¿Los compuestos del cannabis pueden tener efectos beneficiosos para el tratamiento terapéutico? Así lo han demostrado recientemente varias investigaciones clínicas protagonizadas por el cannabidiol, un principio activo de esta planta que parece presentar potenciales resultados en el tratamiento de la adicción a la marihuana y al alcohol a la vez que ser un fármaco efectivo para un tipo de epilepsia infantil rara y grave

Investigaciones con cannabis para tratar adicciones y epilepsia
El tratamiento con varios principios activos de la planta del cannabis ha resultado ser beneficiosa/EFE/Robin Utrecht
  • 24 de julio, 2018
  • VALENCIA/ALICANTE/EFE/REDACCIÓN SALUD/RAQUEL G. MOLINA

El uso terapéutico del cannabis ha sido motivo de múltiples controversias. En los últimos días, dos investigaciones clínicas han puesto de manifiesto cómo uno de sus componentes, el cannabidiol, puede tener importantes efectos provechosos para el tratamiento de la adicciones al alcohol y los opiáceos, y para mejorar los síntomas de enfermedades neurológicas raras como la epilepsia infantil LGS.

Los expertos destacan cómo la confluencia de estos descubrimientos abre un amplio abanico de posibilidades que pueden estimular la investigación clínica sobre el efecto de los principios activos de la planta del cannabis e insisten en la potencialidad de sus posibles derivados sintéticos, que carecen de la sensación de euforia característica de la marihuana.

Tratamiento terapéutico de las drogodependencias

El ‘cannabidiol’ es un compuesto procedente de la planta del cannabis que carece de propiedades adictivas y puede resultar útil para el tratamiento de la adicción al alcohol y a la marihuana.

Es la conclusión del grupo de Neuropsicofarmacología Traslacional del Instituto Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el CSIC adherido a la Red Nacional de Trastornos Adictivos, del Ministerio de Sanidad, y que es uno de los pocos en el mundo centrado en los efectos del ‘cannabidiol’ en el tratamiento de las drogodependencias.

El director de este grupo, el catedrático de Farmacología y decano de la Facultad de Farmacia de la UMH, Jorge Manzanares, ha explicado que su equipo ha trabajado en los últimos 4 años sobre este principio del cannabis que fue aislado en la década de 1960 y del que “aún no se sabe demasiado”, pese a que existe un “creciente interés por su potencialidad terapéutica y no adictiva”.

Como consecuencia de estas investigaciones, el grupo ha publicado este año varios artículos de gran interés en el campo de las adicciones.

Junto a Manzanares, forman parte del equipo Adrián Viudez Martínez, María Salud García Gutiérrez y Francisco Navarrete, mientras que también han participado Ani Gasparyan y Auxiliadora Aracil Fernández, todos del Neurociencias y la UMH, así como Ana Isabel Fraguas Sánchez y Ana Isabel Torrez Suárez, de la Universidad Complutense de Madrid, en el diseño de una forma farmacéutica de liberación lenta.

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El cannabidiol podría ser útil contra las adicciones según las conclusiones Instituto de Neurociencias de Alicante. En la imagen, los investigadores Francisco Navarrete y Ani Gasparyan en uno de los laboratorios dónde realizan sus trabajos. EFE/Pep Morell

En un contexto en el que se conoce que el consumo de cannabis modifica la funcionalidad del cerebro y aumenta la vulnerabilidad para el consumo de otras sustancias adictivas, como el alcohol, la cocaína y los opiáceos, el ‘cannabidiol’ es uno del centenar de compuestos de la planta que, según Manzanares, “merecería la pena estudiar sus resultados en humanos”.

La combinación de dosis bajas de cannabidiol con el medicamento más usado contra el alcoholismo, la ‘naltrexona’, resulta más efectiva

Los ensayos en animales los últimos 4 años indican que el ‘cannabidiol’ reduce la adicción al alcohol y disminuye al 50 por ciento el riesgo de recaídas en los animales en los que se interrumpe el consumo, unos resultados se han publicado en revista científica ‘Addiction Biology’.

Una particularidad del ‘cannabidiol’ es que no se absorbe bien por vía oral ante lo cual los investigadores han empleado una nueva formulación subcutánea de liberación lenta que tiene una duración de algo más de dos semanas.

Si se pudiera emplear en la fase clínica, este método facilita el cumplimiento terapéutico en pacientes con habituales problemas de adherencia al tratamiento.

El grupo de Manzanares también ha publicado en el ‘British Journal of Pharmacology’ que la combinación de dosis bajas de cannabidiol con el medicamento más usado contra el alcoholismo, la ‘naltrexona’, resulta más efectiva a la hora de reducir el consumo que cada uno de ellos por separado, un hecho que implica la posibilidad de mejorar los tratamientos actuales añadiendo cannabidiol.

