenta, todavía unida al bebé. Además, argumentan, el pinzamiento precoz se asocia con una disminución del tiempo del alumbramiento placentario.
Efectos tardíos del pinzamiento tardío del cordón umbilical
Con el pinzamiento tardío podría pasar un exceso de sangre al bebé (poliglobulia -mayor proporción de glóbulos rojos-) y que se alteraran los niveles óptimos de bilirrubina -sustancia amarillenta que se produce al reemplazar el organismo los glóbulos rojos deteriorados-, dado que su hígado todavía carece un desarrollo funcional y físico completo:
“El recién nacido se pondría amarillito (ictericia) y deberá ser ingresado en la unidad neonatal para recibir tratamiento de fototerapia, ya que, si no se le tratara, podría tener consecuencias graves para su salud”, apunta Rosabel.
En relación a la madre, el pinzamiento precoz, técnica que se emplea en el tratamiento activo del alumbramiento, ha demostrado, según otros estudios, que disminuye la hemorragia materna posparto.
Con el pinzamiento tardío del cordón umbilical, además, no se podría donar sangre de cordón porque al esperar más tiempo para pinzar y cortarlo no quedarían suficientes células para que la donación fuese válida.
Pinzamiento del cordón umbilical precoz o tardío, ¿Qué es mejor?
“Es muy importante aclarar, en cualquiera de los dos casos, que no hay estudios suficientes y evidencias científicas para poder confirmar al 100% ni las ventajas ni los inconvenientes del pinzamiento tardío o precoz, por lo que la decisión la deberéis tomar voluntariamente vosotras con vuestra pareja… eso sí, teniendo la máxima información posible, veraz y contrastada”, concluye nuestra matrona de referencia, Rosabel Molina Olías.