De la mano del Día Mundial de la Obesidad, cada 12 de noviembre, EFEsalud CONECTA con el doctor Juan B. Soriano Ortiz, médico epidemiólogo del Hospital de La Princesa y profesor de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), para hablar de una sustancia implicada directamente en la degradación orgánica de las personas, sobre todo …

Colesterol LDL, una sustancia “maligna” cuando invade las arterias

Colesterol LDL, una sustancia “maligna” cuando invade las arterias

De la mano del Día Mundial de la Obesidad, cada 12 de noviembre, EFEsalud CONECTA con el doctor Juan B. Soriano Ortiz, médico epidemiólogo del Hospital de La Princesa y profesor de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), para hablar de una sustancia implicada directamente en la degradación orgánica de las personas, sobre todo en su sistema cardiovascular: el grasiento y nada imaginario colesterol LDL celular.

En el Estudio de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés) el colesterol figura ya en la 8ª posición mundial como factor de riesgo de morbimortalidad Dalys (días, meses o años de vida perdidos en el caso de sufrir una enfermedad incapacitante) y en 6º lugar en la tabla de mortalidad.

El alto nivel de colesterol total en la sangre (tanto de baja densidad o LDL como de alta intensidad o HDL) obedecería, entre otras causas, a las dietas ricas en grasas saturadas, a las enfermedades hepáticas, endocrinas y renales, a la hipercolesterolemia familiar heredada y a diferentes trastornos genéticos.

niveles de colesterol en sangre-cuadro

Colesterol y triglicéridos, malos malísimos al dispararse

“El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en el organismo y es necesaria para la realización y regulación de funciones como la formación de los ácidos biliares o la producción hormonal (como las sexuales o las tiroideas). Por ejemplo, el 25% de todo el colesterol que se genera en el cuerpo humano se localiza en el cerebro; sistema neuronal indispensable para la vida.

Sin embargo, aunque sea imprescindible, las cifras de colesterol altas o altísimas son también un factor de riesgo evidente en determinadas enfermedades cardíacas, como la atereoesclerosis, origen de muchas anginas de pecho, primero, y de infartos agudos de miocardio, después”.

Prevención de la hipercolesterolemia

Alimentación

Mantener una dieta equilibrada es fundamental para evitar el aumento de los niveles de colesterol, procedente de grasas saturadas; por lo que la dieta mediterránea es la más aconsejable: se obtiene el aporte de lípidos de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados que pueden encontrarse en el pescado y en el aceite de oliva. Con este tipo de dieta se garantiza el consumo equilibrado de legumbres, frutas, vegetales, hortalizas y cereales.

Será realmente bueno comer menos carnes rojas o derivados y abandonar los alimentos ultraprocesados, además de beber al menos un litro de agua como tal cada día, sin incluir otro tipo de bebidas.

Deporte o ejercicio físico diario

Las personas que quieran prevenir la aparición de la hipercolesterolemia deben incluir un plan deportivo en su rutina diaria. Pasear a buen ritmo por la ciudad, correr, nadar, el ciclismo o caminar por el campo y la montaña son algunos de los ejercicios o deportes que pueden empezar a practicarse a intensidad moderada y de forma regular (entre tres y cinco veces a la semana).

Para los más urbanitas, es aconsejable dejar el vehículo motorizado en el aparcamiento y caminar: ir al supermercado a pie, bajar del autobús o metro una o dos paradas antes del destino y utilizar las escaleras en vez del ascensor para subir o bajar a tu casa o tu oficina. Nada es baladí y cualquier acción positiva contra el colesterol suma y no resta.

De esta manera, las personas contribuirán al aumento del colesterol bueno, HDL (mejor cuanto mayor sea de 40 mg/dl), y reducirán el LDL, o colesterol malo (peor cuanto mayor sea de 130 mg/dl.); al igual que sucederá con los niveles de triglicéridos (superior a 150 mg/dl.); cifras que, unidas en los límites reseñados, dan el pistoletazo de salida al riesgo para llegar a la meta de la enfermedad.

Tratamiento farmacológico

Las sustancias químicas más utilizadas en forma de medicamentos para reducir la concentración de colesterol en sangre son las resinas, el ácido nicotínico y las estatinas. Asimismo, pueden utilizarse derivados del ácido fíbrico, probucol o la terapia hormonal sustitutiva con estrógenos.

Sin vacunas contra el colesterol

De momento no existe una vacuna que pueda frenar la concentración de colesterol y, en consecuencia, la formación de placas arterioescleróticas. Numerosas investigaciones intentan estimular la producción de anticuerpos naturales específicos contra el colesterol, consiguiendo de esta manera una inmunización anticolesterol. Sin embargo, la mayor parte de los especialistas se muestran escépticos.

El doctor Joan B. Soriano nos muestra la revista científica The Lancet
“En conclusión, resume el doctor Joan Soriano, colesterol y triglicéridos son indispensables, pero con mesura y bajo control. Poco plato, más trato humano y mucha más suela de zapato, gastada. Predica con el ejemplo; camina y evita el sedentarismo… y recuerda: piensa en ti mismo, en los demás y en el planeta. La buena información a tiempo es esencial. La prevención es vida”. EFE/GRB

Intervención del Dr. Joan B. Soriano en idioma inglés

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