La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública de primer orden y la cirugía es la última alternativa para los pacientes que no consiguen controlar su peso con la dieta y el ejercicio físico. Profundizamos en la amenaza que supone la obesidad y desde EFEsalud y “El Bisturí” lanzamos un mensaje de alerta en el inicio de 2017

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, causada principalmente por un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
Además, esta enfermedad lleva consigo un conjunto de patologías, como diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y problemas en las articulaciones, entre otras, que tienen como principal causa el sobrepeso.
En el mundo, 640 millones de personas sufren obesidad, la cifra más al alta registrada en la historia. España es el segundo país europeo con más personas obesas (después de Reino Unido), donde uno de cada cuatro adultos padece esta patología, que se ha convertido en una epidemia mundial.
Las cifras de la obesidad
Para el doctor Víctor Valentí Azcarate, especialista en cirugía general y codirector del Área de Obesidad de la Clínica Universidad de Navarra, “los datos son muy alarmantes y no estamos haciendo bien las cosas desde el punto de vista de la salud”.

Según ha analizado, en su paso por el programa de radio “El Bisturí”, estas cifran se apoyan en el sedentarismo de la mayoría de la población, en una sociedad donde predominan tecnologías como los videojuegos y la gente no pasa tanto tiempo en la calle como antes.
También los malos hábitos alimenticios a los que estamos acostumbrados influyen de lleno en el desarrollo de la diabetes, debido a que se ingiere más cantidad de la que se necesita y esos alimentos, muchas veces, no son los más saludables.
La naturaleza cada vez más sedentaria y el descenso de la actividad física se explican, en parte, por la aparición de nuevas formas de trabajo (online y desde casa), los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización, según la OMS.
Desde el punto de vista farmacológico, el experto asegura que ha habido grandes avances en obesidad, si bien todavía es muy limitado el uso de fármacos y no existe en el mercado un gran número de ellos.
“En los casos de obesidad mórbida en los que ha fallado la dieta -explica Valentí Azcarate- existen numerosas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, con pequeñas incisiones e ingreso rápido, que mejoran mucho la calidad de vida de estas personas”.
En cuanto a la obesidad infantil, uno de cada diez niños en España tiene sobrepeso. El experto sostiene que hace falta “concienciarnos realmente de que la obesidad no es un problema estético, sino de salud, y hay que poner medios desde las escuelas para educar en alimentación y ejercicio”.
La cirugía
Cuando la dieta y el ejercicio físico no logran reducir el índice de masa corporal, la cirugía y otros tratamientos, comos los endoscópicos, pueden resultar muy eficaces en la lucha contra la obesidad. Este tipo de cirugía también ofrece resultados satisfactorios en otras patologías asociadas, como la diabetes.

“Estos tratamientos quirúrgicos se diseñaron hace años para conseguir pérdidas de peso en pacientes obesos, pero observamos que también conseguían mejorar la diabetes, la hipertensión arterial, y que los pacientes podían dejar de tomar la medicación y de pincharse insulina”, explica Valentí Azcarate.
“A partir de ahí se acuñan términos como cirugía de la diabetes o cirugía metabólica, donde la indicación del procedimiento no es solo perder peso, sino también mejorar la diabetes o el síndrome metabólico”, precisa este cirujano.
Mediante cambios anatómicos del tubo digestivo, la cirugía permite modificar las señales hormonales que van al cerebro y que indican la necesidad de comer o la sensación de saciedad.
“La cirugía -aclara- no es un milagro, busca cambiar hábitos de vida sobre ejercicio y alimentación saludable”.
Valentí Azcarate recomienda acudir a un centro de referencia acreditado, puesto que en España “se están ofreciendo estas técnicas en sitios donde no deberían hacerse”. El equipo deberá estar formado por un cirujano, un endocrinólogo o un médico internista y un nutricionista para realizar un abordaje completo de la situación y del estado del paciente, de acuerdo con este experto en cirugía general.
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