Ya en plena Navidad, un año más, a los regalos, los encuentros familiares y las comilonas se les une el vértigo de consultar la cuenta bancaria. Y es que si tenemos en cuenta que a las fiestas navideñas se le suma el periodo de rebajas, es muy fácil que el gasto se nos vaya de las manos. La psicóloga Paloma Cabadas nos da una serie de pautas para comprar con control en estas fechas y evitar arrepentimientos

Diciembre sigue siendo el mes preferido por los españoles para realizar sus compras navideñas. Estas fechas son la excusa ideal para pasarse de la raya y permitirse excesos de todo tipo: compras, comidas, festejos… porque, total, ¡estamos en fiestas! Es el consumismo en Navidad.
Sin embargo, es importante controlar este despilfarro que puede llegar a convertirse en una adicción.
Según un estudio, una tercera parte de los consumidores adultos europeos tiene problemas de descontrol en la compra o en el gasto debido al mensaje que transmite la sociedad de consumo de “compra y gasta para ser feliz”.
La psicóloga Paloma Cabadas afirma que “las compras compulsivas obedecen a enormes vacíos interiores que se compensan derrochando una energía que no se tiene y que dan una falsa sensación de euforia que dura muy poco y que acarrea mucha culpa y arrepentimiento después”.

“Lo mismo pasa con las comilonas o los atracones. Llenan aparentemente esa insatisfacción, compensando la soledad afectiva del que ha tirado un poco la toalla porque total, ¡qué más da!”, añade.
Ante la compulsión en el consumismo de estas fechas, la psicóloga explica que “estas conductas requieren tratamiento profesional para encontrar la razón de ese desarreglo emocional y averiguar cuál es el origen de esa ansiedad que conlleva semejantes conductas continuadas”.
Estas son las pautas de la psicóloga para controlar el gasto en estas fiestas y poder terminar el año sin dar un disgusto al bolsillo -y a la salud-:
- Aunque conlleve un esfuerzo, es importante tener controlado el gasto que se quiere hacer. Mirar realmente qué es lo que se necesita y qué nos podemos permitir. Lo ideal, explica la psicóloga, sería salir con una planificación previa.
- No comprar solo. Si salimos de compras acompañados controlaremos más el gasto que si vamos solos, ya sea por pudor o porque esa persona nos ayude a evitar compras innecesarias.
- No comprar nada que no se pueda devolver, ya que en muchas ocasiones nos inunda el sentimiento de culpa ante un gasto excesivo y así tendremos la posibilidad de repararlo.
- Evitar llevar tarjetas de crédito -e incluso de débito- y pagar en efectivo. De esta forma se es más consciente del dinero que se tiene, ya que es algo tangible.
- No comprar cuando se esté con el ánimo bajo. Hay que observar en qué momento del día nos encontramos más animados para evitar “calmar” la tristeza o los vacíos con cosas materiales.
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