Especialistas en oncología quirúrgica han coincidido en señalar que la cirugía es el “arma más potente” frente a los tumores sólidos y requiere una “superespecialización” del facultativo que la realiza por la dificultad que entraña. Así se ha puesto de manifiesto en el marco de los Diálogos EFE Salud: “Avances en Oncología Quirúrgica”

El evento reunió hace unos días en el Ateneo de Valencia a expertos en esta especialidad médica, así como a representantes del Colegio de Médicos de Valencia y de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
En el encuentro, organizado por Efe con la colaboración de Quirónsalud, Pedro Bretcha, presidente de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), destacó que la “principal arma terapéutica frente al tumor sólido sigue siendo la cirugía”. Según Bretcha, “la cirugía siempre ha estado ahí, pero quizá ahora se requiere un tipo de especialista quirúrgico distinto al cirujano general o de cualquier otra especialidad”.
Por su parte, el jefe del Servicio de Cirugía Oncológica Colorrectal de Quirónsalud Valencia, Blas Flor, indicó que la oncología médica se está desarrollando muchísimo y que el futuro pasa por los tratamientos personalizados para cada tumor, pero “a día de hoy ese futuro no ha llegado” y “somos capaces de seleccionar alguna quimioterapia para algunos tipos de tumores, pero no para la inmesa mayoría”.
Los cirujanos oncológicos subrayan la importancia de que la cirugía sea “lo menos invasiva posible” porque cuanto menos tiempo pase entre la cirugía y cualquier otro tratamiento, mejores serán los resultados.
Juan José Montserrat, jefe de Cirugía Urología de Quirónsalud Valencia, opinó que en la cirugía mínimamente invasiva son casi todo ventajas, pero que es “muchísimo más compleja”.
Al respecto, Bretcha explicó que desde que se ha empezado con el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal mediante cirugía radical con quimiohipertérmica intraperitoneal preoperatoria, los resultados han mejorado. “Ahora hablamos de una supervivencia media a los cinco años de entre 35 y 40 % en la mayoría de las series en colorrectal; y en ovario, de en torno al 30 %. Antes la esperanza de vida no pasaba de ocho meses y nunca de cinco años”.
Los especialistas coinciden en señalar que la cirugía “nunca” es el último recurso en el tratamiento del cáncer, y en este sentido, Bretcha afirmó que “generalmente, si no es un tumor avanzado siempre se hará cirugía de entrada”.
“En esto el orden de los factores sí altera al producto, hay que ver qué entra primero, si la cirugía o la quimioterapia, porque puede cambiar el resultado final”, según Pedro Bretcha, quien añade que si en “algún momento no entra la cirugía, no tienes posibilidad curativa”.
También coinciden en señalar que algunos tipos de cáncer van hacia la cronificación, como mama o próstata, cuyos afectados “se convierten en pacientes crónicos de alta supervivencia, como quien tuviera una diabetes”, afirmó Montserrat.
No obstante “ven difícil” que algún día se venza al cáncer. “No creo que tengamos esa determinación de poner todos los recursos disponibles para lograr ese objetivo”, indicó Bretcha.
La presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, Mercedes Hurtado, apostó por un “gran pacto para la sanidad”, con políticas que no cambien en función de la ideología y que entiendan que la investigación “no es para dentro de cuatro u ocho años, sino de veinte”.
Superespecialización
La superespecialización en cirugía oncológica es la forma de garantizar que un enfermo de cáncer disfrute de las mejores oportunidades para superar su enfermedad, si bien requiere de un periodo de formación muy largo y de una masa crítica de pacientes que hace muy complicado que pueda alcanzarse en todos los hospitales.

