La Covid persistente, que afecta principalmente al sistema pulmonar, cardiovascular y/o nervioso y provoca trastornos psicológicos, puede progresar en aquellos pacientes que no han tenido síntomas, los llamados asintomáticos, también en los que la han padecido de forma leve e incluso puede darse en personas vacunadas

Se estima que cerca de un 10 % de los contagiados por Covid progresan a persistente y este porcentaje supone que sólo en España podemos estar hablando de medio millón de personas que lo tienen o lo han padecido.
Transcurrido más de un año largo de lo primeros pacientes registrados con Covid persistente, el conocimiento sigue en mantillas, y se presenta un campo minado de dudas e incertidumbres, que sólo la investigación y el tiempo despejarán.
Pilar Rodríguez Ledo, responsable de investigación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y una de las principales impulsoras de proyecto Covid persistente, explica a EFEsalud la situación.
“Los síntomas leves o la ausencia de sintomatología no son garantía de no progresar en Covid persistente”, afirma en primer lugar.
De hecho, refiere, la mayoría de los persistentes “no estuvieron en fase aguda grave, ni tampoco necesitaron estancia hospitalaria”.
“Y la vacuna, afirma, tampoco salva, lo único que salva es no tener la Covid, pero hay que dejar claro que la vacuna protege en un porcentaje muy alto de padecer la enfermedad”.
Covid persistente: múltiples hipótesis
Para Pilar Rodríguez Ledo es muy importante reconocer que existe desconocimiento. “No tenemos tratamiento efectivo a día de hoy, pero hay que hacer lo mejor posible para atender a los pacientes”.
En este terreno, añade, “nos falta por saber casi todo, empezando por cuántos son los afectados. Sólo hay estimaciones y deberíamos tener un registro, al igual que existe de afectados por diabetes o hipertensión, por poner un ejemplo”.
Y tenemos que saber “cual es la causa, porque actualmente hay múltiples hipótesis pero sin constancia real de cual es la cierta”.
Hay dos principales hipótesis sobre las causas de la Covid persistente que manejan médicos e investigadores.
- La primera apunta a que el virus persista acantonado, escondido, en alguna parte del cuerpo.
- La segunda, que el paciente tiene problemas inmunitarios, bien por exceso o por déficit, o incluso porque se produzcan anticuerpos.

Covid persistente: jóvenes adultos y mujeres
La primera ola de la pandemia dejó el bloque más grande de pacientes con Covid persistente.
“Muchos de los contagiados en marzo de 2020 siguen con síntomas y las expectativas, en estos momentos, es la curación o la cronificación”.
“No sabemos cuánto durará, lo que si sabemos es que hay algunos que mejoran, se pueden adaptar más o menos a su sintomatología, pero siguen sin recobrar su vida anterior; entre ellos destacan los adultos jóvenes (media de 45 años) y especialmente las mujeres.
Parece, indica la experta, que el perfil “es claramente mayor en relación a las mujeres y eso nos indica que puede haber asociación con el estado inmunitario”.
“Todos conocemos que hay dolencias inmunitarias de mayor prevalencia en el sexo femenino, igual que otras hipótesis que hablan de la influencia hormonal”.
Ante este panorama a Rodríguez Ledo le preocupa la atención a los pacientes afectados, que indica podrían llegar al medio millón.
Así, defiende un abordaje con protocolos asumidos oficialmente para que cada especialidad conozca cómo debe actuar.
El problema reside en que al desconocerse las causas, se evalúa al paciente por sus síntomas “y no parece lo ideal, por eso debería llevarse a cabo una exploración global, para ir dirigido no a la causa sino a saber que ocasiona los síntomas”, añade.
Desde la SEMG, concluye, “pedimos conocimiento y reconocimiento de esta dolencia a nivel médico, social y también laboral, porque hay problemas de despidos”.
“Asimismo valentía para afrontar que sabemos muy poco y por lo tanto para investigar más con el fin de ofrecer la mejor respuesta a los pacientes y que puedan retomar sus vidas”.
Reconocimiento de la OMS
Tras una consulta en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordó en octubre la primera definición clínica oficial de Covid persistente, con el fin de facilitar el tratamiento de los enfermos.
Según la OMS, esta nueva patología se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición de la Covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo.
Los síntomas más comunes son fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, pero también se pueden dar otros síntomas que repercuten en el las tareas cotidianas del enfermo.
La definición continúa: “Estos pueden ser de nueva aparición, tras la recuperación inicial de un episodio agudo de Covid-19, o pueden persistir desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas también pueden fluctuar o puede haber recaídas con el tiempo”.

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