Día Mundial del Cáncer de Ovario, 8 de mayo. Este año con el nuevo reto que ha provocado a las pacientes la pandemia de la COVID-19. Tensión y temor añadidos. Los oncólogos afirman que minimizarán el impacto del nuevo virus en un debate telemático organizado por la Agencia EFE y EFEsalud, en el que aseguran también que trabajan intensamente para evitar cualquier retraso en la investigación, los tratamientos y la atención clínica de este tumor

Un debate EFEFórum Salud En Vivo, titulado “El cáncer de ovario ante el nuevo reto de la COVID-19“, organizado por la Agencia EFE y EFEsalud con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, 8 de mayo, en colaboración con GSK, con el aval de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación de Afectados de Cáncer de Ovario (ASACO).
En él han participado los doctores Antonio González, codirector del departamento de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO); y Javier de Santiago, jefe de Servicio de Ginecología Oncológica del MD Anderson Cancer Center Madrid y miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), junto a la presidenta de ASACO, Charo Hierro.
En España se detectan unos 3.600 casos de cáncer de ovario al año. Además, es la principal causa de mortalidad por cáncer ginecológico, debido a que la mayoría de las pacientes (70-80 %) se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. Globalmente, representa el 3 % de los tumores de la mujer y es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras pulmón, mama y colon.
El cáncer de ovario es el octavo tipo de cáncer más común de mujeres en el mundo.
Los especialistas han tratado la situación de las pacientes de cáncer de ovario en el contexto de la crisis sanitaria del coronavirus, junto a otros aspectos de la enfermedad como su visibilidad, avances clínicos y desafíos. El debate ha estado moderado por el director de EFEsalud, Javier Tovar.
El impacto y el nuevo reto de la COVID-19

Este ha sido uno de los puntos centrales del debate, y los dos médicos asistentes han mostrado su total compromiso para trabajar intensamente con el fin de minimizar el impacto del virus en las pacientes y evitar retrocesos tanto en la investigación, los tratamientos y la atención clínica.
“Los pacientes de cáncer de ovario en el marco de la COVID-19 tienen muchas dudas, pero hemos pasado la fase aguda de colapso y ahora estamos en la fase de convivencia con el virus“, ha precisado el doctor González.
Este oncólogo ha lanzado a las pacientes un mensaje de tranquilidad: “Todos los hospitales están haciendo un enorme esfuerzo por proteger la salud de pacientes y profesionales sanitarios para que no se contagien, con circuitos libres del nuevo virus para su atención”.
“La COVID-19 es un auténtico reto; estamos dedicándonos en cuerpo y alma las 24 horas del día para minimizar su impacto en las pacientes de cáncer de ovario, que sea el menor posible”, ha acentuado Antonio González.
Un planteamiento en el que ha incidido el doctor De Santiago: “Las pacientes han vivido con incertidumbre, pero, conscientes de que el virus puede suponer un retroceso en el cáncer de ovario, somos capaces de anticiparnos y todo el esfuerzo está en nuestras manos; soy optimista, recelosamente optimista, me preocupa si se pudieran producir nuevos brotes del coronavirus”.
“Vamos a seguir luchando con todas nuestras fuerzas y, dando más si cabe, para que nuestras pacientes mantengan la oportunidad de curarse y de tener una calidad de vida más que aceptable”, se ha comprometido Javier de Santiago.
Charo Hierro se ha referido a la actitud de las pacientes ante la pandemia: “Cuando una ya ha recibido el impacto de un diagnóstico de cáncer de ovario, creo que se generan herramientas emocionales que nos han permitido reaccionar con serenidad, mientras que en personas sanas he visto más pánico, angustia y depresión”.
“Confiamos en que van a seguir los tratamientos contra el cáncer de ovario a pesar de la COVID-19, así como la atención que recibimos; no observo un decaimiento especial en las pacientes”, ha valorado.
Cáncer de ovario: visibilidad, avances, desafíos
Tanto los doctores De Santiago y González, como la presidenta de ASACO, piden más visibilidad, sensibilidad y concienciación en este cáncer, así como mayor divulgación para que fluya más información a la sociedad.

