EPOC. 20 de noviembre, Día Mundial contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Los tratamientos se deben personalizar cuando el paciente tiene exacerbaciones aunque esté recibiendo una terapia óptima. Este es el núcleo de un nuevo documento de consenso de 60 neumólogos con recomendaciones en procesos diagnósticos, terapéuticos y asistenciales, publicado en Archivos de Bronconeumología

Consenso de 60 neumólogos contra la EPOC

Consenso de 60 neumólogos contra la EPOC

Todos estos neumólogos forman parte del grupo de trabajo de EPOC de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La EPOC es una enfermedad muy frecuente, con una prevalencia del 10,2 % en personas adultas de entre 40 y 80 años en España. Esta enfermedad es una de las que produce mayor mortalidad y morbilidad en todo el mundo, situándose como la cuarta causa de muerte, por delante del cáncer de pulmón.

Durante el curso clínico de la enfermedad, informa SEPAR, es habitual que los pacientes tengan exacerbaciones. Los pacientes que las padecen sufren un empeoramiento de los síntomas y del control de la enfermedad, un deterioro de su salud, tienen una peor calidad de vida, peor pronóstico, mayor riesgo de muerte y un alto consumo de recursos asistenciales, lo que conlleva importantes gastos económicos.

Un estudio realizado en Holanda y Bélgica ha calculado que los costes asociados de estas exacerbaciones son de 4.007 euros para las más graves, 579 para las moderadas y 86 euros para las leves.

La Guía Española de la EPOC (GesEPOC) es una de las primeras guías de práctica clínica (GPC) que reconoció la importancia de este tipo de enfermos y en proponer el término “exacerbadores” para designar a este fenotipo de pacientes con EPOC, que son aquellos que tienen dos exacerbaciones o más al menos moderadas en el último año.

Sin embargo, existen controversias respecto a cómo definir a los distintos subtipos de exacerbadores, cómo realizar su seguimiento o cómo organizar su atención.

Las Guías de Práctica Clínica existentes sobre EPOC apenas abordan estos aspectos, porque falta suficiente evidencia científica al respecto.

El nuevo documento publicado se ha elaborado con la participación de un grupo de 60 expertos que han respondido a una encuesta online, que se les remitió en dos rondas, con 48 afirmaciones sobre la EPOC.

El resultado ha sido un consenso con recomendaciones sobre el diagnóstico, tratamiento y proceso asistencial de los pacientes exacerbadores, que después tendrán que ser refrendadas por la evidencia científica.

“Entre las recomendaciones presentadas una de las más destacadas es una propuesta novedosa de definir al exacerbador grave como aquel que tiene dos exacerbaciones moderadas, o de superior gravedad, definidas como aquellas que necesitan tratamiento ambulatorio con corticoides sistémicos y/o antibióticos en el año previo, y el reconocimiento de que hay cuatro subtipos de pacientes exacerbadores -infeccioso, inflamatorio, comórbido y mecánico-, lo que nos va a permitir personalizar más y mejor el tratamiento de estos pacientes”, ha señalado el doctor Bernardino Alcázar, primer firmante del artículo, neumólogo y miembro del área de EPOC de SEPAR.

La bicicleta de Esther

La sensación de tener EPOC  es “como que algo te impidiese respirar, es lo que les pasa a los peces cuando les sacas del agua. Esto es igual”, comenta la protagonista del documental “La bicicleta de Esther”, con el que se quiere sensibilizar sobre esta patología.

El documental, dirigido por Ander Duque y estrenado el pasado lunes, narra en primera persona las dificultades en las que se ve envuelta Esther tras ser diagnosticada de EPOC y las barreras a las que se enfrenta junto a su marido, Antonio, ambos jubilados.

El director ha subrayado la idea de grabar este documental desde personajes anónimos y reales con el fin de que “todo el mundo que convive con esta enfermedad pudiera sentirse identificado, pero también hacer una película que fuera de interés para las personas que no tienen ninguna relación con la patología”.

Los síntomas más frecuentes de la EPOC, tal y como se refleja en el documental, promovido por GSK y la Cátedra RespiraVida, son la disnea (ahogo o dificultad para respirar), la tos crónica y la expectoración.

Para Tamara Alonso Pérez, neumóloga del Hospital de la Princesa, a medida que la enfermedad avanza la actividad diaria comienza a suponer una tarea difícil de realizar.

“Los pacientes sufren frecuentes exacerbaciones que pueden ser muy incapacitantes, requerir atención médica de urgencia y, en ocasiones, pueden poner en peligro su vida”, ha advertido.

Respirar bien, inhalar sin esfuerzo

Respirar es un acto involuntario, pero lo que para la mayoría de las personas es un acto reflejo del organismo, difiere mucho de lo que experimentan los pacientes con EPOC.

Con motivo del Día Mundial de la EPOC, Boehringer Ingelheim España, con el aval de la Asociación Nacional de Pacientes de EPOC y Apnea del Sueño (APEAS), ha presentado una nueva edición de “No llegar, No es Normal”, bajo el lema “Respirar bien es importante, inhalar sin esfuerzo también”.

Según los estudios, hasta el 85 % de las personas con EPOC o asma usan su inhalador de manera ineficaz. De hecho, más de dos tercios de las personas que tienen esta patología cometen “al menos un error” al usar su dispositivo.

Por este motivo, esta campaña de concienciación social quiere poner sobre la mesa un debate sin resolver en el manejo de esta enfermedad. ¿Qué ocurre con los pacientes de EPOC que no son capaces de generar el flujo inspiratorio necesario que requiere el dispositivo para su uso correcto?

Los inhaladores desempeñan un papel crucial en el tratamiento de este tipo de pacientes, ya que deben permitir que la terapia llegue correctamente al pulmón, optimizando las posibilidades de éxito terapéutico del paciente y, en consecuencia, mejorando su calidad de vida.

Tener en cuenta este aspecto en la consulta es determinante a la hora de elegir el dispositivo más adecuado para cada paciente, ya que permitirá garantizar una correcta adherencia terapéutica.

Con el objetivo de transmitir estas necesidades aún no cubiertas en el manejo de la EPOC, una neumóloga, una doctora de atención primaria, una enfermera y una farmacéutica se han puesto en la piel de los pacientes participando en un experimento social, con un factor sorpresa, que invita a reflexionar sobre las dificultades diarias que afrontan los pacientes de esta enfermedad, y cuyo resultado está en el vídeo que encabeza esta información. 

La contaminación y el frío empeoran la gravedad de la EPOC

Los meses de frío y la contaminación empeoran las exacerbaciones de la EPOC, según un estudio de SEPAR que ha analizado una muestra de más de 162.000 pacientes, entre 2004 y 2013, publicado recientemente en la revista científica “PLOS ONE”.

Este estudio, cuyo primer autor es el neumólogo Javier de Miguel-Díez, miembro de SEPAR, también corrobora que la exposición al tabaco, ciertos puestos de trabajo, virus y bacterias, además de las condiciones climatológicas y los contaminantes del aire pueden conducir a una exacerbación y que las hospitalizaciones y mortalidad de la EPOC son más frecuentes en otoño e invierno y se relacionan con contaminantes como el NO2, PM10, O3 y CO.

EPOC
EFE/Gustavo Amador

 

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