Blas Flor señaló que los hospitales comarcales no se pueden permitir una “superespecialización” en oncología quirúrgica como se produce en los hospitales más grandes.
Al respecto, el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valencia, Tomás Trenor, estimó que ha habido una tendencia en la que todos los hospitales han querido tener toda las especialidades, una tendencia que a juicio de Flor sigue existiendo.
Francisco Ripoll, jefe de Cirugía Oncológica de Mama de Quirónsalud Valencia, manifestó que, aunque durante la formación los especialistas se preparan para todo, en su caso concreto lleva muchos años dedicado al cáncer de mama y “no trataría un cáncer de colon o un cáncer de recto” porque no le va “a dar la misma oportunidad al paciente que un cirujano colorrectal”.
“La superespecialización es la que mejor opción y lo que mejores resultados te va a dar”, ha agregó. En el mismo sentido se expresó Blas Flor: “Si yo hago tres intervenciones semanales en mi especialidad, seguro que me irá mejor que a alguien que hace una cada seis meses”.
En este sentido, el doctor Flor dijo: “En cualquier hospital comarcal no se pueden permitir una especialización tan grande”, entre otras cosas porque no contará con la masa crítica de pacientes que posibilite la experiencia necesaria.
Sobre este aspecto, el doctor Bretcha remarcó que avanzar en la superespecialización es una cuestión de política sanitaria y resaltó la necesidad de una labor de divulgación para que los ciudadanos entiendan que cuestiones como la proximidad a su domicilio no deberían ser los únicos criterios para determinar dónde llevar a cabo intervenciones que requieren una gran especialización.
Bretcha añadió que las personas “valoran estar cercanas a su centro” y que la familia los pueda visitar, pero el concepto de cercanía no debería ser determinante.

Flor explicó además que en el actual sistema público “hay casos” que si son complicados “se derivan sin problemas” a un centro de referencia, pero no se hace “por sistema” y de forma globalizada.
Bretcha agregó que eso depende de la política sanitaria de cada comunidad autónoma si bien actualmente es el CSUR (Centros, Servicios y Unidades de Referencia), un organismo del Ministerio de Sanidad, el que “identifica las patologías que deben ser referidas a determinados centros”, como los trasplantes.
Cáncer y juventud
Determinados tipos de cáncer afectan cada vez a gente más joven sin que se tengan claros los motivos ambientales o genéticos que propician esta situación, al tiempo que algún caso concreto, como el cáncer colorrectal, presenta un crecimiento exponencial que lo convierte en “una auténtica epidemia”, se puso de manifiesto en estos Diálogos.
Respecto al cáncer de mama, el doctor Francisco Ripoll señaló que, aunque se desconocen los motivos, esta patología cada día afecta a personas más jóvenes y, aunque la genética influye, los casos que se heredan “solo suponen un cinco o un diez por ciento” de este tipo de tumores.
Blas Flor consideró que factores ambientales externos como la contaminación, la alimentación o la forma de vida “están cambiando”, unas alteraciones que creen que “favorecen ese incremento de casos”.
Estamos en un ambiente que fomenta la oncogénesis (proceso de formación y desarrollo de un tumor) y hay que realizar campañas de divulgación de hábitos saludables
“Si el cribado (exploraciones en personas que no tienen síntomas de cáncer) se hiciera de forma precoz” en el caso del cáncer colorrectal, precisó el doctor Flor, “se podría prevenir”, pero el que se hace a partir de los 50 años, aunque es “bueno”, no previene, sino que “diagnostica precozmente”.
Y manifiesta que si todo el mundo se hiciera un cribado a los 45 años, este tipo de cáncer, “desaparecería o actuaríamos de forma muy precoz”, pero eso es algo “difícil de sostener”.

En el caso de la próstata, el doctor Juan José Monserrat recalcó que someterse a una detección precoz del cáncer de próstata “debe ser decisión de un paciente bien informado, que haya considerado los pros y los contras”.
Mercedes Hurtado dijo que estamos en un ambiente que fomenta la oncogénesis (proceso de formación y desarrollo de un tumor) y que hay que realizar campañas de divulgación de hábitos saludables, puesto que “faltan estudios epidemiológicos” que indiquen a qué estamos expuestos realmente.
“Los estudios no acaban de calar bien”, respondió Ripoll, porque el ejercicio físico previene la aparición de cáncer, y la obesidad la favorece, pero “no hay una relación clara de causa y efecto; contar eso a un paciente es complicado”.
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