Visibilidad
El doctor González resalta que el cáncer de ovario “es una enfermedad poco conocida, pero no más estigmatizada que otros tipos de cáncer. Hay que hacer una gran labor de difusión”.
El doctor Javier de Santiago reafirma el planteamiento de su compañero en el debate, y añade que el estigma viene de la mano del “miedo al pronóstico y a las consecuencias del tratamiento, Hay que dar a conocer los síntomas y las posibilidades de tratamiento, con más divulgación, y concienciar a la sociedad y a las autoridades sanitarias de estar alertas ante síntomas, muy frecuentes en la población, pero que si persisten hay que acudir al médico”.
“Los cánceres ginecológicos son difíciles de abordar en nuestra sociedad. El aparato genital femenino tiene una especie de tabú y hay muchas mujeres que se avergüenzan”, señala Charo Hierro.
“La visibilidad es baja y es una enfermedad desconocida, incluso para las mujeres. Los síntomas son inespecíficos, los propios del aparato digestivo, y llevan a confusión”, añade la presidenta de ASACO.
El presidente de GEICO afirma que hay diferencias entre el cáncer de ovario y otros cánceres: “La frecuencia de la enfermedad, no es una patología rara, pero no es tan frecuente como el cáncer de mama o colon, no tiene su impacto; y el pronóstico es más desfavorable y la sociedad, de manera inconsciente, no quiere pronósticos desfavorables, no los saca a la superficie, pero el pronóstico no es favorable si no se hacen bien las cosas”.
Para darle visibilidad, añade este oncólogo, hay que ir más allá de acciones el Día Mundial de la enfermedad, con campañas continuadas, e insistir para que la atención primaria conozca sus síntomas de sospecha y remita al ginecólogo.
Los síntomas tardan y son similares a afecciones comunes y benignas, lo que dificulta y retrasa el diagnóstico. Los más comunes que se pueden detectar de manera temprana son dolor abdominal, inflamación o distensión; cambio en las deposiciones; dolor pélvico y lumbar; cansancio; o necesidad frecuente o urgente de orinar.
Investigación y tratamientos
Sin embargo, el desconocimiento del cáncer de ovario no afecta a la investigación, señala el doctor González: “Es uno de los cánceres donde hay más investigación clínica y básica, muchos ensayos clínicos para mejorar el pronóstico”, y donde el estudio de su biología molecular, en los últimos 10 años, ha permitido avances en los medicamentos.
Javier de Santiago destaca la importancia “crucial” que la cirugía tiene en el abordaje de este tumor, y anima a las pacientes a participar “sin miedo” en ensayos clínicos, ya que son investigaciones en las que a un tratamiento estándar se une la incorporación de nuevas moléculas más específicas.

Antonio González resalta la relevancia que tiene el primer tratamiento que reciban las pacientes, desde el abordaje de equipos multidisciplinares, con especialistas que conjuguen la capacidad quirúrgica con el mejor tratamiento médico adaptado a la biología de cada afectada.
El objetivo, subraya el doctor De Santiago, es que “al finalizar el primer tratamiento, la paciente quede libre de la enfermedad; lograr que el cáncer quede a cero, sin residuo tumoral”.
Respecto al diagnóstico precoz, el doctor González explica: “Es difícil en cáncer de ovario, pero sí se necesita un diagnóstico rápido, ya que las posibilidades de curación aumentan”.
“El tratamiento es un paréntesis, del cáncer de ovario se sale”, afirma el doctor De Santiago, quien destaca el papel de las asociaciones de pacientes y de los equipos de psicooncología, cada vez mejor preparados.
Desafío
La presidenta de ASACO resalta dos aspectos: “Es muy importante el estado de ánimo de la paciente, y tener absoluta confianza en los médicos y preguntarles todo, sin dejarse nada”.
“El desafío -añade Charo Hierro- es que se nos conozca más, que las mujeres sepan más del cáncer de ovario, que los médicos de atención primaria sospechen de los casos por los síntomas si estos se mantienen en el tiempo. La única prevención es tener información sobre él”.
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