Los cálculos renales han sido siempre, literalmente, un dolor. Formados a partir de cristales que se encuentran en la orina dentro del tracto urinario, son depósitos duros y cristalinos que pueden depositarse tanto en el riñón como dentro del uréter. Los expertos del blog “Salud y prevención” explican la nefrolitotomía percutánea (cirugía NLP), un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo.

Los cálculos renales se componen de distintos tipos de sustancias dependiendo de su composición química. Hay cálculos de calcio, de ácido úrico, de estruvita o de cistina y su producción se relaciona con el consumo de algunos alimentos, la disminución de la ingesta de agua o determinados factores anatómicos o metabólicos.
“Se trata de una patología bastante frecuente y, aunque resulta difícil saber con exactitud su prevalencia, los últimos datos de la Sociedad Española de Nefrología apuntan a que entre el 5 y el 12 por ciento de la población de los países industrializados podrá sufrir litiasis renal (es decir, cálculos) antes de los 70 años”, afirma el doctor Juan Leal, urólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla.
En función de la composición, los depósitos pueden ser pequeños como granos de arena o tan grandes como una pelota de golf. En general, tienen una característica común: son muy dolorosos -el dolor puede instalarse en el costado o en la parte inferior del abdomen- y además pueden provocar náuseas, vómitos y sangre en la orina.
Cirugía NLP para los cálculos renales
El tratamiento de los cálculos renales depende de su tamaño y de la ubicación. En algunos casos, los pequeños pueden pasar por sí solos sin tratamiento adicional. En otros, se pueden necesitar medicamentos para ayudar a disolverlos.
En general, es importante beber mucha agua para ayudar a eliminar los depósitos. Además, conviene ajustar la dieta para prevenir la formación de nuevos cálculos. Algunos alimentos que pueden aumentar el riesgo de cálculos renales son los más ricos en oxalato, como espinacas, remolacha, chocolate y nueces.
Hasta hace algunos años, para la eliminación de los grandes cálculos, con más de dos centímetros, la cirugía convencional era la única alternativa válida, con todos los riesgos e inconvenientes que este tipo de intervenciones conlleva.
Hoy en día existen otras alternativas como la nefrolitotomía percutánea (cirugía NLP), un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que se realiza mediante una pequeña incisión en la piel.
El doctor Francisco Rivera, urólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, explica que la cirugía NLP consiste en crear un acceso a través de la piel hacia la vía urinaria y poder romper o extraer los cálculos renales.
“Se realiza una punción a través de la piel desde la que se accede a las cavidades renales para visualizar de forma directa el cálculo renal a tratar y fragmentarlo con un láser”, detalla el doctor Francisco Rivera.

Esta técnica, indolora, tiene una tasa de resolución superior a cualquier otra cirugía endoscópica para tratar los cálculos renales de gran tamaño que no han podido ser eliminados a través de la orina.
Los pacientes que se someten a esta cirugía se ven beneficiados no solo por los resultados que ofrece a la hora de eliminar los cálculos, sino también por el mínimo requerimiento de hospitalización y la casi ausencia de dolor postoperatorio.
Los pacientes solo requieren un ingreso hospitalario de 24-48 horas y reposo relativo, sin necesidad de portar sondas u otros dispositivos urológicos externos una vez reciban el alta.
El único inconveniente, por decirlo de algún modo, es que la cirugía NLP requiere recursos específicos y una curva de aprendizaje importante, lo que ha llevado a su lenta implementación para el tratamiento de la litiasis renal.
“Es necesario un material muy especializado, un área quirúrgica dotada de la última tecnología y una elevada formación de los especialistas que la aplican”, explican los expertos del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, que aseguran que, a medida que se vaya estandarizando esta técnica de forma rutinaria, se convertirá en un referente y “mejorará de manera considerable la calidad de vida de los pacientes con cálculos renales de gran tamaño”.
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