Siete de cada diez niños españoles comen mientras ven la televisión o manipulan una tableta o un móvil, un hábito que favorece el sobrepeso y la obesidad e impide disfrutar de los alimentos y de las conversaciones con sus padres que deben aprovechar ese momento para inculcar pautas
saludables en la mesa

Esta es una de las conclusiones del V Estudio CinfaSalud sobre “Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil”, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
La metodología ha consistido en un cuestionario dirigido a 3.000 españoles con hijos entre 6 y 12 años.
Tan solo el 37,3% de los padres come habitualmente con sus hijos y la percepción que tienen del peso de los niños no se corresponde con la realidad: el 64,6% considera que tienen un peso normal para su edad y estatura: el 17,9% que están por encima de los normal; el 15% un poco por debajo de los normal; un 1,6% un peso muy por debajo de lo normal; y el 0,9% muy por encima de la normal.
Y la realidad es esta:

La investigación pone de manifiesto que el 43,1% de progenitores no toman medidas al respecto; un 40,3% lo lleva al pediatra o al médico de familia, el 3,9%, a un nutricionista y uno de cada diez (12,7%) lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional, una medida que puede entrañar riesgos para la salud del menor.
Hábitos de alimentación

Un 82,8% de los niños no desayunan correctamente y eso que se trata de un chute de energía que debe contribuye al rendimiento escolar y que debe cubrir al menos entre el 20-25% de las necesidades nutritivas del día.
El desayuno apropiado y equilibrado debe contener un lácteo, un cereal y una fruta, pero la investigación revela que solo uno de cada diez niños y niñas españoles toma fruta en el desayuno (11,7%) y que únicamente el 17,6% bebe zumo natural.
En el almuerzo, uno de cada diez (12,2%) menores españoles toma bollería industrial, a pesar de las advertencias de los expertos, que aconsejan comer a media mañana una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo. El bocadillo sigue siendo el alimento preferido tanto en los almuerzos (el 73,1% lo toman) como en las meriendas (70,8%).
En la mesa abundan la carne, más de la mitad de los escolares españoles (51,9%) consume carne entre cuatro y siete veces a la semana, mientras que la recomendación es entre una y tres.
Solo uno de cada cinco niños y niñas (21,3%) toma pescado con la frecuencia recomendada –más de tres veces a la semana-, mientras que tan solo uno de cada diez (12,1%) come verdura en más de siete ocasiones semanales. Además, solamente el 30,3% toma fruta con esta misma frecuencia.
Y respecto a la comida basura, un 82% toman comida rápida al menos una vez al mes, frente al 18% que nunca la consume.
Además, 3 de cada 4 niños (74,5%) consume chucherías alguna vez a la semana y tan solo uno de cada cuatro (25,5%) no las come nunca.
Sueño y ejercicio, insuficientes
El sueño es otro de los hábitos de vida crucial para la salud y para controlar el sobrepeso y la obesidad. El 93,1% no duermen las diez horas recomendadas, la mayoría pasa en la cama entre 8 y 10 horas.
El 45,7% dedica dos horas a la semana a actividades físicas extraescolares, mientras que uno de cada diez (13,6%) no asigna ni siquiera una hora a este tipo de actividades. Además, el estudio revela que los niños y niñas con un peso normal dedican más tiempo al ejercicio, ya que el 55,4% lo practica más de dos horas a la semana, frente al 51,4% de los niños obesos.
Diez claves para mejorar
Cinfa ofrece estas recomendaciones para mejorar los hábitos de vida de los niños:
- Recupera en casa la dieta mediterránea: aceite de oliva, pescado, legumbres y cereales (pan, pasta y arroz), lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur y frutos secos. El agua será siempre su mejor complemento.
- Comer cinco veces al día: Un desayuno completo, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana. Se asegura que el menor consuma los nutrientes necesarios y se evita el picoteo entre horas.
- La pirámide alimentaria como guía: Se trata de un instrumento que recomienda las raciones de los alimentos y su frecuencia. Explicársela a los niños y diseñad juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide.
- Evitar alimentos que engordan y no alimentan. El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contienen excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Lo mismo sucede con la comida rápida: no la conviertas en un rito semanal.
- Comer en familia. Organizad los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovechad ese momento de reunión para comunicaros. Hay que predicar con el ejemplo en la mesa.
Foto cedida IMEO - Aparcad el móvil y la televisión. La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa. Los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar.
- Llévatelos a hacer la compra. Pídeles ayuda para elaborar la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los niños a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.
- Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo. Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en uno de los hábitos más estimulantes. Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos.
- Ponles en movimiento. Anima a tus hijos a realizar ejercicio, pero también a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos. Sobre todo, aliéntales a llevar unos hábitos de vida activa, en la que caminen, paseen o suban escaleras de manera cotidiana.
- Asegúrate de que duermen más de diez horas. Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez horas como una herramienta más contra el sobrepeso.
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