En otro estudio sobre el mismo componente, publicado en ‘British Journal of Pharmacology’, Manzanares ha destacado el hecho de que este principio activo de la propia planta reduce en modelos animales los signos de abstinencia, la ansiedad y los cambios que se producen el cerebro como consecuencia de la abstinencia a cannabis.

Por tanto, ha indicado que “podría resultar eficaz para tratar a personas de los efectos adictivos por el consumo de cannabis” y ha añadido que esto demuestra que, frente a los que apuestan por extractos para tratar las adicciones, como tiende a generalizarse en algunos puntos de Iberoamérica, “el tratamiento más adecuado es el uso de los compuestos por separado”, con acciones más concretas y específicas.

Fármaco para un tipo de epilepsia infantil

Otro ensayo clínico ha empleado cannabidiol para tratar un tipo de epilepsia infantil rara, grave y difícil de abordar y ha demostrado un descenso de las crisis en los afectados y una mejora de su calidad de vida.

El Hospital La Fe de València participa en este estudio de fase 3 de cannabidiol en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut (LGS), cuyos resultados han sido publicados en el The New England Journal of Medicine (NEJM).

El neurólogo Vicente Villanueva, jefe de la Unidad de Epilepsia Refractaria del Hospital Universtiari i Politècnic La Fe, es coautor del trabajo, tanto con la inclusión de pacientes como con el análisis de datos, han informado a EFE fuentes del centro hospitalario.

Según Villanueva, los resultados obtenidos en este trabajo realizado por los servicios de Neurología y Neuropediatría de La Fe, demuestran que el cannabidiol “ha conseguido una mejoría en las crisis más graves en un número relevante de pacientes”.

“Esto, en una enfermedad tan grave, en la que la existencia de fármacos que funcionen es escasa, es una gran noticia”, ha subrayado.

Este ensayo es el primer estudio de determinación del rango de dosis que compara la formulación farmacéutica de cannabidiol con placebo como terapia adicional en el LGS.

Ambas dosis redujeron significativamente la frecuencia de los ataques en pacientes con control de convulsiones deficiente, a pesar del uso de múltiples fármacos antiepilépticos.

La solución oral de cannabidiol probada es una formulación farmacéutica de cannabinoide altamente purificado (CBD), un cannabinoide que carece de los efectos de euforia que se asocian a la marihuana.

El síndrome de Lennox-Gastaut aparece entre los 3 y los 5 años y los pacientes sufren múltiples tipos de crisis, tanto atónicas como tónicas, que a menudo provocan caídas y lesiones y ausencias.

Además, la mayoría de los menores afectados experimentan algún grado de deterioro intelectual, así como retrasos en el desarrollo y trastornos de conducta.

Los pacientes tratados con CBD disminuyeron sus crisis atónicas mensuales un 37,2% frente al  17,2 % con placebo.

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El cannabidiol también podría utilizarse para la formulación farmacéutica del tratamiento de la epilepsia infantil LGS/EFE/Kai Försterling

Aunque la incidencia de esta enfermedad es difícil de concretar, en estudios epidemiológicos previos se detectaron 500 casos en España, una cifra que según Villanueva podría elevarse hasta el millar de casos.

Según el experto, aunque se ha mejorado mucho el tratamiento de la epilepsia y se prolonga la vida de estos pacientes, el problema es que son “muy resistentes” a la medicación antiepiléptica “por lo que hay pocas opciones que funcionen. Las nuevas alternativas nos abren opciones para tratamientos”.

El estudio escogió al azar a 225 pacientes con LGS y una edad media de 16 años de 30 hospitales de Estados Unidos y de Europa, de los cuales 4 son pacientes de La Fe, y cuyas crisis no estaban controladas con su régimen actual de medicamentos antiepilépticos.

Los pacientes recibieron una dosis de solución oral de cannabidiol o placebo además del tratamiento existente.

Al inicio del estudio, los pacientes tenían una frecuencia media de 85 crisis por mes y durante el período de tratamiento, de 14 semanas experimentaron reducciones medias significativamente mayores en las crisis atónicas mensuales del 37,2 % en comparación con una reducción del 17,2 % para el placebo.

Como resultados secundarios del estudio, destaca la mejora global los pacientes y de su calidad de vida.

Según Villanueva, las crisis en las que se detectó una mayor mejoría eran “las más graves, las más discapacitantes que están asociadas a caídas”.

El medicamento acaba de aprobarse recientemente por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y se espera que esté disponible para los pacientes estadounidenses con síndrome de LGS y Dravet (otro tipo de epilepsia) en la segunda mitad del año.

Para su comercialización en Europa, la solicitud de autorización de comercialización a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se hizo efectiva en diciembre de 2017 y se espera que la decisión se tome a principios de 2019.